Salí de la habitación y me topé con la madre de John en el pasillo, no quise mirarla ni hablarme, lo que debía excusarme con su hijo ya lo hice y sentí que fue tan malvada desde el segundo uno en que me conoció, así que esta vez pasaría por alto mis excelentísimos modales y nisiquiera me molestaría en despedirme. Que agradezca que gritarle "Bruja sapa" no era algo tan fácil, como sucedía en mis pensamientos.
Busqué con la mirada a Marco, anhelaba poder hablar un poco más con él, pero se había esfumado. Caminé hasta el parqueadero y tomé el teléfono de mi bolsillo para llamarlo, tenía cinco llamadas de Andrea, sin contar los emojis, textos y puntos que me envió por mensajería instantánea. Subí a la camioneta y devolví sus llamada, sentía un nudo en el estómago con cada tono sin contes
