38 ¿Ahora eres poeta?

359 Words

No mentiré, estaba realmente dolida. Lo de Ayax era increíble, ¿cómo se atrevía? Era horrible para mi autoestima. No podía creer que mi ropa le quedase mejor a él que a mí. Había elegido uno de esos vaqueros holgados que se pusieron de moda en algún momento en los noventa y una de las camisetas que me regalaron por participar en una carrera (fui amenazada con un suspenso en educación física si no iba) y lo había combinado con sus propias zapatillas. —¿Crees que me tienes que proteger?— Ayax se giró hacia mí confuso.— No soy tan tonta, sé que crees que me lo debes, pero no es así.—abrió la boca para decir algo pero lo ignoré y seguí hablando.—No soy una damisela en apuros, puedo cuidar de mí misma, hasta tengo malditos superpoderes. —Lo sé.— admitió con una sonrisa que yo le devolví.—Sé

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD