Leonardo había llegado muy sospechoso esta mañana tocando la puerta de mi cuarto, me dijo que me vistiera y que lo acompañara porque tenía una sorpresa para mí, desde que dijo la palabra “Sorpresa” mi mente ha estado divagando, tratando de averiguar cuál es la sorpresa.
Él caminaba a mi lado con una sonrisa burlona porque creo que sabía perfectamente que me estaba muriendo de las ganas por saber cuál era la sorpresa, le había preguntado antes cual era la sorpresa, pero solo negó con la cabeza y me dijo que tenía que verlo con mis propios ojos.
- ¿Recuerdas los delfines que vimos en el yate? – preguntó Leonardo haciendo que mis ojos se iluminaran de la emoción, él sonrió.
- Sí – respondí.
- Ahora iremos a nadar con ellos – dijo señalando hacia una dirección.
Mire hacia donde él est
