19. Como debió ser ✨️

1407 Words
Amelie Me miró una vez más en el espejo, no lo puedo creer el vestido es tan hermoso tal y como lo soñé, me queda perfecto, debo cuidarme para que el día de la boda me siga quedando así. —Es tan hermoso Amelie, te ves tan linda, el día de la boda vas a brillar —dijo Claire emocionada —Julien va a morir de amor cuando te vea, ya quiero que ese día llegue. —Yo también, pero en cuanto menos lo pensemos ya estaremos en ese día, se que todo estará bien, iré a cambiarme —le informó, la chica de la tienda me ayuda con el vestido. —Muy bien señorita, se le harán algunos ajustes mas y le llamaremos cuando este listo para que pueda llevárselo —me informa la encargada. —Muchas gracias — salgo de la habitación y me encuentro con Claire a la salida. —¿Quieres ir por un helado? —me pregunta. —Si por supuesto —ella toma mi brazo y avanzamos hasta la tienda de helados. —Sabes te admiro demasiado Amelie, para mi eres una gran guerrera, hiciste algo que creíamos imposible, y sobre todo estas haciendo feliz a mi hermano, lo extrañe por mucho tiempo, pero a la misma vez entendía su dolor, tu eres su vida Amelie —comento tomando mi mano. —Y el es la mía, su amor es lo que me trajo de regreso, estaba en un hueco en mi mente, donde vivía cosas que ni yo entendía y lo único que me preocupaba era el, no me arrepiento de haber entregado mi corazón a Julien, dicen que no debes dejarte de amar a ti por amar a un hombre, pero el… —sonreí —el me hace amarme a mi y me hace amarlo, eso es lo más hermoso de nosotros. —Soy tan feliz de tenerte como amiga y cuñada, quiero mucho a mi hermano pero si un día llegase a lastimarte recuerda que estaré de tu lado —asegura, seguimos comiendo helado y luego nos dirigimos al restaurante, mi bello prometido además de ser encargado del restaurante también era un gran chef es por eso que yo era consentida con su comida, eso no quiere decir que yo no le cocine a el, claro que lo hago porque se que el también merece ser consentido. Me adentro a la cocina mientras Claire se queda conversando con una de las meseras, veo a Julien concentrado en lo que hace, me quedo observándolo un par de segundos. —¿Sera posible que pueda comenzar con mi trabajo hoy? —preguntó captando su atención, el me dirige su mirada y sonríe. —Lo lamento señorita, pero mi turno esta a punto de terminar, así que puede volver mañana para poder tener el mismo turno que yo, adorare verla mientras trabajo, se me hará más corto el tiempo con solo verla —sonríe coqueto. —Bueno si es así, con todo gusto vendré mañana para trabajar junto a ti —el se acerca a mi y me abraza. —¿Qué haces por aquí pequitas? —dejo un beso en mi frente y me estrecho aun más entre sus brazos. —Estaba con Claire, fuimos a la tienda para ver mi vestido y luego fuimos a comer helado, ahora estoy aquí para ir a nuestro departamento juntos —le informó. —Bueno entonces espérame unos minutos y luego nos iremos ¿Te apetece comer algo? —pregunta. —Coq au vin (Gallo al vino) —le digo. —Toma asiento mi pequitas, en unos minutos serviré tu platillo —deja un pequeño beso en mis labios, me dirijo hacia una mesa apartada mientras el sigue con su trabajo. Veo a través del cristal como la gente pasea, algunos turistas tomando fotos, suelto un suspiro, no entiendo muy bien como funciona la vida, al menos como funcionó la mía, quiero olvidar todo pero hay veces en que las pesadillas me invaden, se que eso fue solo algo producto de mi imaginación o tal vez no, dicen que nuestros sueños son alguna vida pasada o lo que tu vives en otro universo, algo loco ¿no? Quizás la otra Amelie si perdió a Julien y no lo pudo tener, quizás otra Amelie murió, no lo sé. Lo que se es que yo debo disfrutar presente, el aquí y el ahora, añoro tanto el día de mi boda, aunque se que no necesito nada de eso para compartir mi vida con quien amo. El y yo ya somos una pareja, el amor nos une, no necesito un papel que diga que el es mi esposo, pero es algo que los dos soñamos y debemos cumplirlo. Me ilusiona ver a Julien vestido de novio, esperando por mi en el altar, mientras yo llevo mi vestido blanco, así como también me emociona imaginar el día que nuestro primer hijo o hija llegue al mundo, será uno de los días más felices lo sé. Mi vida esta siendo como siempre debió ser, aquel accidente me robo meses de vida, meses en los que pude ser feliz pero ahora todo esta siendo como debió ser, estamos siguiendo nuestro rumbo y eso es lo importante, eso es lo único que importa. Julien llego con mi platillo, traía uno para el también y se sentó a mi lado, comimos juntos, eran estos momentos los que no cambiaría por nada, lo que me habían sentir, viva, sus carcajadas resuenan más en mi corazón, es increíble lo mucho que puedes llegar a amar a alguien y sentir que es lo más bonito de la vida y el ser correspondida de la misma manera es aún más increíble, siempre estuvimos destinados, soy afortunada por eso, pues se que hay historias de amor que no terminan en esta felicidad infinita que yo siento y eso es lo que me hace afortunada, tengo un hombre que daría la vida por mi y yo la daría por el. Después de comer nos dirigimos a nuestro departamento, nos despedimos de Claire quien prometió verme al siguiente día. …. Cada día era un regalo para mi, un regalo en mi vida, comencé a trabajar en el restaurante junto a Claire y Julien ambos hermanos se pusieron muy felices por mi decisión, no deje de pintar al contrario sentía que lo hacía con más pasión, claro en mis momentos libres, Julien me acompaña a parques e incluso visitamos otras ciudades para tomar fotografías se hermosos paisajes o iglesias que tenían historias, también pintaba a mi hermoso Julien claro, eso jamás dejaré de hacerlo. La boda estaba cada vez más cerca, quería que fuera algo al aire libre así que sería en la casa de campo de sus padres, Claire quería que Julien durmiera lejos de mi esa noche, pero el no estaba dispuesto a ceder, era algo gracioso verlos discutir, mi padre siempre se mantuvo a mi lado, agradezco que no se alejara de mi en ningún momento, mi hermana viajo hace un par de días para mi boda, ella vive en otro país por lo que es raro que nos veamos y casi no mantenemos comunicación pero el cariño que nos tenemos es muy grande. Todo como siempre debió ser —me repetía en mi mente… Me tiré sobre la cama, Claire acaba de salir de la habitación para cerciorarse de que Julien no estuviera aquí, la verdad no creía que Julien le obedeciera y lo comprobé cuando escuché unos toques en la puerta del balcón, sonreí y me levante de la cama, avance hasta la puerta y la abrí para encontrarme a Julien, con una rosa en su boca, sus brazos cruzados sobre su pecho en una pose que lo hacía lucir muy apuesto, me dirigía una mirada pícara. —¿Qué haces aquí? —le pregunté con seriedad pero sintiendo mi corazón muy acelerado. —Subí hasta tu balcón como todo un hombre enamorado, sintiendo la adrenalina de ser descubierto como si eso fuera algo malo, y solo me preguntas “¿Qué haces aquí?” Merezco algo más que esa pregunta ¿No lo crees mi pequitas? —preguntó con su voz ronca, se acercó a mí sosteniendo esa hermosa rosa en sus manos, creo que tendré muchas historias que contar a nuestros hijos, deberé de decirles como su padre me hacía feliz lo romántico que es, y se que seguirá siendo para siempre…
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