Capítulo XVI

1717 Words
No hablamos mucho de camino a casa. Permanecimos en silencio en el andén hasta que el tren llegó. La mayor interacción que tuvimos fue Sean señalándome un asiento vacío en el vagón. Se veía muchísimo más relajado dentro del mismo, el aire acondicionado lo ayudó a sentirse mejor. Los veinte minutos de viaje estuvo durmiendo, también consideré dormirme pero temí accidentalmente pasarme de estación. Durante el viaje estuve viendo la ventana, ocasionalmente podía apreciarse uno que otro paisaje, pero la mayor parte del tiempo sólo era un viaje por la oscuridad. Me hubiese gustado hacer algo especial por el regreso de Sean, como ir a comer algo o tomar un café, o quizá realizar alguna actividad diferente juntos, pero él se encontraba muy cansado. Ya habría momento para eso después. Al llegar a mi departamento, inmediatamente me dijo que dormiría unas horas en el sillón, siempre suelo ofrecerle mi cama para dormir -ya que no me molestaría dormir a mí en uno de mis sillones-, pero nunca acepta, siempre duerme en el sillón. Además, comentó que si deseaba podía despertarlo dentro de dos horas, pero no quiero molestarlo, me gustaría que descanse adecuadamente. Necesita recuperar las horas de sueño que perdió gracias al viaje de hoy. Por suerte mi departamento es fresco, aquí jamás sufrimos por el calor. Mientras él descansa yo realizaré otras cosas, o eso me gustaría, porque no se me ocurre que hacer. No suelo tener mucho tiempo libre y cuando lo tengo no sé cómo aprovecharlo. Se siente muy raro. Probablemente yo también necesite dormir. Tuve un buen fin de semana, pero también debo aprovechar este tiempo extra. Lo merezco ¿no? Por supuesto que lo merezco. Así que me dirigí a la cama y cerré los ojos, dispuesta a descansar unas horas, pero algo no me dejaba dormir. Por más cansada que pudiera encontrarme y a pesar de tener un constante sentimiento de caer dormida, simplemente había algo que no lo permitía Así que me dirigí a la cocina, pero el ambiente se sentía muy extraño, mi departamento se veía como siempre, pero simplemente no se sentía como el mismo. El reloj también se sentía extraño, creo que era por el cansancio porque me costaba mucho leer la hora. Me senté en el sillón para tomarme un tiempo de analizar qué hacía que todo se sintiera tan extraño y me costó unos segundos darme cuenta de quizá el aspecto más obvio ahora mismo: Sean, no estaba. Me dio curiosidad en qué habitación podría estar, por lo que emprendí una búsqueda por mi casa para dar con su ubicación. Busqué en los tres espacios que posee este departamento: la sala -que a su vez tiene la cocina-, el baño y mi habitación. Sin embargo, en ninguno estaba. Entonces, comenzó a suceder un detalle extraño, cada que pasaba por una habitación habían unas dos o tres hojas esparcidas por el suelo, pero cada que volvía a pasar la cantidad se iba duplicando. Al inicio iba tomando las hojas pensando que formaban parte de mi trabajo, pero sólo eran copias viejas y sin utilidad. En cierto punto, las tres habitaciones estaban tan llenas de documentos que parecían pequeños almacenes. Causaba una gran sensación de claustrofobia ya que hacía que la habitación se viera cada vez más pequeña. A veces daba la sensación de que las pilas se documentos caerían sobre mí y me sumiría en su oscuridad, con esta idea en mente, decidí salir de mi departamento. Pero las cosas cada vez se sentían aún más diferentes, las luces del pasillo son blancas, pero esta vez eran beige, lo que le daba un aspecto más oscuro al pasillo. ¿Quién podría haberlas cambiado? Me dirigí al ascensor, se encontraba abierto así que marqué planta baja. Por alguna razón las puertas no cerraban, cada vez el ambiente se sentía menos seguro por su extraña soledad, y la situación no mejoraba con un ascensor averiado. Asustada por la posibilidad de que las puertas se cerraran y no volvieran a abrir, decidí salir de ahí y bajar por las escaleras. En todo momento sentía que alguien me seguía, por lo que trataba de bajar lo más rápido posible para que ese algo no pudiera alcanzarme. En el intento -y gracias a mi condición física- terminé rodando por las escaleras, no salí lastimada pero fue un gran susto. La planta baja del edificio era diferente también. El edificio es muy grande, pero se sentía que el espacio cada vez se iba haciendo más pequeño. Planta baja probablemente era del mismo tamaño que mi sala, sin dudas me sentía agobiada. Decidí salir a la calle, era lo único que se veía igual que siempre excepto que no había personas allí, estaba completamente vacía. No pude ver la hora, pero parecía ser mediodía por la posición del sol, una calle vacía en horas pico sin duda es algo que no ves todos los días. A la única persona que pude apreciar era a Aiden cruzando la calle al a distancia. Creo que ni siquiera había notado mi presencia porque no se veía interesado en caminar en dirección a la puerta del edificio. Aún así, me asusté por su presencia y opté por cruzar hacia la panadería. Allí dentro estaba Sean, sentado solo en una silla bebiendo un café y viendo su teléfono. -¡Sean! te estuve buscando- Expresé muy emocionada -¿Por qué te fuiste sin avisar? pudimos venir juntos a la panadería. -¿Mmh?