La Esper en la Nación de Invierno

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La Intensidad del Vínculo

En el curso normal de los metahumanos en la comunidad de la Cúpula, al cumplir quince años, cada uno es pareado con su tipo opuesto y si se lograba la compatibilidad adecuada, se comenzaba con el entrenamiento de tres meses donde convivían y entrenaban juntos hasta que el esper alcanzaba en el nivel noventa convirtiéndose en un esper llamado fénix. Conocía a varios esper que, una vez que lograban el nivel 90 y se les ponía el implante, cortaban el vínculo y otros, como el mismo, mantenían el vínculo con sus compañeros ya que los sentimientos superaron al SICOM, convirtiéndose en pareja de por vida.

La intensidad de lo que sentía, era demasiado. Dios, con Lea jamás tuvo esta necesidad de contacto como la que estaba sintiendo con Wen, ni siquiera cuando fueron pareados a los quince años ¿Cuál era el nivel de compatibilidad? Cuánto necesitaba su brazalete ahora, Selene podría hacer correr la evaluación de compatibilidad para confirmar lo que estaba pensando. Con Lea tenían una compatibilidad de 40%. Era el mínimo para iniciar el proceso de entrenamiento y vinculación si no se producía rechazo.

La joven delante de él mantenía los ojos cerrados totalmente absorta en si misma y en lo que sentía.

- Wen - repitió apoyando la cabeza en su hombro embobado por la energía de la mujer rodeándolo, haciéndole sentir como en casa. Seguro y en paz. Esto era el vínculo SICOM. Si él se sentía así ahora, sin saber el nivel de compatibilidad, cómo se sentiría la guía Allen con el esper SS compartiendo un nivel de 185% - ¿Estás bien? – le preguntó junto a su cuello disfrutando el aroma que desprendía su piel.

- ¿Puedes quedarte así un poco más? - le preguntó Wen casi en una súplica - No sé si esto es el toque del guía o me drogaste, pero déjame estar así un momento.

- Te guie para calmarte. - murmuró aferrándola más cerca - Me alegro de que te sientas mejor.

- Gracias. - le dijo con una sonrisa - De verdad.

- No hay problema. - dijo sincronizando sus latidos a los de ella, relajándola. La cadena que la retenía como rastreador todavía estaba activa.

Se sintió culpable de ocultar el vínculo y de que ella estuviera conectándose a él sin saberlo, rodeándolo con su energía de manera instintiva. Era poderosa, lo sabía, pero percibir ese poder cubriéndolo y protegiéndolo era muy sensual. Lo mantendría en secreto por el momento. No estaba seguro de que decisión tomar. Tenía sentimientos encontrados y tenía miedo. Miedo de las emociones, miedo de traicionar a su primera compañera, miedo de querer vivir otra vez…Aunque sólo fuera por los tres meses que duraría el entrenamiento antes de que la esper tuviese el implante si el consejo lo autorizara, aunque fuera una renegada - ¿Qué estás sintiendo? - le preguntó en un intento de saber si era consciente de lo que estaba pasando. Una parte de él estaba agradecida de que no hubiera sido guiada antes por lo que no tenía puntos de referencia para diferenciar la intensidad.

- Calor, pero no de fuego, si no el que te da el sol cuando ilumina tu rostro en primavera. - le dijo con suavidad después de un momento - Como si estuviera envuelta en una nube, calma, mis poderes están estables, sin esfuerzo. Cómo si no tuviese que estar consciente de ellos para controlarlos. - dudó antes de continuar hablando.

- Sigue - la instó Björn - Lo que sientes es Normal durante el toque.

- Te percibo a ti… - su voz sonó baja, pero el joven la escuchó.

- ¿Qué percibes? - le preguntó moviéndose para ocultar el estremecimiento de su cuerpo al escucharla.

- Tu cuerpo, tu energía rodeándome, curiosidad, asombro, miedo… Tienes miedo.

- Eso es verdad - le dijo con honestidad.

Si mentía mientras la estaba guiando podría haber un rebote o un rechazo en alguno de los dos.

- ¿Qué quieres hacer? - le preguntó.

- Protegerte. - contestó sin dudar - Es cómo si todo me llamara a protegerte y cuidarte. Que no sientas miedo o dolor. Que estés a salvo. Siento que, si no lo hago, moriré. Cómo si hubiese nacido para hacer eso.

Björn no tuvo duda alguna de la conexión al escucharla. Para un esper vinculado, debido a la relación directa entre sus emociones y sus habilidades, una vez que era consciente del bienestar que le producía la cercanía con su guía, este se volvía su fortaleza y su mayor debilidad.

Si el guía era fuerte para estabilizar sus poderes, lo hacía más eficiente y eficaz desarrollando todo su potencial. Es por eso por lo que sólo con un guía, el esper podía alcanzar el nivel fénix y podía vivir de manera autónoma utilizando los recuerdos incorporados en el implante. Si el guía moría antes de que el esper recibiera el implante éste podía convertirse en un renegado o permanecer en las instalaciones de la Cúpula con un collar de limitación o utilizando a guías temporales con los que tuvieran una compatibilidad superior al 30%, pero el desgaste era alto a causa del rechazo a las habilidades de un guía con el que no estaban vinculados.

El guía tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para soltarla y retroceder un paso diluyendo la barrera de energía hasta que Wen se giró para mirarlo. Estaba con las mejillas sonrojadas, con la mirada brillante y dejó al hombre sin palabras. Con el paisaje a su espalda era una imagen que no olvidaría.

- Para ser tu primera guía, lo has hecho bien - le dijo con voz ronca apretando los puños, su cuerpo había reaccionado a ella y la sangre había llegado a su entrepierna provocando una erección imposible de ocultar bajo la tela de su uniforme. Oró para que no la viera - Siéntate en la roca y yo terminaré de pescar. Es posible que te sientas con sueño…

Wen lo observó, podía percibir su esfuerzo por controlarse y el bulto en sus pantalones antes de girarse dándole la espalda. Sabía que el toque de guía provocaba reacciones fisiológicas al punto de necesitar estar conectados a un nivel físico, pero ella estaba tan sorprendida por las sensaciones de su primer guiado, que solo se enfocó en los sentimientos y emociones. Se mordió el labio, ahora que había sentido esto, se iba a volver adicta a que la tocara.

No debía olvidar que era su captor y ella era sólo una esper renegada.

Aunque tuviese que bañarse en agua helada o dormir en la nieve, iba a controlar su cuerpo y esta necesidad…