BENJAMIN
– ¿¡Me puedes decir qué le acabas de decir a Abi que se fue corriendo asustada y a punto de llorar!?
Una Jade furiosa se cernía sobre mí. Yo era el alfa, técnicamente su superior, pero en ese momento no estaba con cabeza para corregir su comportamiento. Apenas salí de esa habitación Jade vino a mí para echarme en cara algo que yo ya lo estaba haciendo. Vi su rostro, el dolor escrito en él y eso me hizo mierda. Y ahora estábamos en mi casa, dejando que la mujer de mi beta me regañara, pero mi cabeza estaba en otro lugar.
Ella se mostraba tan segura, tan libre, tan…ella, no pensé que mis palabras le harían tanto daño.
¡ESO ES! ¡NO PENSASTE UNA MIERDA! ¡TE ATREVISTE A DAÑAR A NUESTRA COMPAÑERA!
Desde que había dicho esas palabras Hades me estaba haciendo las cosas difíciles. Retumbaba en mi cabeza y ya sentía venir un dolor de cabeza.
– ¿Me estas escuchando, Benjamín Black?
Miré a una Jade molesta y luego miré a Ryan quien no decía nada. Supuse que mi beta no había dicho nada porque Jade seguía siendo tan amorosa con él.
– Es mi compañera, Abigail…es mi compañera.
No sé por qué solté esa información, era algo que tenía planeado mantener para mí. Jade guardó silencio por unos segundos, miró mi rostro y luego giró a su compañero quien movió la cabeza en asentimiento, volvió su rostro hacia mí con la confusión y el asombro escrito en su rostro.
– Entonces ¿por qué la tratas así? Ben, ella es tu otra mitad, deberías agradecerle a diosa por ese regalo y tratarla como se merece.
– No entiendes, Jade. Yo ya elegí a mi pareja. Por eso fuimos a Santa Bárbara, pronto se llevará a cabo la fiesta de compromiso entre la hija del alfa de Santa Bárbara y yo.
El entendimiento y el horror cubrió sus facciones. Abrió la boca y la volvió a cerrar varias veces.
– ¿Qué? Ben ¿te das cuenta que esa mujer es solo una trepadora que finge ser una niña buena para conseguir cosas, es manipuladora, egoísta ¡es la peor candidata para Luna! Y, por otra parte, te estás engañando a ti mismo Ben, ella no te va a llenar tanto como tu pareja destinada. Cuando encuentras a tu otra mitad no te faltará nada más, te sentirás completo. Míranos a nosotros dos, felices y completos.
Un bufido salió de mi boca haciendo que Ryan se tensara. Sabía que esto me hacía un cabrón ¿debería decirle ahora que su compañero no estaba tan completo como ella creía? Tal vez ¿más tarde eso me estallaría a mí también por esconder algo que Jade debí saber? Claro que sí, sabía que eso arruinaría mi amistad con ella, pero ahora estaba centrado en Abigail, en esos ojos llenos de dolor. Sobé mi pecho, como si eso hiciera que el dolor en mi corazón se fuera.
– Eso de las parejas destinadas no existe, Jade. Tarde o temprano todos engañan a todos. Deberías replantear tu fe ciega en la diosa. Además, yo no necesito una mestiza sin educación, necesito una Luna que sea educada, inteligente, que sepa actuar cuando deba y que brinde estabilidad a mi manada, y Delilah coincide con esa descripción.
¡ESTAS MUY EQUIVOCADO SI CREES QUE YO VOY A ACEPTAR A ESA PERRA! ¡LA ÚNICA PARA MI ES MI COMPAÑERA! TE ADVIERTO QUE, SI TE ATREVES A HACERLO, MÁS TE VALE NO DORMIR PORQUE EN CUANTO PUEDA TOMARÉ EL CONTROL Y LA MATARÉ ¿ENTIENDES?
Un frío recorrió mi espalda, era la primera vez que Hades hacía ese tipo de amenaza y yo le creí. Hades no hablaba sin razón, él no mentía, no escondía sus emociones. Genial. Otra cosa para preocuparme, mi contraparte animal traicionándome. Como pude cerré el contacto con mi lobo y me centré en Jade quien me miraba como si recién me viera por primera vez.
– Ben…lo que pasó con tus padres no es tu culpa, tu eras solo un niño, no…
– Basta, beta, llévate a tu compañera y más te vale hablar con ella.
Parece que Ryan entendió lo que le quise decir porque asintió con rigidez, se notaba claramente el hundimiento en sus hombros. Ryan claramente no contaba con tiempo, el compromiso se llevaría a cabo en unas semanas más y como familiar de mi futura Luna, era muy posible que Lilith también viniera y mi beta lo tendría complicado.
