Capítulo 2: Long Time, Lost Memories

1222 Words
| Harry | — ¡Neley!—la llame con una sonrisa. Oh, dios. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que no la veía? ¿Tres, cuatro años? No lo sé, pero sigue teniendo ese bonito trasero. Es verdad. Lo que le había dicho esa noche cuando la conocí y lo he llevado conmigo desde entonces es verdad, pasaran los años y seguirá teniendo ese bonito trasero redondo. Amaba ese trasero. Ella no se dio la vuelta, pude ver como se ponía en guardia, echando los hombros hacia atrás, elevando el mentón. Lista para lo que sea. Cuando gira lentamente sobre sus talones, sus ojos whisky aún siguen brillando, su cabello castaño claro cae sobre sus hombros, adoro cuando lo tiene así, rebelde, despeinado como las mañanas en las que despertaba en mi cama. Oh, dios bendito, bendiga esos gloriosos días. Como querría que las cosas entre nosotros pudieran haber terminado en algo bueno, pero mi culpa no tiene registro en el pasado. Todos lo sabían, no iba a ser tan estúpido en dejar a una mujer embarazada, éramos jóvenes idiotas...pero yo fui más idiota al seguir amándola hasta hoy por su traición. Aún no sabía si había tenido a ese niño, no lo sabía. Y no quería saber de ese bastardo. —Hey, Harry. —dijo cortante y con voz ronca. — ¿Cómo has estado? Hace tiempo que no te veo, ¿Cuantos? ¿Dos, tres años?—dejando que las palabras salgan de mi boca sin dejar de mirarla, de arriba hacia abajo, lleve la copa con champagne hacia mis labios y saboreo el sabor. —Cuatro, cuatro años. —dice perdida en algo, perdida detrás de mí. Cuando recordó que debía caer, regreso una afilada mirada hacia mí. —Yo... El sonido de un móvil sonando, no era el mío. Mi móvil no sonado con la música de Doki de Discovery Channel, un rubor suave subió por su cuello llegando a sus mejillas. Me miro por última vez y saco su móvil de un pequeño bolso barato. No había cambiado, nunca lo hacía y nunca lo hará. Era ordinaria. — ¿Ed? Cálmate, amor...n-no, ¿Q-que sucede?...bien, ahora dime ¿Has manipulado de nuevo mi móvil?—ella eleva sus cejas con diversión, ¿Qué tiene diversión? ¿Quién demonios es Ed? ¿Porque amor?—Ya me lo imaginaba, escucha, llegare pronto...no, dios, amor. Lo prometo...Si, lo prometo. Pero me tendrás que esperar en la cama...Te amo, llegare pronto. Y con eso termino la tortura para mis oídos. Demonios, Neley, no era James, ahora era alguien nuevo llamado Ed. Oh, dios, hace cuanto no veía a James, las ganas de destruir ese pequeño rostro redondo en forma de balón de basquetbol, llenaron mi cuerpo. No me había dado cuenta que había vuelto a llamar a otra persona, estaba tan aturdido, que no preste atención a esto. Cuando cuelga y yo vuelvo en sí, dejando los pensamientos oscuros enterrados de nuevo. Oh, Neley, no sabes cuánto te extrañe. Ella eleva la mirada whisky, demonios. Intenta decir algo, abre y cierra la boca. Mira hacia atrás, buscando algo y vuelve a mí. —Adiós. —dice cortante y mirando al suelo. Antes de que pudiera decir algo ella se alejó. Se alejó de nuevo, demonios. El odio había crecido en mí todos estos años, como también había luchado con el amor, parecía un completo marica, en esta posición. Lo hecho; hecho esta. La cosa es que Damian tenía razón y yo había sido el idiota en esta jodida historia. Una historia en la que iba a dejar todo por ella, todo para estar con ella. Me iba a olvidar de mis padres, de todo, pero la verdad es que había sido un completo idiota, un