El lunes amaneció con el inconfundible sonido de la alarma universitaria a las 6 de la mañana, marcando el inicio del primer día de clases. Los estudiantes se alistaron para desayunar y, al terminar, se congregaron en el patio central para entonar las gloriosas notas de los himnos nacionales de cada país. Con las últimas notas vibrando en el aire, el director, Juan Manuel Bastidas, se dirigió a los estudiantes:
—Estimados estudiantes, ahora que todos los alumnos están aquí, les reitero la bienvenida a esta casa de estudios. Aquí convivirán durante tres años, y espero y tengo fe en que se graduarán con honores. Al final de cada mes, se les otorgará una pequeña beca…
… En sus salones de clases, los profesores guía les tomarán sus datos para abrirles una cuenta bancaria y transferirles el dinero. Este dinero lo podrán usar en los paseos supervisados que organizaremos en autobuses, visitando parques, cines, teatros y otros lugares, donde podrán comprar lo que deseen…
… Además, encontrarán artículos personales en sus habitaciones y sus útiles escolares identificados en sus salones de clases. Les recordamos que en la cantina tienen a su disposición estampillas para que redacten sus cartas a sus familiares, y también contamos con una sala de computación donde pueden enviar correos electrónicos a sus seres queridos y amigos.
El director continuó, detallando la vida diaria en la universidad:
—Anoche, al llegar a sus habitaciones, notaron que ya tenían en sus camas uniformes: camisa azul marino, pantalones de vestir y un par de zapatos cómodos. Esto es lo que usarán durante su estadía aquí en la universidad. Y algo importante: cuando lleguen los fines de semana y salgamos de paseo, tendrán que usar el uniforme, ya que esto significa ante las autoridades que son estudiantes de nuestra institución…
… En estos momentos, al entrar a su salón de clases, encontrarán sus libros, cuadernos, lápices y demás útiles. No duden en avisarnos cuando se les terminen los cuadernos o el material, para reponerles más. La rutina antes de entrar a los salones es presentarse aquí en la plaza central para entonar los himnos nacionales de nuestros países.
Y luego, el detalle crucial que cambiaría la comunicación de todos:
—Aquí en la Universidad de Hamburgo, Alemania, aparte de sus materias, que en su momento les explicarán sus profesores, también aprenderán nuestro idioma. Es una materia obligatoria. En cuanto ingresen a los salones de clases, nuestros profesores les indicarán algunas palabras para que, a partir de mañana, empiecen a decirlas. Verán que, al término de la carrera, serán expertos en hablar nuestro idioma.
El director prosiguió con más actividades extracurriculares:
—Ahora bien, todos los días se harán dramatizaciones de biografías de nuestros héroes y heroínas de nuestro país. También habrá competencias de conocimientos en sus ratos libres, con orientaciones de su profesor guía. Aquellos que deseen participar elaborarán una serie de actuaciones donde demostrarán que pueden lograr sus objetivos y alcanzar sus metas. Con estas rutinas, se les hará una buena observación en sus títulos.
Finalmente, detalló los horarios de comida y el sistema de comedor:
—Otra cosa más: los horarios del desayuno son de 6:30 a 7 de la mañana; el almuerzo es de 12:00 p.m. a 12:30 p.m., y la cena de 6:00 de la tarde a 7:00 de la noche. Aquí en la universidad contamos con un comedor muy grande, dividido en dos partes, una para mil estudiantes y otra para mil, para que no se congestione y pueda fluir con mayor rapidez. Contamos con una gran y excelente cantidad de personal en la cocina para que haga un mejor trabajo y el servicio sea más rápido. Y bueno, compañeros y compañeras: "Viel Glück und willkommen" (que significa "buena suerte y bienvenidos").
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Después de las extensas palabras del director, los profesores guía se dirigieron a sus salones de clases con sus alumnos. En el grupo al que pertenecía Carmen Esmeralda, al entrar al salón, cada uno se ubicó en su lugar, que sería su puesto durante los próximos años. Los estudiantes observaron en sus mesas sus libros, cuadernos y demás implementos de oficina, tal como había prometido el director Juan Manuel, listos para iniciar el desafío de estudiar.
"Guten Morgen, Schülers", resonó la voz del profesor guía, Miguel Díaz. Al ver las caras de confusión, explicó: "Esto significa 'Buenos días, estudiantes'. Se los escribiré en el pizarrón para que, cada vez que entren con cualquier otro docente y salgamos a las salidas escolares, sepan cómo responder, esta y otras palabras más. De eso se encargará un profesor que les dictará la materia de idiomas todos los días, para que puedan defenderse con más fluidez en nuestro idioma, tanto dentro de la institución como fuera de ella", añadió Miguel Díaz, profesor guía del grupo de Carmen Esmeralda.
—Mi nombre es Miguel Díaz y seré su profesor guía durante estos tres años. Cualquier duda, pregunta o inquietud, diríjanse a mí para orientarlos. Si no me quieren hablar en grupo por pena, les digo que aquí perderán la pena y el miedo, porque contamos con un servicio de médicos de todas las especialidades. Si es por otra razón, como algo personal, entonces sí, búsquenme para orientarlos. Ahora bien, cada uno se levantará de su silla y me dirá su nombre, apellido, a qué se dedica en su país, y por qué tomaron la decisión de venir a estudiar a este lugar, a este país fuera de Venezuela, y con qué propósito.
Dicho esto, el primer alumno se levantó de su silla y se presentó:
—Buenos días, mi nombre es Mariangel García, tengo 30 años de edad, soy del estado Guárico. Me dedico a ser enfermera y tengo dos hijos pequeños que están con mi mamá. Soy soltera, y mi propósito de venir a estudiar es para superarme y darles una aún mejor calidad de vida a mis hijos con un buen empleo en esta misma carrera que me encanta. Cuando supe que la darían en otro país y que el Gobierno Nacional nos apoyaba a seguir adelante, no desaproveché la oportunidad de venir a realizar lo que me encanta, que es estudiar trabajo social para ayudar a quien más lo necesita y ser un gran apoyo para mi familia.