Capítulo XXII

1887 Words
Ya ha pasado una semana desde que vivo con Sean. Siempre me imaginé viviendo sola, así que jamás pensé tener un compañero de habitación, pero ha sido de las mejores experiencias que he tenido. Entre los puntos positivos es que las tareas del hogar son menos pesadas ya que cada uno tiene varias asignadas. Por ejemplo, yo puedo ordenar mientras Sean cocina, o él puede limpiar el departamento mientras yo lavo la ropa. Por supuesto que también hay cosas negativas y es que ambos somos muy desorganizados. Pero esto se ve opacado por la cantidad de cosas positivas que involucran vivir juntos. Sin dudas es una de las mejores experiencias que he tenido. Me hace afirmar que tomé la decisión correcta al invitarlo a vivir conmigo. Y como estoy feliz, haré un resumen de las cosas que han pasado esta semana. En primer lugar, parece que el señor Aiden y su equipo se retrasaron un poco, así que llegarían un día después de lo acordado. Nos enteramos de ello ya que a Sean le llegó un mensaje del jefe explicando la situación y él nos lo notificó. Nunca nos enteramos de qué pudo ocasionar el retraso, pero es muy raro que el jefe tarde en volver de un viaje. Otra cosa que sucedió el mismo día es que Meredith estuvo evitando a Sean. A pesar de que habían pasado dos días de la broma, aún ella se encontraba molesta por ello, ni siquiera quería dirigirle la palabra. Él reconoció que su broma fue un poco pesada por lo que se disculpó con ella, pero sólo fue ignorado. Por dentro sabe que ella lo disculpó. Es agradable ver como Meredith se preocupó por Sean -aunque haya sido muy a su manera-. Ese mismo día Rufer se veía más animado de lo usual, al igual que siempre, Sean soltaba una que otra broma, pero él estaba dispuesto a devolverlas de manera más animada. Me alegra mucho que se estén llevando mejor. Lo que no me gustó es que la semana pasada nos encontramos un poco más distanciados de Meredith, pero quizá sea porque se sienta un poco estresada por el trabajo, suele distanciarse cuando no se siente bien. Ese día por la tarde parecía que Rufer quería decirle algo a Sean ¡quería invitarlo a un lugar! no quiso darme detalles al respecto, pero le prometí mantener el secreto hasta que tuviera la suficiente confianza de pedírselo a Sean. Por supuesto que debía darle un empujón, porque por su cuenta le costará encontrar confianza para pedirle aquello, y yo estoy dispuesta a colaborar con ello. Estos días ellos dos se han sentido más cómodos el uno con el otro, ya no sólo bromean, a veces simplemente hablan el uno con el otro. Sean me comentó que eso lo hace sentir tan aliviado, ya que pensaba que no le agradaba a Rufer. Sean tuvo la oportunidad de ir a casa de Rufer, no vive muy lejos del centro de la ciudad, pero a diferencia de nosotros él vive en una casa junto a su hermano menor. -¡¿Roy?!- Dije sorprendida -¿Su hermano menor se llama Roy?- Sean se asustó por mi reacción -Sí, así se llama ¿no te gusta su nombre?- Sin dudas mi reacción lo confundió muchísimo. -No... No es eso ¿podrías describirlo físicamente?-. Eso no ayudaba a mejorar su confusión, pero lo describió, y encajaba a la perfección con aquel Roy -Sabes, él fue quien trajo el paquete de ms padres, vino a las diez de la noche ¡me sorprendió mucho que alguien tocara a esa hora! pero fue muy agradable conocerlo-. Sean sentía que estaba dentro de un multiverso ¿cómo el mundo podía ser tan pequeño? no podía creer que él fuese quien había traído aquel paquete, también pensó que fue una sorpresa muy agradable. Comentó que su casa es bastante pequeña, así como lo suelen ser las casas de este lado de la ciudad, pero que aún así era muy elegante, destacó que Rufer tenía un computador muy potente y que podría usarlo para jugar juegos, pero que él sólo se dedica a escribir allí. Dijo que la próxima vez que vaya convencerá a Rufer de jugar algo. El hombre dice que no tiene tiempo para jugar, pero parece que está dispuesto a intentarlo por Sean Eso me hizo recordarle que debería traer su computador para acá, pero me dijo que no lo necesita, que podría comprarse uno nuevo. Parece que puede despegarse muy fácilmente de lo material, me sorprende mucho. Me comentó que prefería comprar uno nuevo e instalarlo en el departamento. Me parece perfecto ya que él necesita de un computador -por más que pueda negarlo- aquí sólo tengo mi laptop personal, así que cada que la pide se la presto el tiempo que necesite. Otra cosa que ha pasado es que el día jueves llegó el señor Aiden y a primera hora se presentó en nuestra oficina. Felicitó a Sean por su buen rendimiento durante el viaje y dijo -mientras me veía- que todos deberíamos trabajar de esa manera. Eso me hace recordar un pequeño contraste entre Sean y yo que existe en el trabajo, y es que el jefe solía cargar cargar todo el trabajo extra en mí, pero sus ganas de ascenderlo sólo le han dado un giro a las cosas, ahora Sean ha estado recibiendo especial atención de parte de nuestro jefe y por lo tanto, también un poco de trabajo extra. Esto solo ha generado estrés en él. Se ha estado preocupando demasiado por su trabajo, ha procurado no cometer ningún error en la reacción o cualquier cosa pequeña, pero igualmente no importa mucho si por accidente realiza uno, ya que el jefe igualmente dice que realizó un gran