Siento un pinchazo de arrepentimiento. No está bien ofrecerle dinero a Ravenna, sabiendo lo desesperada que está por conseguirlo.
Por otro lado, ¿Cómo más puedo ayudarla?
El simple hecho de querer ayudarla es problemático. ¿Quién le paga a alguien ochenta mil dólares al año por limpiar el polvo?
Sé que estoy perdiendo el control de esta situación, pero cada día que paso en compañía de Ravenna, la deseo un poco más. Cuando la vi limpiando el polvo, inclinada sobre mi cómoda, hice todo lo posible para no levantarle el vestido y hundirme profundamente en ella.
He pasado los últimos dos días en la oficina de la empresa en lugar de trabajar desde casa, solo para controlar mi erección desbocada. Pero eso significa que he pasado los últimos dos días deseando estar aquí.
Duermo fatal y no pue
