Regreso a casa después del entierro de mi esposa, quiero cerrar los ojos y no despertar al igual que ella. Me hace demasiada falta. Pero su voz reprochándome el no aprovechar la vida que tengo viene a mi. Me siento en la cama y su foto me atormenta, me reclama no haber estado con ella y preferido estar pasándola bien con mi amiga.
Tomo todo lo que tenga que ver con ella y lo guardo en una caja para no poder verla de nada me vale si la tengo clavada en mis recuerdos y en mi corazon. Camino hasta la habitación de Haniel y lo observo dormir junto al peluche que le regalamos, beso su frente y me voy al patio. Me alejo lo mas que puedo de la casa y me dejo caer de rodillas. El dolor infernar que siento en el pecho no me deja en paz lloro y gimo de dolor, de miedo, de culpa.
No soporto esto, tengo que calmarlo de alguna forma, ingreso a la casa voy por mi chaqueta y salgo en mi auto hasta el club que no pisaba hace tiempo. Estaciono y miro la puerta, me debato entre entrar o irme. Pero quiero olvidar y voy a olvidar me bajo y camino a la entrada, el de seguridad me deja pasar ya que me recnoce. La música, el olor, y la oscuridad del lugar me traen recuerdos de los que no estoy orgulloso. De estos lugares me saco Alaia mi difunta esposa y como ya no esta regreso.
Me acerco a la barra y pido un trago de lo mas fuerte y eso hago durante casi 30 minutos, pero ese sentimiento no se calma con nada. Su hermoso rostro, su sonrisa su amor a cuidarme me atormentan. Personas que hace tiempo no veia vienen y me saludan, me dan las condolencias.
— Pero miren lo que la noche nos trajo. - Esa voz, la había olvidado. -
— Hola Emilio. - Giro y lo observo, siempre rodeado de mujeres y con ese aire de ser intocable. -
— ¿ Como esta el gran Elek Ball ? Lamento lo de tu esposa. Vimos la transmisión en vivo del velorio.
— Gracias.
Su mano se posa en mi hombro. Lo miro y miro su mano
— Tengo una idea. ¿ Que te parece ir al privado. ? ¿ Si viniste hasta acá es porque algo queres olvidar o no ?
— ¿ Aun existe el privado ?
—Claro hermano. Es un club decente. - El privado le llaman a las recamaras donde uno va hacer lo que le plazca. Ya sea a buscar mujeres o a volar un rato. Me debato entre si aceptar o rechazar la invitación. Pero quiero sacar de alguna forma este dolor que siento en el pecho que no se va por mas que llore. -
— Ok. Vamos al privado. - Tomo lo que queda del trago y le agradezco a la chica de turno. Caminamos por ese pasillo oscuro del cual provienen diferentes sonidos. Llegamos a la puerta y ahí esta todo preparado para el olvido, todo para tomar malas decisiones. Unas chicas bailan pole dance mientras nosotros no s acomodamos en la mesa donde esta el producto que me hará olvidar. - ¿ Es un nuevo producto ? - Es fuerte y me deja volando en cuestión de minutos. Afirmo la cabeza en el respaldar del sillón y observo a la chica que me baila pero cirro los ojos. -
— El mejor del mercado. Sabes que solo consumo lo de calidad. - Justo lo que estaba buscando lo encuentro con una segunda dosis. -
— Y ¿ Como esta Emily y Samay ?
— Emily es abogada y Samay se re funde en la cárcel.
— ¿ Por que esta preso. ?
— Quiso matarme por que estaba obsesionado con Emily.
— ¿ QUE ?
— Así como escuchaste. - La chica que me baila sobre las piernas es linda, pero no me causa nada como para invitarla a irnos solos. Eso solo lo lograba mi esposa. A media noche decido que es suficiente por esta noche, hago negocios con Emilio y regreso a casa. -
Un nuevo día llega y me preparo para ir al trabajo. Emilio me invito a una pelea artes marciales mixtas clandestinas, acepte solo para no tener que estar en casa con todos los recuerdos que hay de ella. La puerta se abre y alcanzo a manotear la bolsita y ocultarla. Haniel corre a mi lado.
— Te estane pampom. - Su rostro se afirma en mi hombro y me rodea con sus bracitos. -
— Yo también hombrecito. ¡ Esta tarde iremos a pasear al lugar favorito de Alaia ?
— Ti. Ti. '¿ Tita tamben pode ir ?
— Si campeón, ella también puede ir.
— Gashias gashias. Te quelo Etel
— Yo también te quiero campeón. Ahora anda a cambiarte para desayunar.
El pequeño corre a su habitación y yo al baño me encierro. Me dejo caer sobre la pared y me derrumbo hasta llegar al piso, mi cuerpo tiembla por los espasmo del llanto. No soporto el dolor que siento en mi corazon. ¿ Por que tuvo que dejarme ? ¿ Por que tuve que ser tan egoísta y dejarla sola ?.
La deje y no estuve con ella cuando mas me necesito. Me odio por eso, me desprecio por ser un completo imbécil.
Tomo la toalla y tapo mi rostro y grito con todas mis fuerzas. Todo para que no me escuche Haniel.
Salgo y mi rostro se trasforma al ver al pequeño con el atuendo que le regalo Alaia una tarde que salimos del psicologo pasamos por el shopping.
— Campeón ¿Esta rico ?
— Ti pampon esta lico.
— Bien por que necesito que estés fuerte y con mucha energía para la mejor tarde. Pasare por vos después del trabajo.
— Ok. Ata espelo.