– Ah, por cierto. Será mejor que tú y tu pareja hablen con la hija de Alice para que les de el sello Gamma, lo quiero para antes de la semana que viene.
Jade me miró como si quisiera matarme, pero solo asintió con la cabeza y se fue.
Me quedé sentado en mi oficina, recordando lo bien que se había sentido Abigail en mis brazos, suave en los lugares correctos. Esos labios suaves que deseaba morder, su sabor a fresas y crema me volvió loco. Esos pezones duros y disponibles para ser apretados. Ese culo delicioso, lo presioné con tantas ganas que me imaginé dándole un par de azotes.
Juro que si no hubiesen tocado la puerta yo habría roto esa broma de leggins y me la hubiera follado duro y rápido, reclamándola. Y luego me la habría llevado a mi casa para follarla lento y suave. Aun me envolvía el olor de su dulce almizcle.
Me recosté en mi asiento, saqué mi polla aun dura y cerré los ojos. Desde que la conocí este era un estado constante. Masturbarme nunca había estado en mi lista de cosas por hacer, siempre tuve un buen coño dispuesto y sin compromiso para desahogarme, pero ahora solo me apetecía un coño en específico. Me la imaginé volteándola contra la pared, elevando su delicioso culo hacia mí.
Mientras mi mano se movía arriba y abajo alrededor de mi polla, me la imaginé bajando sus leggins, ¿cómo sería su piel ahí? ¿sería tan suave y blanca como yo pensaba? De todas formas, en mi mente su culo era una imagen para ser venerado, pero ahora tenía la urgencia de meterme en su interior. Acaricié con mi polla su entrada húmeda y me metí en ella. Mierda, en mi imaginación ella estaba apretada y caliente. Me la follé, duro y rápido, la vista de su culo chocando contra mi polla era magnífica. Subí y bajé mi mano mientras imaginaba los gemidos que Abigail soltaría, sería como un canto de ángeles, se sentiría correcto y delicioso. Apresuré mi mano al mismo tiempo que en mi imaginación apresuraba mis estocadas en su interior. ¿apretaría mi polla como en mi imaginación? Joder, estaba cerca, muy cerca. En mi imaginación Abigail me pedía más y yo se lo daba, en mi imaginación ella me presionaba tan deliciosamente que su coño parecía no querer soltarme, en mi imaginación ella se corría y yo me corría junto con ella, llenando su interior con mi semen, en mi imaginación la llamaba mía y la reclamaba. En mi imaginación ella me sonreía y me miraba con mucho amor, eso era en mi imaginación.
Al abrir los ojos la realidad me golpeó, en la realidad estaba en mi fría oficina, en la realidad mi mano estaba sobre mi polla ahora flácida, en la realidad no había llenado ningún coño, mi semen se había caído por mis pantalones, en la realidad el sentimiento de vacío llenó mis pulmones impidiendo que pudiera respirar, en la realidad ella no estaba conmigo ni me miraba con amor, en la realidad le había hecho daño.
Y de repente pensé en que tal vez me pasé, por un momento pensé ¿Qué mierda importa si la reclamo y la hago mía? ¿debería romper el acuerdo de compromiso? La única manera de romper con un acuerdo así era si alguna parte había encontrado a su pareja destinada así que técnicamente no habría daños por eso, ella me haría fuerte, me calentaría la cama y me daría cachorros, pero ella era mestiza. Yo necesitaba que mis cachorros fueran de sangre pura ¿nacería algún así? Mientras me limpiaba mi mente pensaba y calculaba.
Como alfa no podía dejarme llevar solo por el deseo, tenía que pensar en muchas cosas más, el cuento de las almas gemelas no existía para mí y no era por lo que vi en mi infancia.
“Ben…lo que pasó con tus padres no es tu culpa, tu eras solo un niño”
Me tensé al recordar. Sí, la equivocación de mis padres no tenía nada que ver conmigo, mi padre decidió traer a otra mujer a la casa quitándole la importancia a mi madre, su Luna, lo que causó inestabilidad en la manada y en nuestra familia. Yo no sería como él, yo lo tenía todo calculado, todo pensado. Si bien la llegada de mi pareja destinada fue en un momento imprevisto, lo tomaría de la mejor manera. Hablaría con Delilah, ella seguro entendería, y luego hablaría con Abigail, conociéndola seguro me daría pelea, pero como mi pareja destinada ella no podría resistirse, sí. Delilah sería la Luna en nombre y luego tendría a Abigail para mí. Hablaría con ellas y todo estaría bien. Me aseguraría de eso.