Tengo miedo.

1835 Words
Hace exactamente tres días estábamos cenando en un restaurante, pasando una noche espectacular celebrando que pronto Haniel vendrá con nosotros a vivir a casa. Vimos pasar a una pareja con un bebé de a penas unos días de nacidos. No pude evitarlo pero un sentimiento se apodero de mi. — ¿ Que pasa cielo ? ¿ Te duele algo ? - Toma mi mano. - — No amor. No es nada — ¿ Entonces por que esa carita triste ? — Es que. Estuve pensando hace tiempo y me gustaría darte un hijo - Su rostro abandono toda felicidad. - — Alaia. — Si. Lo se. Se que es imposible con este maldito problema que me desgarra de a poco. - Siento mi pecho que se comprime y duele. - — Amor. Tranquila, no comiences a pensar en esas cosas. — Claro Elek por que es tan fácil vivir sabiendo que pronto moriré y no te eh dado un hijo al cual amar y proteger. - La garganta se me arde por las ganas de llorar que siento. - — Alaia amor. Se que no es fácil. A mi también me afecta todo lo que te pasa. Y pelear no es la solución. — Tenes razón. Lo siento. Me disculpas voy al tocador. - Me pongo de pie antes que diga algo y camino lo mas rápido que puedo. Ingreso al tocador busco un cubículo desocupado y me encierro en él. Las lagrimas caen sin restricción. - Escucho que la puerta del baño se abre. Dos mujeres hablan, al principio no entiendo de que. Pero luego de prestar atención descubro que hablan de dos amigas. Una de las amigas le alquilo el vientre a otro para poder tener hijos. Al principio iba todo bien hasta que la que alquilo el vientre se obsesiono con el padre de la criatura que lleva en su vientre. El cuento corto es que el tipo se termino quedando con la mujer que lleva a su bebé, a su esposa real la abandono. Las mujeres se callan por que alguien mas ingresa al baño por lo que no terminan la historia. No vendría a ser mi historia por que no se si permitiría que mi hijo nazca en el vientre de otra mujer. Pero si podría buscarle esposa a mi esposo, mi lampara se enciende. Eso es, comenzare armar un listado de posibles candidatas. Salgo del baño, acomodo mi maquillaje. — Amor. ¿ Estas bien. ? - Lo beso repetidas beses. - ¿ Y eso por que fue ? - Su rostro es un poema. - —Por mi comportamiento de hace rato. Perdóname. ¿ Queres que vayamos a casa ?. Mañana tenemos que ir a buscar a Haniel. — Ok. Vamos amor. Mi esposo paga la cuenta y deja propina. Nos encaminamos a casa. Al llegar él se mete a la ducha mientras yo busco en sus contactos del celular posibles candidatas para mi esposo. Emily su amiga abogada, la secretaria de Samay la capte varias veces mirándolo como boba. Sigo eligiendo una lista de varias mujeres hasta que veo que le entra un mensaje de alguien. Abro el archivo y es una foto que le envió Arisha con la leyenda que dice " De parte de Haniel. " Eso es, ya tengo la candidata. Tomo las hojas con las cuales le escribo cartas a mi amiga y comienzo a escribirle todo lo que siento. Jueves , 20 de Abril del 2024 Mi querida princesa guerrera. Debo confesar que tengo miedo, mucho miedo. Pero no por dejar este mundo, eso ya lo acepte. El miedo más profundo que tengo es no poder ver como continuará sus vidas. Me refiero a la vida de mi amado esposo y a tu vida. Se que Elek sufre más que yo por mi estado, pero no dice nada solo esta a mi la lado en cada instante y eso me enamora cada vez más, se que él tiene sus momentos donde debe quebrarse y llorar, pero al volver a mi lado es el hombre más fuerte, me demuestra su amor a cada instante. Lastima que no tengo el poder para decidir quedarme. Hoy Jueves 20 de Abril estábamos cenando en nuestro restaurante favorito festejando que Haniel vivirá con nosotros. Vimos a una pareja con un bebé de solo unos días. Eso provocó un deseo de seguir viviendo y darle un hijo. Tuvimos una discusión, para calmarme tuve que ir al tocador, estando encerrada en el escuché a dos mujeres que contaban la historia de una pareja que alquiló un vientre para tener a su bebé. Pero la historia no acaba ahí. El marido dejó a su esposa y se fue con la que engendro a su hijo dejando en la miseria a la pobre ex mujer. Y mientras escuchaba a las mujeres se me ocurrió una idea. Te vas a reír, pero para mi es importante. Muy importante, ¿ Lista ?... Acá va mi idea. Quiero buscarle una esposa a mi esposo. Si como lees. Hice una lista de varias candidatas pero ninguna me convence. Hasta que llegue a tu nombre. Si mi querida amiga eres la indicada. Sos hermosa como yo, inteligente, trabajadora, tienes a Haniel a quien Elek quiero con el alma. Te conozco desde pequeña, tu corazón es puro, esta lleno de amor y no hay maldad en él. No te molestes por esto. Solo piénsalo y me dices tu decidió lo más pronto posible. Con cariño tu valiente amiga. Alaia Hilton. PD: Imagino tu cara y es justo la que quería que pusieras. Te quiero. Le coloco las