UNA VERDAD A MEDIAS vs UNA COMPLETA MENTIRA

1028 Words
Faltaba  muy poco para el anuncio de compromiso y a partir de ese momento  solo unos  contados meses para la boda real, todo tal cual como siempre lo desee, mi largo vestido de novia color perla, ceñido al cuerpo resaltando mis pronunciados pechos y un velo que seguía mi caminar. Recuerdo que no dejaba de mirarme en el espejo mientras el sastre tomaba más medidas y sus asistentes sujetaban más piedras al corsé, claro que también recuerdo notar un hombre de pie en el umbral de la puerta, quien miraba con recelo el momento que yo estaba viviendo. - Luciano, ese hombre de allí, ¿espera algo? Luciano miró sobre sus gafas anchas, muy de sastre y negó con su cabeza mientras su boca sostenía un alfiler que luego clavó en el vestido, haciendo que me arqueara un poco, por temor a que su puntería fallara y terminará con el alfiler en mi pecho. -¿Me crees si te digo que siento que me mira con recelo? Nuevamente miró por encima de sus lentes para luego reírse un poco. -No seas tonta Antana, ¿no te das cuenta? Lo mire confundida y alce los hombros en señal de incomprensión. -¡mmm!... No, la verdad no me doy cuenta, ¿de que debo darme cuenta? -Antana, ese hombre es gay, tal vez solo está admirando tu vestido, cosa que no me sorprende - Pasó  la mano por su cabello y se meneó un poco- mis diseños son Di Vi Nos - Espaciaba las sílabas para resaltar la palabra. - Luc, ¿lo conoces? -No, pero te lo puedo asegurar. Recuerdo la mirada de ese hombre, su rostro era de tristeza y comencé a imaginar un pasado trágico donde su prometida moría por un accidente y ese era tal vez el dolor que le hacía mirar por largo rato desde el umbral de la puerta, ciertamente su rostro no era de admiración, en su lugar, era una tristeza la que manifestaba a través de sus ojos. Lo se, soy bastante imaginativa. El día del anuncio llegó y en el salón se encontraba toda nuestra familia, todos unidos en pro del venturoso compromiso más esperado del año o de los muchos años de noviazgo.  Pasamos por todas las mesas saludando a nuestros allegados y finalmente M.A me beso y camino hacia el micrófono para dar todo un discurso perfecto sobre almas gemelas y amor, mi HVP estaba saliendo del muelle, estaba partiendo hacia las cálidas aguas de la rutina y la perfección.  Los meses siguientes al anuncio transcurrieron contra reloj y con cada día mis nervios aumentaban por millar, sería tan absolutamente feliz, usaría cada momento de mi vida para amar a este hombre y perfeccionarme a su lado, hasta que la vejez nos tomara en una hermosa cabaña de retiro, disfrutando solo de nuestra compañía y los frutos de nuestra juventud. Lo siento, sé que soy melodramática, pero era eso exactamente lo que yo soñaba a su lado. Días antes de la boda estaba tan agotada que alucinaba con persecuciones y a diario sentía como un par de ojos me seguían por todos lados, fue tal mi nerviosismo que Andrea, la prima de M.A se ofreció a acompañarme día y noche, hasta la noche anterior a mi boda. Y, fue esa noche, que por fin logré ubicar ese par de ojos desgastados y abrumados que acosaban mis días. Terminé mi jornada laboral y tome unos documentos que aún faltaban por firmar, subí todo al auto y me enrute hacia casa de mi padre, donde aún vivía, sin embargo ya a pocos metros de mi destino decidí llamar a M.A para un último " buenas noches" a distancia, él no atendió al teléfono. lo cual me pareció extraño teniendo en cuenta que su última cirugía,  fue muy temprano, ya debía encontrarse en casa, y, ¿si tuvo un accidente y nadie está con él? Tome la espectacular decisión de conducir hasta la clínica, a 10 minutos de donde me encontraba, los 10 minutos más largos de mi vida, donde mi cerebro muy cómodamente recreo todos los escenarios en qué podría encontrar a mi prometido, todos con desenlace final, no estás tan lejos de la realidad, querido cerebro.  Estacione en mi lugar de siempre a las afueras de los privados, e ingrese por la entrada de médicos, tenía las claves de acceso y nadie sería percatado de mi presencia, subí por las escaleras como siempre lo hice y llegue hasta su oficina en el 3 piso, pero antes de entrar una discusión acalorada me detuvo. - No lo tomes así, no entiendes mi posición - No seas la víctima, o ¿me explicas cual es mi posición en este trío? ¿Trio? ¿de que trio hablan? -Ella te vio, ¿lo sabías? Antana piensa que el estrés qué la tiene alucinando, todo por tus persecuciones, dime,  ¿Qué ganas alterándola?, ella es la que  más sufriría con todo esto. -Si, y ¿te conto que pude verla mientras se probaba su hermoso vestido de novia?, y vi la ilusión en sus ojos. Me estas robando ese momento Marco, y créeme que ya esto se te salió de las manos. - Solo espera un poco más ¿quieres? -¿Más? Por favor no seas egoísta, ¿ocho años en secreto son poco? - No es así, tu sabes que te amo... No se si realmente pauso sus palabras o fueron pausadas por un beso, ese beso que se cortó cuando abrí de golpe la puerta del consultorio, solo para encontrarme con una escena de amor que jamás imagine o tal vez no en mi vida... -¿Antana? Un frío recorrió mi cuerpo, un dolor punzó mi estómago y lágrimas involuntarias partieron de mis ojos.  -Marco yo no... no sabi.. no espera… -fue muy poco lo que pude hablar.  Recuerdo tan vivamente como me sentí en ese momento, es cierto cuando les digo que literalmente mi vida se partió en dos.  Y justo ahí,  cuando el compañero de M.A me miró, pude reconocer al hombre del umbral y al par de ojos que me acechaban, por tantos días.
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