completo imbécil. Mas ahora, siempre lo iba a ser, porque no puedo olvidarme de ella, no puedo...dejar de amarla. Cuando iba a ir tras ella, para...dios, solo para verla de nuevo. Una dulce tortura, era un masoquista cuando se trataba de ella. —Hey, amigo. —llamaron detrás de mí. Me gire con rapidez, era como si estuviera asustado. Luka, se acercó a mí, la bebida casi se derrama de su vaso por la brusquedad de mi giro. —Vendrás con nosotros ¿Verdad? Lo Miré confundido. Luego el recuerdo golpeo mi cabeza. —Oh, sí...hmm, te he traído un regalo. —le digo con una sonrisa guiñando un ojo. Él sonríe forzadamente, algo anda mal. — ¿Q-que su...? — ¿Hablaste con Neley?—pregunta sacando el brazo que había puesto en mi hombro cuando me preguntó si iría con ellos a la fiesta de solteros. No era la despedida, era la fiesta de solteros. —Hmm, si... Me interrumpe. —Amigo, no te acerques a ella. —dice sin rodeo, doy un paso atrás por la ofensa. Nadie me manda, nadie me dice que hacer, ni mi mujer lo hace. Nadie lo hace. Soy dueño de mí mismo, no tengo solución, hombre. —Lo digo de verdad, has sido invitado por mi fiesta de compromiso, no pa... —Hey, tranquilo, hombre. No, esto no es como el pasado, me cortaría las bolas si pensaría en perdonarla. Es una maldita zo... — ¡Hey!—dice frunciendo el ceño y haciendo un paso hacia adelante. —No hables así de ella. No sabes nada, Harry. No tienes ni la menor idea de las cosas, es mejor que tú te quedes callado...—me apunta. —...sabes, será mejor que te quedes. — ¿Hablas en serio? Hombre, no tengo porque quedarme callado, tú sabes lo que hizo ella, Damian tenía toda la jodida razón...tú que eras mi mejor amigo, mi mano derecha ¿Y qué has hecho? Preferiste hacer pacto con el diablo que estar el lado de tu mejor amigo, —Ese es tu maldito problema, no escuchas...la mandaste a la mierda el día que te intento explicar Harry. — ¿Explicar qué? ¿Explicarme como James se la follaba frente a mis ojos, como me humillo? Sí, no lo creo, amigo. — ¿Eso crees? Tú... —Luka, tu madre...—Alex apareció de algún lugar, respiraba con dificultad como Luka también lo hacía, mis fosas nasales tomaban una gran bocanada de aire. Nos mira a los dos, por ultimo deja caer su mirada oscura en Luka. — ¿Que sucede? amor. Luka la tomo de la cintura y la acerca a él. Besa su frente y respira con normalidad, no me había dado cuenta pero sujetaba la copa en mi mano con tanta fuerza que si lo hacía un poco más, tal vez el cristal no resistiría y se quebraría. —Nada, cielo. Descuida, ahí vamos. —volvió la vista a mí. —Mejor, mejor quédate. No dije nada. Cuando dio unos pasos hacia el jardín, se giró. —Oh, ni con un lamento en rodillas podrás tener el alma tranquila. Tendrás que dar tu vida por todo lo que has perdido estos años. —y eso fue lo único que dijo, la respiración era incontrolable, tenía todo mi cuerpo tenso. Me di media vuelta y fui hacia el patio delantero. Tire la copa contra la pared, haciendo que se destruyera en mil pedazos peligrosos. Miré hacia el frente y la vi, maldita sea. Oh, eso nunca iba a ocurrir. Seguía con el imbécil, éramos tal para cual, al parecer le gustaba tener dos a su disposición, pero lo mío era tener varias...pero a ella en lo alto, era un maldito bipolar. La odiaba como la amaba a la vez. Le sonrió a James, mientras subía al coche de él. Eso sobre mi cadáver. La primera vez deje pasar. De esta no se salva James.
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