—Sí. ¿No lo sabías? —El médico parecía sorprendido ante la reacción de Fernando —Por supuesto, olvídalo, es todo esto verla embarazada me hace olvidar todo lo demás —Me alegró que todo marche bien, iré a firmar el alta para que puedan volver a casa y daré otras instrucciones para el reposo que necesita —Fernando asintió, deseando entrar a la habitación, había tantas cosas que preguntar y otras tantas por las que pedir perdón. Acaricio su cabello con frustración, su deseo de ser padre lo había llevado a decidirse por alquilar un vientre, nunca imagino que le cambiaría la vida a una mujer como Cristina. Camino a paso lento, abrió la puerta sus ojos se posaron sobre los de ella, que esperaba por él. —¿Todo bien? —preguntó mientras se incorporaba para sentarse y apoyaba su espada contra