̶ Llegas tarde, me dice, como si yo no lo supiera ya. ̶ Lo siento, señor. He tenido un incidente antes y.... ̶ Eso no es excusa suficiente, señorita Stevens. Estás castigada esta tarde y mañana también», me interrumpe. ̶ Pero tengo una nota de la enfermería..., empiezo a decir, pero él me interrumpe de nuevo. ̶ Ni una palabra más, señorita Stevens. Le aconsejo que se siente, dice, claramente perdiendo la paciencia conmigo. Mis hombros se hunden por un segundo, pero a estas alturas ni siquiera me molesto en discutir con él. No hay forma de hacerle cambiar de opinión. Oigo las risitas de todos los estudiantes y sacudo la cabeza. Por supuesto, esta escuela está llena de los típicos estudiantes de secundaria. Ya sabes, los que siguen a los deportistas como si fueran dioses que colgaron la luna y dicen lo que les da la gana. Hasta ahora, todos han seguido el ejemplo de Rayan, ese imbécil. ¿Por qué pensé que este lugar iba a ser diferente? Parece tan sereno y como si nunca pasara nada malo aquí, pero estoy empezando a ver las cosas de otra manera. Es solo una ilusión destinada a atraerte a una falsa sensación de seguridad. Cuando miro hacia el asiento en el que estaba antes, mi libro está perfectamente colocado sobre el escritorio y todo está en su sitio, como si nada hubiera pasado. Levanto la vista y miro alrededor del aula y veo a Rayan sentado al fondo con tres chicos y una chica a su alrededor. Están hablando entre ellos, pero él me está mirando fijamente. Sonríe con aire burlón, ¿por qué demonios armó tanto alboroto por un maldito asiento en el que ni siquiera estaba sentado? Ahora sé que no estoy loco. Ese tipo parece odiarme de verdad por alguna razón. En serio, ¿qué estupidez es esa? Suspiro profundamente mientras vuelvo al asiento en el que estaba antes y me siento cuando el profesor comienza la clase. Si esta mañana es un indicio de cómo va a ser este año, va a ser muy largo. Ahora estoy pensando en graduarme y salir de aquí lo antes posible e ir a una universidad lo más lejos posible de aquí. Decir que esta mañana ha sido un desastre sería quedarse corto. La primera clase en la que el profesor fue grosero conmigo fue la de inglés y después tuve dos más antes de llegar a la cuarta clase de matemáticas. Después de matemáticas, sería la hora del almuerzo y estaba deseando que llegara porque me moría de hambre. Esta mañana no pude comer porque llegaba tarde y tenía prisa. Anoche estaba tan nerviosa por el día de hoy que no pude dormir y ahora veo que tenía motivos para preocuparme. Cuando me dormí, ya era de madrugada, así que no es de extrañar que llegara un poco tarde. Siento una energía extraña, como una especie de premonición. En mi mente, no veo que mi estancia en esta escuela y en esta ciudad vaya a ir bien. Sé que probablemente sea muy raro, pero como siempre dicen, las corazonadas nunca se equivocan. Quizás sea solo el estrés de mudarme y empezar en una nueva escuela lo que me está afectando. A estas alturas, ¿quién demonios lo sabe? Después de lo que ha pasado esta mañana con Rayan Riverside, está claro que ha sido un error. Texas no parece que vaya a ser amable conmigo. Entro en la clase de matemáticas y vuelvo a sentarme delante, ya que está vacío. La mayoría de los alumnos que ya están aquí se sientan más atrás. Agradezco el respiro, ya que nadie parece prestarme atención. Saco el móvil de la mochila y abro la aplicación k****e. Todavía queda un rato para que empiece la clase, así que quiero leer un capítulo primero. Agacho la cabeza y miro mi teléfono mientras devoro las palabras en la pantalla. Empecé un libro anoche y, por todos los santos, creo que este libro me va a destrozar al final. La protagonista pasa por muchas cosas y luego el supuesto héroe también la hace sufrir. Debo haber llorado un millón de veces, especialmente cuando llegué a la parte del libro sobre su pasado. Ni siquiera lo he terminado y ya siento como si tuviera resaca literaria. Estoy absorta en la lectura cuando alguien ocupa el asiento de al lado. Levanto la vista y veo a una chica rubia muy guapa sentada allí. Al instante vuelvo a bajar la cabeza porque no sé si es simpática o no. Hasta ahora, nadie se ha esforzado por ser amable conmigo, y no pasa nada. De todos modos, me gusta estar sola. Parece que esta chica tiene otros planes. ̶ Hola, dice alegremente. ̶ Me llamo Kate y tú eres Lia, ¿verdad?. La miro y me fijo en sus rasgos. Tiene el pelo rubio liso hasta el pecho. Tiene la cara redonda y unas cejas gruesas y perfectamente dibujadas. Tiene los ojos azules, los labios rosados y la nariz recta. Parece medir alrededor de 1,70 m o 1,75 m y tiene una figura esbelta. ̶ Eh, sí. ¿Cómo has...?. ̶ Hemos tenido clase de inglés juntos esta mañana, me informa, y entonces la reconozco. Estaba al fondo de la clase, sentada con los chicos que estaban con Rayan. ̶ Ah, sí. Creo que te vi sentada con ese idiota... quiero decir, con el deportista, digo, cambiando mis palabras. Ella es su amiga, así que no sé si puedo confiar en ella. No quiero que le cuente lo que le he dicho y que él encuentre alguna forma de vengarse.
̶ Siento mucho lo de Rayan. Normalmente es un buen tipo. No sé qué demonios le pasa hoy. Creo que todavía está traumatizado por lo de su madre..., empieza a decir, pero se interrumpe, sin terminar la frase.