- Contestó viendo en una dirección diferente a donde yo estaba. A su lado tenía un gato, un gato gris como el que tenía mamá. Estaba visitando a Sean en la panadería, él no me había escuchado, pero se había visto atraído por la llegada del gato. Ya no había forma de sentirme más confundida. -Se parece al gato que mamá te mostró en fotos ¿verdad?- Comenté, pero otra vez no tuve respuesta. No me gusta la idea de ser ignorada así que decidí tocar su cuerpo para llamar tu atención. Dirigí mi mano hacia su cabello, pero lo traspasó. Inmediatamente sentí como cada vez me era más difícil respirar. "¿Qué está pasando?" era lo único que pasaba por mi mente. Entonces, se apaga la luz de la panadería, hubo un apagón. Inmediatamente Sean guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón y sale del lugar junto al gato. Me hubiese gustado ir detrás de ellos y saber a dónde podían dirigirse, pero inmediatamente en la puerta de la cafetería se detiene Aiden. -Tenemos que hablar, eres consciente de que tus actitudes no pueden ser permitidas- Reprimió el hombre. -Yo...- ¿Donde está Sean? ¡Sean!- Comencé a llamarlo. Tenía la esperanza de encontrar una forma de salir del local, pero la única vía de escape había sido bloqueada por el jefe. Me hubiese gustado tener la oportunidad de explicarme ante él. -¿Mimi?- Pero parece que había sido un sueño. -Me estabas llamando pero por la forma en la que lo hacías me preocupé, así que vine a ver qué sucedía-. Comentó el muchacho. Me sentía probablemente aún más confundida que en el sueño, él lo notó, así que comentó -Creo que tuviste una pesadilla, te ves bastante confundida Mimi- No sabía qué podía responder, me sentía muy apenada por haberlo estado llamando en la vida real. No sabía que esto podría pasarme alguna vez -y casualmente hoy-. -Lo siento, no te dejo dormir ¿verdad?- Finalmente respondí. -No te preocupes por eso, lo importante es que ya no estás dentro de tu pesadilla- Afirmó un Sean aliviado a la par de adormilado. Tenía muchas dudas, pero ahora mismo no podía poder mis ideas en orden por la mezcla entre sueño y confusión que me otorgó el sueño, así que debía ir poco a poco. -¿Cuánto tiempo estuve dormida?-. -Unas dos horas- Dijo Sean sonriendo. -Sabes, es gracioso porque pensaba que no estaba dormida, la pesadilla fue muy bizarra pero aun así se sentía muy real-. Comenté mientras frotaba mis manos en mi cara, tratando de mantenerme despierta. Aunque cada que cerraba los ojos, sólo venía a mi mente la última escena del sueño. -¿Es en serio? pues debes tener razón por cómo me estabas llamando, Mimi- Qué pena me da que mencione eso. -¿Que tal dormiste, Sean?- Pregunté, es lamentable haberlo despertado con un susto. -No estoy seguro, creo que bien- comentó mientras se rascaba la nuca. -¿Se te olvidó cómo dormiste?-. -Sí, es que vine corriendo- afirmó mientras soltaba una risita. Ya no quiero seguir hablando de ello. -Si deseas puedes continuar durmiendo, Mimi, yo también volveré a dormir ahora mismo- Comentó mientras se tallaba los ojos -me gustaría en serio quedarme hablando contigo pero podría quedarme dormido aquí mismo- añadió. Entonces, se dirigió a la puerta de la habitación, se detuvo en seco y dijo: -Cuando despierte te prometo que haré el almuerzo ¿vale?- entonces, procedió a salir de la habitación, dispuesto a dormir. En momentos como este, agradezco al universo que me haya puesto en la misma oficina que Sean Kim. Oh, cuando ambos terminemos de descansar, me gustaría comentarle acerca de la carta que recibí, de seguro se entusiasmará mucho con la idea de acompañarme a casa. Otro asunto es que creo que no ha notado al búho Owl, sino de seguro hubiera hecho algún comentario al respecto -así de cansado debe de sentirse-. Debo dejar dormir a Sean, no puedo dejar que una pesadilla me gane otra vez. Parece que ahora mismo soy un cúmulo de estrés. ¿Cómo podría solucionarlo? Por los momentos, debo centrarme en el presente, no en las cosas que me han pasado, no en el trabajo que tendré esta semana, debo centrarme en el ahora. Estoy en mi casa junto a Sean, y ahora mismo voy a dormir. Sí, voy a dormir bien. Luego podrán planificarse las actividades que haremos juntos, aunque no necesitan planificarse, a veces las cosas espontáneas suelen ser las más divertidas. Bueno, debo concentrarme y tener un buen sueño. Y hacer lo posible por lo espantarlo otra vez. Si vuelve a pasar, probablemente sienta miedo de dormir aquí. Me da vergüenza pensar en ello, pero debió de ser muy graciosa su expresión al despertar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD