Ni tu princesa. Ni tu príncipe.

ENFRENTAMIENTO VS ESCAPADA

Abro y cierro mis ojos para tratar de enfocar la imagen que tengo al frente, siento el cuerpo pesado y solo puedo pronunciar algo entrecortado.

- Agua 

De inmediato veo como una silueta oscura corre de un lado a otro y se aproxima hacia mí con un vaso de agua, reconozco su perfume, es papá. Me esfuerzo un poco para tratar de sentarme, realmente me pesa el cuerpo y se me hace difícil.

-Tranquila hija, no te esfuerces. Se te bajo el azúcar, descansa un poco más.

Claro que fue eso, ahora lo recuerdo, entre mi día lleno de compromisos y la "sorpresita" de la noche, por suerte no estoy en coma.

-Me siento tan débil

-Es normal, es parte del proceso

De repente siento unas ganas de vomitar incontenible que me obligan a levantarme de la cama.

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Iniciando nuevamente mi vida laboral, luego de muchos días de descanso por la tusa y por mi azúcar por fin regreso lozana a mi vida entre planos y obras.

Mi asistente no está hoy así que tendré que arreglarme las sola, creo que al fin de cuentas no es tan buena amiga. Ni yo misma creo lo que digo, esa mujer es una hermana para mí, una hermana que no se ha sentido muy bien últimamente.

Hoy ha sido de esos días en que sientes que el trabajo se te va fácil y te reencuentras con tu profesión, eso que tanto extrañaba, mandar. Y,  claro que mando, mando en las obras, en los diseños y hasta mando a la mierda a un par de obreros que no respetan. Odio cuando los hombres machistas creen que una mujer no puede saber mas que ellos de construcción.

Malditos machistas, que contradicción, por que ojalá marco fuera un poquito mas machista...

Sonrió sola al conectar mis pensamientos.

Recorro por ultima vez el pasillo que conecta con mi oficina, para dejar en ella por fin los últimos detalles de la etapa final del Aqua, nuestro mas grande proyecto y en el cual viviré muy pronto.

A partir de la próxima semana tendré que "mudarme" a esa obra, para estar mas atenta a los detalles finales.

Por fin voy a casa, que raro se siente tanta soledad, por lo general ya estaría en contacto con Marco para cenar o para una "escapada" como el mismo llamaba a nuestros encuentros sexuales.

Que incomodidad todo esto, aunque trato de no pensar en el tema, me surgen tantas dudas ¿Cuándo lo conoció? ¿Donde? ¿Siempre lo supo?

Entro a mi auto y me recuesto sobre el volante, mis lagrimas no dan espera, de verdad odio sentirme incompleta. A veces pienso que no debo darle espera al tema, tal vez hablando con él y aclarando tantas cosas pueda descansar mi pobre y acongojada alma. O, tal vez un trago y sexo con un desconocido me ayuden mas.

Ya esta, lo llamaré

No, no, no. ¿Qué hago?

No importa le reprocharé. Total no lo he echo y me lo merezco. Le sacaré su madre a pasear.

-¿Tany?

Infeliz

- Antana para ti - Le repliqué con toda la rabia que podía

- ¡Oh! Lo siento, de verdad. Antana

Inhalo por mi nariz y se oye la congestión del llanto.

-¿Estas bien Antana? ¿Estas llorando ?

Perfecto ahora soy la loca que llama a acosar a su ex, que ahora es gay.

-No Marco, no estoy nada bien, en absoluto, hace un mes no se que es estar bien, no se quien soy. Estoy tan desubicada que temo perderme en mi misma un día. Y  ¿Sabes que mas?

-Dime... Dime lo que quieras, lo escucharé atento.

Sigue siendo tan malditamente educado y perfecto.

-Te odio Marco, cada parte de ti, cada cabello de tu cabeza, cada trozo de piel, lo odio... Cada momento que vivimos, cada caricia, cada beso, lo odio. Cada día de mi vida que perdí a tu lado, lo odio..

-Lo sé, lo entiendo y lo lamento con todo mi ser, tan solo quisiera decirt...

- No digas nada ¿Quieres? No hables, no respires, ¿puedes morirte? PUEDES DESAPARECER DE LA TIERRA, ESFUMARTE DEL UNIVERSO - Ahora le gritaba sin tratar de controlarme, solo dejando escapar toda la rabia que me gobernaba. 

-Lo siento tanto ¿Puedo decirte algo?

Odio querer escuchar lo que va a decirme...

-Habla...

-No fue preparado y eso te lo juro Tany... Perdón Antana. Nada fue premeditado, no pensé jamás sentirme así. Ojala algún día podamos discutirlo, en otro entorno o por lo menos, cara a cara. 

No lo soporto mas y vuelvo a llorar amargamente, cuelgo el teléfono antes que pueda oírme. 

No se por que pero le creo.

Creo su versión de una historia no planeada, y eso solo me deja con la versión de la historia de amor, la cual reduce mi enojo al mínimo. Y eso, no me agrada.