estampillas correspondientes, dirección de destino. Bajo a planta baja y le pido a uno de los choferes que me haga el favor de llevarlo al buzón de correo. Observo como el chófer sale por el portón. — Acá estas. - Elek besa mi cuello y descontrola todo de mi. - ¿ Lista para ir a la cama ? - Afirmo, me toma de la mano - Ingresamos a casa, mandamos a todos los empleados a descansar hoy fue un día demasiado largo. Y me gusta cuidar de las personas que trabajan para mi. Regresamos a la habitación ingreso al baño para alistarme para dormir. Al salir Elek esta esperándome, me acomodo en mi lugar sin decir nada. Estoy molesta conmigo misma por la situación de esta noche. Mi esposo me abraza, sin decir nada sabe que pronto se me pasará todo el enojo. Despertamos temprano, desayunamos, hablamos de la situación que sucedió anoche, quedo todo aclarado aunque sea un trago amargo para los dos es necesario hablarlo. Nos despedimos, ninguno se quería alejar del otro pero teníamos que trabajar. Como todos los días Elek le encarga a uno de mis hombres que este pendiente de mi. Cada uno va rumbo a su empresa. Dos semana pasaron desde la situación del restaurante y hay noches que esa angustia me mata. Sin despertar a mi esposo y para no despertar a Haniel me levanto bajo hasta el living me acurruco en el sillón y derramo todo el dolor que siento. Si Haniel ya hace unos días vino a vivir a casa y de a poco se va acostumbrando. Hay noches que se despierta gritando llorando y temblando. Arisha ya nos había advertido sobre esos episodios los cuales aprendimos a calmar entre los dos. Estoy en mi oficina necesito dejar todo los documentos firmados, al finalizar le pido a mi secretaria que pase todas mis reuniones para la próxima semana. Le entro las carpetas ya autorizadas y selladas me despido de todos. Antes de salir vuelvo a mi oficina y tomo el medicamento que mi cuerpo me estaba pidiendo, los dolores en ocasiones son leves, en otros muy fuertes como anoche. Cuando me siento mejor tomo rumbo a la ONG, necesitaba solucionar un asunto que surgió, lo cual logro a tiempo. Me encuentro firmando unas autorizaciones de trabajo para las chicas que ya aprobaron el primer examen psicológico cuando la puerta se abre y por ella ingresa una muy agitada Arisha. — Hola princesa guerrera. - No me responde solo me mira. - — ¿ Perdiste la cabeza ? — No la tengo bien puesta ¿ Por que lo preguntas Arisha ? - Saco un sobre y lo deja en el escritorio. Lo tomo y abro el contenido, lo leo y recuerdo esa carta. - — ¿ Y ahora que me dices ? — No tengo nada por decir. Ya escribí todo en esta carta. — Alaia ¿ No tenes nada por decir a la locura que me pides en esa carta ? — No es una locura. - Digo poniéndome de pie camino hasta la ventana observo a los pequeños jugar y esa angustia vuelve de nuevo. Esta conversación tenia que suceder en algún momento. - — A mi si me parece una locura. ¿ Como se te ocurre pedirme que sea la esposa de esposo ? No logro entender esa idea tan desca... — TENGO MIEDO. - Grito y Arisha hace silencio. Las lagrimas comienzan a caer, tiemblo por completo. Ella me observa giro y la veo a los ojos sin ocultar mi estado, es a la única que le demuestro debilidad, ni siquiera a mi esposo. - Tengo miedo de que vuelva a caer en esa depresión tan grande de la cual me costo años sacarlo. Y se que él volverá a caer el día que yo deje esta tierra. - Arisha me sostiene porque me tambaleo. Me ayuda a sentar se sienta a mi lado, toma mis manos y deja que me recupere para seguir hablando. - ¿ Recuerdas esa vez que lo encontramos con sobredosis y un alto grado de alcohol en la sangre ? — Si. Lo recuerdo. Te vi tan asustada de perderlo. — Y por eso necesito que sea vos quien permanezcas a su lado. Un silencio se hace en la oficina. Aparto mi mirada de Arisha y miro nuestras manos. — Bien. - Levanto mi vista para verla a los ojos. - — Bien ¿ Que ? — Bien tu ganas. Te prometo que estaré para él cuando. Cuando... — Solo decilo. —Prometo que estaré para él cuando caiga en depresión el día que ya no estés en esta tierra La abrazo y la aprieto contra mi. — Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. — No. Gracias a ustedes que están cuidando de mi angelito. Prometo que cuidare de Elek cuando los limites se sobrepase y quiera ir a vivir con vos. — Sobre todo eso. Muchas veces intento quitarse la vida estando en esas mal nacidas depresiones. Él dice que solo yo logre hacerle cambiar de opinión. Gracias mi princesa guerrera. — De nada mi valiente amiga. Ahora, fuera toda tristeza y vamos a recorrer las aulas y ver a las sobrevivientes de este lugar. Salimos de mi oficina y como dice Arisha recorremos cada rincon del lugar hablamos con las mujeres. Le damos la bienvenida a las nuevas integrantes y a sus pequeños.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD