– Cierto.
Después de aquel petitorio Jade y yo nos pusimos a ver una serie, no supe cuándo, pero nos quedamos dormidas y cuando despertamos todo fue un caos. Revisar los proveedores, vigilar que todo llegara bien y a tiempo, y al mismo tiempo hacer que nuestros cuerpos estuvieran preparados para esta noche no fue fácil.
Decidimos ir a su mansión a prepararnos, esperaba que la fiesta durara lo máximo un par de horas, tenía la pinta de ser ese tipo de fiestas. Fuimos en mi auto hasta su mansión y estuvimos toda la mañana entre idas y vueltas. Al mediodía nos duchamos y decidimos ponernos a arreglarnos. Yo más que nadie sabía la importancia de preparar la piel antes de un evento importante así que me encargué de todo.
Jade me había preparado un hermoso vestido n***o con abertura profunda a los costados. El escote en U realzaría mi busto y sería algo demasiado vulgar si no fuera por la hermosa seda transparente negra que cubría parte del busto y mis brazos hasta mis muñecas, cubrían y no cubrían mis dos tatuajes, una rosa en la parte del antebrazo y una frase en la parte superior izquierda de mi espalda, el vestido iba acompañado con un corsé n***o que hacía realzar mi figura. En verdad era precioso y de mi gusto y también hacia que me viera hermosa.
Como Jade me había regalado el vestido, yo le regalaría el cuidado de la piel junto al maquillaje y peinado gratis. Le prometí que esa noche, las dos seríamos las mujeres más hermosas de la fiesta y modestia aparte, cumplí con mi cometido.
Ahora que veía a Jade con el look completo, debía decir que estaba orgullosa de mi trabajo. El vestido que ella había elegido era un vestido sirena color rojo vino con tirantes y corte corazón. De sus muñecas colgaba una esclava dorada en cada una, de su cuello un collar con un dije de corazón dorado y en sus orejas un par de aretes dorados redondos y pequeños. Sus brazos estaban desnudos solo por un pequeño tatuaje de una luna en cuarto creciente a la altura de su hombro derecho y del que no me había dado cuenta.
Sus rulos fueron un desafío, pero lo pude hacer. Quería aprovechar lo hermoso que era su cabello con rulos. Partí su cabello en el medio y alise los mechones de adelante y los puse detrás de las orejas con ganchillos, me aseguré de que esa parte se viera sin ningún cabello salido. Lo demás fue pan comido, solo realcé los rulos y me aseguré que se quedara así. Para el maquillaje usé tonos nude terrosos para los ojos, un pequeño cutcrease realzando la cuenca del ojo con un marrón bajito y en el párpado móvil solo usé el mismo tono que su color de piel, contorno, rubor, el delineado tipo línea de gato, no era necesario usar pestañas postizas en ella porque ya sus pestañas eran largas y abundantes, solo un poco de rímel y finalmente para los labios un rojo vino que combinaba con el vestido.
– Cuando Ryan te vea se va a correr en sus pantalones por la impresión. Estas para matar, mujer.
– Abi yo…no sabía que podía verme así…
Jade se miró sorprendida, al parecer no podía creer a la mujer que veía frente al espejo de cuerpo entero. Me parecía raro que no se viera como yo la veía, una mujer hermosa capaz de conquistar el mundo.
Aunque la entendía porque yo tampoco podía creer la mujer que estaba frente a mí. una cosa era verme con el vestido, pero con mi maquillaje, la combinación era hermosa. Me había hecho un ahumado en los ojos con un cutcrease en tono plateado, como tenía el párpado encapotado no podía usar el mismo delineado de Jade así que usé mi siempre confiable delineado de murciélago. Y de labios un tono nude era lo elegido.
Para el peinado me hice un semi recogido, no me sentía cómoda con el recogido completo por lo que lo puse todo a un costado, al lado donde estaba mi flequillo y lo dejé caer a mi hombro derecho. Mi cabello ahora estaba de un morado hermoso. Si bien con el maquillaje me medí optando por uno “normal” con mi peinado y color nadie se iba a meter. No iba a cambiármelo por nadie, ni por la fiesta que iba a durar un par de horas. El mismo vestido no necesitaba muchos accesorios y tampoco era una mujer de accesorios. Con solo un par de aretes plateados y ya me tenía por bien servida.
– ¿A qué hora dices que va a venir tu marido con su jefe?
– Ya está en camino.
Al parecer su esposo no pudo llegar a casa y se tuvo que quedar en la casa de su jefe, que por cierto es su mejor amigo también, así que conocería al esposo de mi amiga y al líder del pueblo al mismo tiempo. Estaba algo nerviosa porque prácticamente esta fiesta era mi presentación a la sociedad de este pueblo y tenía miedo de dar una mala impresión, también estaba el hecho que me arrugaran la nariz si me veían por mi forma de actuar o vestir. A veces incluso el color de cabello diferente significaba que te aíslen porque no eras como ellos.
Jade tomó mis manos, y las presionó, cuando miré sus ojos supe que me estaba animando. Por Dios, en estas pocas semanas pude conectar tanto con esa mujer y me dio miedo, pero luego estuve muy agradecida y entendí la carta de mi madre. Tenía la esperanza que aquí podría echar raíces al fin.
– ¿Vamos? Los invitados ya están llegando.
Tras un asentimiento nervioso, salimos de la habitación que estuvimos usando para arreglarnos. Era momento de dar la cara.