—Ho-hola ¿Sabrina como estas? —preguntó Jacob un tanto nervioso. En ese instante, Sabrina le sonrió amablemente, porque hasta ahora Jacob se había comportado muy bien con ella. —Estoy bien Jacob, gracias por preguntar, ¿Irás a jugar golf? El rubio de ojos verdes, un tanto nervioso con su ahora cuñada tragó profundo y le respondió: —Si, voy a verme con un cliente. Y… ¿Cómo te ha tratado mi hermano? mira que si te llega a golpear, no dudes en llamarme —miró a Rafael y lo señaló —, o a él. Nathan se la verá con nosotros si te llega hacer algo. —Muchas gracias de verdad, eres tan diferente a él. Y pues… para ser sincera no me ha tratado muy bien que digamos, estar con Nathan es como caminar en un campo minado, nunca sabes cuando va a explotar. ¿Y por cierto dónde está? En ese instante,

