Elizabeth Que ilusa fui en confiar en la palabra del que se decía ser mi amigo, y yo como una tonta le abrí mi corazón al que hoy es mi esposo quién casi deja por el suelo por el simple hecho de querer tomarme la fuerza, estúpida fui, y ahora veme en otra habitación esperando que se pase la horrible noche. A la mañana siguiente voy a la habitación matrimonial que mi padre muy amablemente pago, y solo doy gracias al ver que Liam no se encuentra en ella, bueno es ahora o nunca, tomo todas mis cosas incluido pasaporte y salgo del hotel, la verdad no pienso quedarme ni un solo minuto en la dichosa luna de miel, que más bien parece una luna de terror por lo que Liam intentó hacer conmigo. No fue nada fácil conseguir vuelo a Boston, afortunadamente y con un poco de espera ya no en pocos minu

