Viaje entre amigos

1328 Words
-¡Chicos esto es fantástico! -Dijo Sean nada más entrar en la casa de verano a la que solía ir con mis padres. -Uff estoy reventado. -Liam se tiró en medio del sofá agotado después de tanto conducir. -¿Qué comemos? -Preguntó Carry. -Pizza ¿no? -Pregunté encogiéndome de hombros. -De eso nada. -Dijo Vee. -Después de todo el helado de ayer. No pienso seguir comiendo porquerías. -Pues a menos que cocines tú... -Mañana. -Dijo tumbándose también en el sofá. -Vale y ¿Dónde dormimos? -Dijo Sean de un salto, ese chico tenía mucha energía. -La primera es para los chicos. La segunda para Carry y Vee y la del fondo es la mía. -Me parece bien. -Dijo Liam distraído con el móvil. -Aún es pronto... ¿Quién se viene a la playa conmigo? -Propuso Sean de repente. -¡Yo! -Dijo Vee saltando del sofá y abriendo su maleta para coger el bañador. -Yo también. -Dijo Carry. -¿Liam vienes? -¿Qué dices? Después de llevaros hasta aquí. Mejor mañana. -¿Tú Dana? -Yo no, tengo que organizar algunas cosas por aquí. -Sean me miró. Luego miró a Liam y luego a mí, como si intentara saber qué pensamos. -¿Qué os pasa a los dos? -Nada. -Dije sonriendo. Creo que había parecido una sonrisa un pelín falsa. -Nada Sean, nada ¿Por qué según tú nos pasa algo? -Le contestó Liam, Sean le miró con desconfianza. -De acuerdo, os interrogaré más tarde. Pero sólo porque el agua me está llamando. -Y salió con las chicas a bañarse. Liam me miró con cara de soslayo cuando se fueron. -¿Qué? Nunca había tenido que hacer esto ¿Alguna vez en tu grupo de amigos ha habido una pareja? -Sí. Pero todos lo sabíamos, los vimos liándose. Esto es más... -Incómodo. -Él suspiró, ninguno sabía cómo dar la noticia. -Sea como sea, Sean ya se lo habrá imaginado. Y las chicas nos apoyarán. Pero es que... -Liam se levantó y me abrazó por la cintura y comenzó a besarme en el cuello. -¿Qué? ¿Es que no me quieres? -Claro que sí, tonto. -Me di la vuelta y comencé a besarle. Eso de tener que actuar como amigos cuando éramos pareja era agotador. A la mierda. Lo deseaba. Apegué mi cadera a la suya mientras enredaba mis manos en su pelo. Cuando su mano bajó hasta mi trasero, enrollé mis piernas de un salto a su cintura cayendo los dos en el sofá. -Te veo nerviosa cariño. -Será el calor de aquí. -Bromeé. Entonces comenzó a besarme en los labios, mordiéndolos. Metí mi lengua hasta al fondo, mientras metía mis manos por debajo de su camiseta. -Espera. -Se quitó la camiseta, no pude evitar ruborizarme mientras acariciaba su pecho. Comencé a besarlo desde su abdomen formando una línea hasta su cuello, sacándole un gemido. Su boca volvió a buscar la mía pero me puse de pie para quitarme la camiseta de tirantes enseñándole el bikini que llevaba por debajo. -¿Te gusta? -Dije riendo mientras miraba su cara embobada y sonrojada. -Sí, pero quiero verlo entero. -Y me bajó los shorts descubriendo mi tanga. -¿Y bien? -Tienes las piernas de una diosa mi amor. -Dijo subiendo sus manos desde las rodillas a los muslos. Sonreí colocando sus brazos en torno a mi cadera y me senté encima de él. Él bajó las manos entendiendo el mensaje y comenzó a acariciarme el trasero. Yo gemía cuando comenzó a pellizcarlo con fuerza. Mi centro se iba apegando cada vez más al duro bulto de sus pantalones. -Me encanta sentirte así de mojada. -Miré hacia abajo, el tanga se me había metido hacia dentro y mi flujo comenzaba a manchar sus pantalones sin darme cuenta por el sudor que resbalaba por mi espalda. Pero no quería separarme de él por nada del mundo. -Tranquila gatita. -Dijo con voz ronca adivinando mis pensamientos. Me besó por encima de mis pechos. -No voy a empezar hasta