-si vas a estar en mi lugar, acataras mis ordenes Stella- Alda observaba al hombre frente a ella, habían pasado tres días desde el incidente con el cliente, Caruso no la habia corrido de su departamento pero si era exigente con su espacio. Como por ejemplo, ella dormía en uno de lo sillones de la sala y él en su enorme cama, tampoco Alda pensaba que era un caballero. Se daba cuenta que el no cocinaba mas bien misteriosamente siempre le llegaban tarrinas de comidas en bandejas de diferentes colores, bandejas que Alda tenia que lavar por que su permanencia en aquel lugar no era gratis. No la obligaba a hacerlo pero ella sentía que era su obligación. Ella se ocupaba de ciertas cosas del departamento, hasta que su cuerpo lo resistiera; en ocasiones tenia que dejar de hacer algo por que su