Me despido del chiquitín y me dirijo a mi trabajo. Me paso la mañana en reuniones de nuevos proyectos y obras culminadas que serán inauguradas este mes.
La noche llega y despierto sobresaltado por el teléfono de mi oficina, después de salir de esas reuniones no me podía concentrar así que decidí relajarme.
— Hola. - Paso mi mano por mi rostro para despabilarme. -
— Señor disculpe que lo moleste pero es de suma urgencia que regrese. - La voz de mi sirvienta se escucha con temblor. -
— ¿ Que pasa ?
—Señor es el pequeño. - Me pongo en alerta de inmediato. - No logramos encontrarlo.
— Ya salgo para casa.
Voy a toda velocidad, mi corazon late con fuerza si a ese pequeño le pasa algo juro que acabo conmigo mismo. Llego a casa y bajo del auto cuando ingreso el ambiente es de extrema preocupación.
— ¿ Que sucedió ? ¿ Como se te fue a escapar ? - Me paro frente a la nana del pequeño, su rostro se transforma en uno terror. - ¿ A caso haces tu trabajo o solo te la pasas con el celular ?
— Elek soltala - La voz de Arisha me vuelve a la realidad. Observo mis manos y la sujeto con fuerza, sus brazos están rojos justo donde la sostengo. -
— Lo siento. - La suelto y ella se aleja asustada. -
— ¿ Estas bien ?
— Si señorita Hardy.
— Ok. Por que ahora lo mas importante es encontrar a mi sobrino. ¿ Que hacían esta tarde ?
— Después de desayunar practicamos las letras y los números. Para la tarde después de su siesta preparamos panqueques para el picnic que tendrían con el Señor. Estaba tan entusiasmado no paro de hablar de cuanto quería recorrer los lugares a donde iban con la Señora Alaia.
Juro que solo lo descuide 1 segundo cuando fui a ver quien llamaba a la puerta. Al volver ya no estaba. Al principio pensé que me estaba jugando una broma como lo hace en algunas ocasiones. Pero hasta ahora no lo encuentro. Lo buscamos por todos lados, señorita lo siento - La niñera llora con desespero. -
— Esta bien. Vamos a seguir buscándolo. Los oficiales ya están acá.
No se de donde saca tanta fuerza esta mujer. Hace un día sepultamos a su amiga mi esposa, ahora parece que la desaparición no la consume.
— ¿ Como podes estar tan tranquila. ? - Ella me fulmina con la mirada. -
— Por que entrando en una crisis jamás voy a encontrar a mi sobrino. Así que te aconsejo que te pongas ropa cómoda por que vamos a salir por nuestro lado mientras la policía lo busca a su manera.
Hablamos con los oficiales, la niñera les dice todo lo que hicieron esta tarde hasta el final. Cada detalle fue explicado y repetido por la joven.
Los oficiales se van y nosotros salimos por nuestro lado, recorremos cada lugar al que habíamos recorrido con mi esposa, sin éxito alguno.
Mi celular suena y de la empresa.
— Hola Mauricio ¿ Que sucede ? - Arisha me mira expectante. - Gracias ahora voy. - No se que me sucede pero tomo la mano de Arisha y la traigo para abrazarla. -
— ¿ Que sucede Elek ?
— Haniel esta en mi empresa.
— ¿ Que ? ¿ Como llego hasta ese lugar ?
— No lo se. Vamos a buscarlo.
Subimos a mi auto, ella les avisa a los de la casa que ya lo encontramos. Llegamos dentro de todo rápido, Mauricio el guardia nos guía hasta donde se encuentra Haniel, esta mirando unos dibujos animados que lo hacen reir a carcajada. Arisha suspira aliviada al ver que esta bien.
— Campeón
— Pampon - El pequeño corre a nuestro encuentro. -
— Mi angelito. ¿ Sabes el susto que nos hiciste pegar ?
— Peldon tita.
— ¿ Como llegaste hasta acá ?
— Beno me tubi al ato de chofer.
Y recuerdo que le había pedido a mi chofer que regrese a casa y me traiga unas carpetas que había olvidado. Seguramente en ese momento el se subió al auto.
— ¿ Que hiciste cuando llegaste ?
— Tamine por toooddddooosss dados. - Arisha besa su frente y lo acaricia. -
— Señor
— ¿ Que sucede Mauricio.?
— Lo encontré en su oficina llorando junto a la fotografía de la Señora Alaia.
— Gracias por la información Mauricio.
Nos mantenemos los tres abrazados, escuchamos un ronquido que proviene del pequeño, nos causa gracias por lo que no podemos evitar reírnos. Salimos para casa, en todo el camino Arisha acaricia al pequeño con tanto amor. Al llegar a casa lo llevo hasta su habitación, le damos un beso en la frente pero nos miramos sorprendidos cuando nos damos cuenta que el pequeño nos sujeta a los dos de la mano. Arisha trata de zafarse pero lo deja de intentar cuando el pequeño comienza a sollozar.
— Espera, se puede despertar. Mejor esperemos a que nos suelte. - Le susurro al oído para no hablar en voz alta. Ella me mira, nuestros rostros quedan a escasos centímetros. Nunca preste atención otra mujer que no sea mi esposa, pero debo confesar que Arisha, es una mujer preciosa. ¿ Que estoy pensando. ? Mi mujer acaba de ser enterrada y yo pensando que su amiga es hermosa.
El sol me despierta porque me encandila, cuando logro abrir los ojos reconozco la habitación de Haniel, pero no encuentro al pequeño en la cama, solo a una mujer con rostro angelical que me aprisiona sin querer soltarme. -