La Niñera

La Noche Que Lo Conocí.

-Mila regresaré en unas horas, puedes mensajearme en caso de una emergencia.

-Claro Carol, no te preocupes todo estará bajo control.

La señorita Carol saldría a cenar así que aquel viernes trabajaría hasta tarde o al parecer todo indicaba eso, el pequeño no tardó en dormirse debido a que había tenido un día agotador, paso toda la tarde jugando después de haber hecho sus deberes, a pesar de que no me gustaban los niños, él era bastante bien portado y eso me agradaba.

Mientras el pequeño dormía en su habitación yo me encontraba preparando unos snacks y una noche de películas, era alrededor de la media noche y a pesar de la hora la señorita Carol aun no regresaba a casa.

Reproduci "Halloween" en el televisor las películas de John Carpenter eran perfectas para una noche de fin de semana cuando unas luces las cuales provenían del exterior me cegaron totalmente, con dificultad me incorpore para echar un vistazo por la ventana pero no podía apreciar absolutamente nada, abrí la puerta con sumo cuidado y la atravesé.

Camine hacia la luz, lo único que podía visualizar era una silueta entre ella y dicha imagen me provocó un escalofrío, estaba viendo una película de horror ¿que pueden esperar? me detuve en seco cuando finalmente llegué a el lugar y me percaté de lo que sucedía.

Yo conocía a ese tipo, no en realidad pero estaba totalmente segura de quién se trataba, su mirada subió y bajó inspeccionandome y por un momento me sentí intimidada, era el mismo Dylan Bellucci.. diseñador, atleta , una de las celebridades más famosas de Italia y del deporte pero ¿qué hacía en ese lugar?.

-¿Quién eres tu?-me cuestiono con un tono autoritario.

-¿Disculpe? Qué haces tú aquí está es una propiedad privada, le tengo que pedir que se retire.

-Te hice una pregunta.

-Te di una orden-respondí y él alzó las cejas.

-¿Acaso sabes quien soy?

-¿Acaso crees que me importa? por supuesto que se quien eres.

-¿Dónde está Caroline?

-Ella salió hace unas horas ¿Cómo entraste?

-Puedo entrar cuando sea y como sea-respondió y me pasó de largo después de apagar el motor de su auto.

-¿A donde crees que vas?-lo seguí y él se detuvo en seco a medio camino y se giró.

-Mira como te llames, no puedes  salir de la nada para impedirme hacer esto.

-Si puedo porque estoy encargada por ahora y la seguridad del pequeño me corresponde.

El enarco una ceja cuando escucho lo que le dije.

-¿Quien eres?

-Me llamo Milena y soy la niñera del hijo de la señorita Carol.

El rostro de Dylan cambió a una especie de expresión asombrada y molesta, miró alrededor tratando de evitar mi mirada como si estuviera tratando de contener una especie de rabieta.

-¿Desde cuando eres niñera de Dylan Jr?

-Tengo alrededor de casi 2 meses-él no respondió.

-¿Están solos ahora?

-¡¿Porque haces tantas preguntas?!

-Esta es mi residencia y él es mi hijo, acompáñame -me respondió y sin responderle lo seguí hasta la puerta principal.

Atravesamos la puerta y se dirigió hacia la sala de estar en la cual seguía la película y los snacks que yo había preparado.

-¿Así es como trabajas?

-¡Él está dormido!-respondí enojada.

-¡No uses ese tono conmigo, regreso de Italia y esto es lo que me encuentro, a una adolescente la cual cree tener derecho sobre mi!

-Tengo 22 años y para tu maldita información, yo he sido quien ha cuidado a tu hijo mientras tú no estabas aquí-respondí.

La situación se había tensado, el tipo era un pesado y un imbécil ¿que diablos le pasaba? Sabía que los medios de comunicación lo encasillaron de arrogante y egocéntrico pero aquello era demasiado, tomé todas mis pertenencias y sin decirle otra sola palabra salí por la puerta principal.

-¿Milena a donde vas?-me gritó una voz conocida cuando caminaba por el jardín hacia la salida, era Carol me detuve frente a ella.

-Disculpa Carol pero Dylan Bellucci o quien sea que se crea ese tipo está esperando dentro de la residencia, tuvimos un altercado y no lo pude soportar.

-No te preocupes, yo me encargo de él-respondió y me indicó que regresará al día siguiente como era lo usual.

La mañana siguiente el chofer no pasó a casa por mi así que no me preocupe por ir yo misma hacia allá, tal vez él la había convencido de que no regresará o algo por el estilo pero me precipite porque el claxon eufórico de un automóvil sonó fuera de casa, era Carol y su chofer, me hizo una seña cuando se percató de que observaba por la ventana.

-Buenos dias ¿Que sucede?

-Milena vamos, debes regresar.

-Disculpa Carol pero si se trata de lidiar con el bueno la verdad es que yo..

-No te preocupes más, ese asunto ya está arreglado.

Dicho esto me subí en el auto y juntas nos dirigimos hacia la residencia.