Enciéndeme

Perdición

Aleksei Sokolov

Corro por la ciudad hasta que siento que el aire me quema los pulmones. Observo los primeros rayos del sol iluminar los edificios mientras continúo corriendo. Este es mi momento favorito del día. cuando el sol ilumina por completo la cuidad decido volver a la mansión para darme una ducha y comenzar con mi día. Al entrar a la mansión veo a Fedora la encargada de la casa con mi batido en la mano.

- Buenos días señor – dice entregándome el vaso y una toalla - ¿que desea desayunar?

- Lo que quieras, por mí no hay problema – respondo subiendo las escaleras rumbo a mi habitación.

Mientras estoy bajo el agua pienso en lo que ha estado rondando mi mente en los últimos días y no sé por qué. Siempre me ha gustado esta vida, desde que Melek Ivanok me entrego el control de la mafia rusa he vivido al límite. Cuando los Ivanok desaparecieron tome una decisión, jamás tener una debilidad, no sería tan fuerte como Sergey y su hija Melek si viera a los que más amo en peligro. Aunque cuatro años después, conocí a mi debilidad en ese entonces y ahora. Cirilla Romanov Santoni, esa hermosa niña de apenas un año de edad se convirtió en mi debilidad y me convirtió en un jodido enfermo enamorándome de una bebé, pero sus ojos me hipnotizaron. Aunque nadie lo sabe y durante toda su vida he reforzado los esfuerzos que hacen su padre y tío por mantenerlas a salvo.

Decidí no volver a verla, pero jamás la deje sola hasta hace un año que Chiara me llamo para pedirme el favor y protegiera a Cirilla que estaría una semana en Moscú. Lo hice sin dudarlo, ella es lo más importante para mí, aunque nadie lo supiera y después de muchísimo tiempo decidí verla. Así que fui al congreso que había en la Universidad Estatal Médica de Moscú. Pero no estaba preparado para lo que me encontraría.

Ya no era una niña, se había convertido en una hermosa joven que me robo la calma cuando vi esos hermosos ojos grises. Durante esa semana fui a verla a diario empapándome de su belleza ya que estaba seguro que no volvería a verla.

Al salir de la ducha voy a mi closet y elijo un traje n***o. Una vez listo bajo a la cocina con de me encuentro a Fedora con mi comida lista.

- ¿Dónde está Oleg? – pregunto bebiendo un poco de café

- Pareces mi esposa – dice mi hermano y mano derecha entrando a la cocina para sentarse junto a mí. – te buscan

- ¿Quién? – pregunto comiendo

- Harby Romanov – responde mi hermano, pero no me sorprende, todos estos años hemos trabajado muy de cerca.

- ¿Algún problema con el cargamento?

- No, dijo que necesitaba hablar contigo de algo mucho más delicado – responde mi hermano y me preocupo. ¿le sucedería algo a su familia? ¿a Cirilla?

- Llámalo por un teléfono seguro y quiero estar solo para hablar con él – respondo poniéndome de pie mientras el camino delante mío.

Al llegar a mi estudio el me hace una señal para que ingrese al cuarto de pánico el lugar más seguro de la casa ya que solo mi hermano y yo podemos entrar. Allí dentro no hay cámaras y los teléfonos son líneas seguras, pero no hay señal en los celulares, es a prueba de balas y explosiones. Cuando entro llamo directamente a Harby.

- Me dijeron que estabas entrenando – dice al responder

- Oleg me dijo que me necesitabas – trato de no demostrar mi interés – ¿sucede algo con tu familia?

- Si, se trata de Cirilla – responde y yo siento como mi pulso comienza aumentar, pero trato de mantener la calma. Voy a matar al que se atrevió a tocarla – tu sabes que hace un año fue a Rusia

- Si, Chiara me llamo para que la protegiera – explico tratando de controlarme

- Está por terminar su carrera y quiere hacer la residencia en Moscú – dice calmándome al darme cuenta que no está en peligro.

- ¿quieres que me encargue de arreglar su llegada? – pregunto más tranquilo – tengo un apartamento...

- Quiero que viva contigo en la mansión - ¿Qué? No, yo no puedo vivir con ella bajo el mismo techo. – no hay lugar más seguro

- Puedo hacer del apartamento una fortaleza – trato de negarme

- No, no confió mucho en que ella viva sola – responde y yo me siento presionando el puente de mi nariz. - tendré que decirle que no, sabes lo importante que es para mí – y para mí, pienso – no puedo dejarla sola, tu más que nadie lo sabe.

- Está bien – digo incapaz de negarle algo a Cirilla – pero ella tiene que acatar todo lo que le diga para protegerla.

- Así será

- ¿en cuánto tiempo estará en Moscú?

- Dos semanas mientras hace la transferencia – responde y yo asiento, aunque él no pueda verme.

Al colgar suspiro pensando en lo que haré con Cirilla Romanov bajo el mismo techo que yo. Al salir del cuarto veo que Oleg me espera y al ver mi expresión se pone nervioso.

- ¿tan grave es? – pregunta

- No, pero quiero que consigas un diseñador de interiores y lo quiero hoy mismo – digo sirviéndome un trago, si ella estará aquí la tratare como lo que es. Una reina, mi reina.

Dos semanas después estoy en el hangar privado esperando que el avión aterrice. Durante estas dos semanas, mande acondicionar su habitación. Pedí que unieran tras habitaciones de la mansión para hacerle una especie de mini apartamento con todo lo que ella pudiera necesitar. También le pedí a Chiara una lista de lo que ella comida y todo lo que le gustaba para que Fedora lo comprara.

Harby me dijo que se haría cargo de todos los gastos de ella, aunque acepte es algo innecesario, yo puedo darle todo lo que ella pueda necesitar. Así que aquí estoy esperando por una mujer que me convirtió en un puto pedófilo.

Cuando el avión aterriza mi pulso se acelera, pero trato de disimularlo al ver a mi hermano junto a mí. veo que la puerta se abre y por ella baja mi perdición vestida de n***o y con unos lentes de sol que me impiden ver esos hermosos ojos. Tras ella bajan sus padres y hermano.

- Hola Aleksei – saluda Chiara besando mi mejilla luego Harby me estrecha la mano.

- ¿Cómo estás? – pregunta y yo trato de no volverme a verla

- Bien, tratando de mantener todo en orden – respondo sonriendo mientras veo que Chiara la pone junto a ella.

- Hija, él es Aleksei Sokolov, un viejo amigo – me presenta su madre y ella me regala una hermosa sonrisa que me desarma por completo.

- Cirilla Dantes – se presenta estrechando mi mano mientras con la otra se quita las gafas y en ese momento sé que estoy perdido.