trabajo. Creo que está haciendo todo el esfuerzo posible para convencer a Sean de trabajar a su lado. Por cierto, el viernes en la noche finalmente todos salimos a cenar, le pedí a Rufer que eligiera la temática del restaurante o alguna comida que quisiera probar, me daba mucha curiosidad qué podría escoger. Su elección superó mis expectativas. Eligió un restaurante elegante que se encuentra a media hora del trabajo ¡Meredith se sintió tan feliz por su elección! dijo que estaba sorprendida de que Rufer tuviera tanta clase, todos reaccionamos de buena manera ya que estábamos impactados con su decisión. Al ser un restaurante caro, Sean no se sentía tan feliz de pagar una cuenta de cuatro personas, pero luego Rufer comentó que él sería quien pagaría la cena. Sean no se sentía del todo convencido ya que se supone que él debía pagar por el reto, pero Rufer insistió nuevamente, él estaba dispuesto a pagar la cuenta de todos. En tren pudo haber sido una media hora de trayecto, pero a Meredith no le gusta ese servicio, por lo que llamó a un taxi para que todos viajáramos de manera más cómoda. Gracias a la idea de ella pudimos llegar quince minutos antes de lo esperado. A pesar de haber sido la última hora pico del día, tuvimos suerte de que no hubiera mucho tráfico en la ciudad. Usualmente ese tipo de restaurantes son con reservación por lo concurridos que pueden ser, pero tuvimos una sorpresa y es que Rufer es bastante cercano al dueño del lugar. Parece que estudiaron juntos en la universidad o algo por el estilo, eso sólo nos hizo confirmar que no conocemos a Rufer. Meredith se encontraba fascinada, no podía creer que se encontraba en esa lugar, y mucho menos que fuese cortesía de Rufer, varias veces le agradeció por haberla invitado a aquel lugar. Rufer sólo se limitaba a asentir. Por suerte esta vez el restaurante no estaba tan concurrido, así que había varias mesas vacías, nos sentamos en una gran mesa ubicada cerca de un ostentoso escenario donde se presenta música por las noches, llegamos un poco temprano así que no podríamos disfrutar de ese espectáculo. Sean se iba a sentar a mi lado, pero fui bastante habilidosa al moverme y sentarme en la silla en la que se sentaría Rufer, por lo que a este no le quedó más opción que sentarse al lado de Sean. Por supuesto que se veía muy nervioso, últimamente cada que interactúan ambos suelen verse de esta manera, excepto que Sean puede disimularlo un poco más. Pero ¿qué traen entre manos? Jamás había ido a aquel restaurante así que no sabía qué tipo de comida se ofrecía allí. Pero recibí una gran sorpresa al enterarme de que se trataba de comida molecular. Rufer nos explicó que este es un arte culinario donde se combina el arte con la cocina. Jamás había escuchado de ello, ya que no conozco muchas cosas elegantes, supongo que papá si debe de saber de ello, pero supongo que no se especializa en ello, me gustaría contarle acerca de esta experiencia cuando vuelva a hablar con él. Probamos comidas que ya he tenido la oportunidad de probar, pero su presentación y preparación cambiaron la experiencia por completo. Como por ejemplo, un pescado con puré de zanahoria realizado el método de sous vide o también un mousse de arándanos con helado de vainilla elaborado con hipercongelación. Al finalizar la cena, el amigo de Rufer y dueño del lugar se acercó a nuestra mesa agradeciendo nuestra visita, dijo que espera que visitemos otro día su restaurante y agradeció al moreno por recomendarlo a nosotros. Cuando nos retiramos del restaurante, Meredith no podía parar de hablar de lo feliz que se encontraba por haber tenido aquella experiencia, fue divertido escucharla hablar de ello, pero también estuve atenta a Sean y Rufer, estaban juntos hablando y riendo un poco. Me alegra muchísimo que poco a poco se estén volviendo más cercanos. Cambiando un poco de tema, hablaré del tema más importante de la semana. Iré la semana que viene a casa de mis abuelos ¡Estoy tan emocionada! hablé con mi abuela el fin de semana pasado y me dijo que le parecía bien que me quedara una semana allá. Por supuesto, mi jefe no podía negarme tener vacaciones, así que todo está saliendo a pedí de boca. No sé que pueda esperarme allá, pero estoy segura de que todo saldrá bien. El lunes les conté esto a Meredith y Rufer. Ambos se vieron sorprendidos con la noticia ya que, en primer lugar no suelo hablar de mi vida personal con ellos, y en segundo lugar no esperaban que decidiera tomarme vacaciones, o al menos tan prontamente. Decidí hablar de ello ya que sentí que sería lo correcto notificarles acerca de mi ausencia. No sería bueno desaparecer de repente de la oficina, confío en mi equipo lo suficiente como para contarles aquello. Sean también está muy emocionado por la noticia, aún piensa que si yo no estoy en el departamento entonces él no debe de estar allí, pero ya le aclaré que ahora vivimos juntos, así que el vivirá allí así yo no esté. Aún no termina de asimilarlo, pero pronto lo hará. Pronto tendré la experiencia que tanto he deseado, y mis compañeros me han estado apoyando con ello. Meredith me comentó que le extraña que yo desee ir al campo, y tiene razón. Normalmente no lo haría. Pero deseo tener una experiencia completamente nueva.
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