—Gracias por traerme.— dije antes de cerrar la puerta del coche destartalado de Lúa. —No te preocupes, debes estar agotada.— no sabría decir si Iris se estaba burlando de mí o lo decía en serio. Lo cierto es que sí estaba cansada, pero de muy buen humor. —Vas a gastar un dineral en condones.— por supuesto, Lúa había pasado toda la tarde soltando comentarios de ese estilo. —Adiós, chicas.— sonreí y vi cómo se alejaban. La sonrisa me duró poco, al girarme hacia el hospital recordé que no todo era felicidad en mi vida. Envié un mensaje al grupo de w******p que había hecho con Ayax, Max y Duke; para avisarles de que había ido al hospital y no llegaría a casa para comer. Fui hasta la habitación de la abuela sin ni siquiera anunciar mi llegada, me sentía fatal por haber estado pasándolo bie