que tú me lo pidas. -L-Liam... -Apenas podía articular palabra, sus besos me llevaban al éxtasis. -¿Sí? -Sonrió divertido. -Por favor... Hazlo... Hazlo ya... -En ese caso... -Mientras me besaba él se iba quitando los pantalones como le pedí, pero también se quitó los boxers liberando su erección. Un escalofrío recorrió mi espalda, aquello iba en serio. -Dios. -Hey, te noto nerviosa. -Es que nunca... Yo nunca he... -Oh. -Entonces se separó un poco pero no dejó de besarme. -¿Y qué tal si vamos a un sitio más cómodo? -Sí... -Entonces me cogió de los muslos apegándolos hacia él, no pude evitar un gritito de sorpresa. -¿Y cuál de todas era la habitación del amor? -Reí. -La del fondo. -Dije sonrojada. Apegó su cuerpo más hacia mí para poder liberar una mano y abrir la puerta. -Me encanta que la cama sea tan grande. -Dijo volviendo a besarme con lengua. Ahora mis manos acariciaban su espalda algo húmeda. Entonces me soltó y caí de rebote encima de la cama. -¡Liam! -Dije pareciendo molesta, él rió divertido y se colocó encima de mí. Entonces tiró de la cuerda de mi sujetador que cayó fácilmente. Inmediatamente mis mejillas se encendieron y mis manos intentaron interponerse entre las suyas. El cogió mis manos apartándolas suavemente, sus manos subieron por mis brazos hasta acariciar mis pechos al descubierto. Me quejé cuando las apretó con fuerza, me dolían un poco pero cuando su lengua lamió todo mi pezón me estremecí de placer. Los chupó como si se tratara de un bebé, mi mano bajó hasta su m*****o y él se apartó de mis pechos jadeando. -¿Quieres... Probarlo? -Sí... -Él se tumbó de espaldas y yo me senté aún con las piernas abiertas y acerqué mis labios a la punta. Él echó su cabeza hacia atrás cuando comencé a meterla más adentro, chupándolo y succionando, nunca lo había visto así de excitado. Cuando sentí que no podría aguantar más retiré la boca, él gruñó contrariado. -No... -Entonces me empujó hacia atrás con sus labios hasta quedar completamente tumbada. Ya sólo quedaba mi tanga entre nosotros, tiró de la cuerda y la bajó mostrando un hilillo de flujo mostrando que estaba más que bien lubricada. Él se relamió los labios y pasó su lengua por toda la zona. Nunca había sentido tanto placer, sentía que iba a llegar al final sólo con que me metiera la lengua. -¡Ah! Liam... por favor... -Dime preciosa. -Quiero... que me folles. -Él rió. -Como deseaba que lo dijeras... -Entonces se puso encima otra vez y se fue introduciendo dentro de mí, poco a poco. Lo notaba caliente y muy duro, yo no podía soportar tanto dentro. Grité cuando sentí que algo en mí se abría, pero me gustaba. -¡AH! ¡Liam! ¡AAAH! ¡SÍ! ¡MÁS! -Me aprietas... Ah. -Entonces comenzó a moverse por dentro, sacándola y metiéndola cada vez con más velocidad. Haciendo que sólo se oyera como un chapoteo y el rechinar de la cama. Me sujetó de la cintura y sus estocadas se volvieron más profundas. -¡Ya... No puedo... ! -¡Me vengo...! -Entonces sentí que algo líquido y caliente me llenaba. Nos quedamos un rato así, mientras me estremecía de lo placentero que había sido, y él se movía un poco dejando sus últimas gotas dentro. Finalmente la sacó poco a poco sacándonos un gemido a ambos, se echó a un lado jadeando. Cuando cerré mis piernas sentí una quemazón por dentro. Gemí dolorida, me pasé la mano alrededor de mi cadera, y apreté los ojos ¿Quién me mandaba a pedir más en mi primera vez? -¿Estás... Bien? -Me... Duele... -Él me abrazó y acarició mi cabeza, una sensación de cansancio y sueño comenzaron a invadirme. Me pasó la sábana por encima y me quedé dormida encima de su pecho abrazados.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD