-deseas ser parte de este nuevo mundo jovencito- el golpe del hombre a su lado lo tumbo al suelo. -si deseas trabajar para mi tendrás que aprender a defenderte- un golpe en su estómago acortó la respiración de Caruso. -señor, no creo que de la talla al menos que…- el hombre que estaba frente suyo fumaba un cigarrillo y expulsaba el humo frente a Caruso. -a menos que qué, Bastián- ambos miraron al pobre chico de tan solo 13 años que los observaba y por nada del mundo bajaba su mirada, en sus ojos se notaba el enojo y la furia. -sea llevado a su centro de entrenamiento especial, Señor- la sonrisa de ambos era evidente. El hombre frente a él se puso de cuclillas y tomó su mentón. -vamos a ver si das la talla, o sales vivo del lugar o sales con los pies por delante- dio pequeños go

