No se en que momento paso, pero me enamore de vos. Quiero saber si estas dispuesto a darme una oportunidad para cuidarte.
Fue lo ultimo que le dije a Elek antes de salir volando de la habitación. Su reacción me dijo todo lo que tenia que saber. No grito, no se rio, no hizo nada. Solo me miraba como si fuera una extraña. Y me dije Arisha ten un poco de dignidad y salí de ahí antes de siga empeorando todo.
Dos días han pasado y estoy por llevar a Haniel para que lo vea, no se con que cara voy a verlo después de mi confesión. Y solo lo llevo por que Haniel me insistió en que quería verlo por que lo extraña. ¿ Y quien soy yo para prohibirle ?, los Ball estuvieron con mi sobrinito cuando mas lo necesito.
Abro el cajón que contiene parte de mi ropa. Elijo el conjunto interior que usare junto al outfit de hoy y veo el sobre con la carta que hace días escribí, se que irracional ya que a la persona que va dirigida no esta en vida. Pero necesito decirle todo lo que siento. Recuerdo que Alaia me dio su numero de código de casilla para correspondencia en la central de correos. Rei tanto esa vez por que ya no se usa, pero mi amiga siempre le gusto lo anticuado.
— ¡¡ TITA !! - La vocecita de mi peque me vuelve a la realidad. Dejo el sobre nuevamente en el cajón y termino de arreglarme. Salgo para ir por Haniel. -
— ¿ Listo mi angelito ?
— Ti tita. - Lo observo colocarse perfume lo deja en su lugar, da la vuelta camina a mi lado para salir, pero lo detengo porque su camisa esta mal abrochada. Le ayudo arreglándosela cuando esta bien beso su frente y peino su cabello. Crece cada vez mas, me sorprende su parecido a mi hermana. - ¿ Mamosh ?
— Vamos.
Salimos de la mano hasta el auto, lo acomodo en su sillita. Llegamos poco después que comienza el horario de visitas. Caminamos de la mano al llegar a la puerta Haniel me regala una sonrisa encantadora. Sin dudar este chiquitin va a enamorar a mas de una chica.
— ¿ Se puede ?
— Adelante. - Su voz me estremece. -
— Pemisho. - Dice mi pequeño sobrino. -
— Hola campeón.
— ¿ Como estash pampon. ?
— Ahora que los veo mejor. - Su mirada llaman mi atención. -
— ¿ Como estas Arisha ?
— Bien gracias Elek. Este pequeño humano quería verte. - Lo observamos acomodarse en la silla con ayuda del terapeuta. -
— Ven. - Elek estira los brazos para recibir a mi sobrino. - Te extrañe mucho campeo. Perdón por no haber estado en tu cumpleaños.
Al escucharlo me sorprendo por que eso se lo dije cuando esta en coma. ¿ Lo recordó ? su sonrisa al mirarme me confirma.
— ¿ Escuchaste ?
— Cada una de tus palabras. - Me escucho. - Y cuando podamos hablar - Señala con sus ojos a mi sobrino. Entiendo que quiere hablar tranquilo . -
— Entiendo. Lo haremos. - Mi corazon late con fuerza dentro de mi. No se cual será su respuesta. -
— Campeón ¿ Como estuvo tu cumpleaños ?
— Shuper. Pelo no etabash ahí.
— Y lo siento tanto campeón. Te prometo que cuando salga de aquí te voy a sorprender.
Mi sobrino sonrie encantado ante las palabras de Elek. Una hora después de hacerlo reír con las travesuras de mi peque tenemos que irnos por que finaliza el horario de visitas.
— Señor Ball. - El doctor ingresa. - Señorita Hardy. Pensé que no volvería.
— Hola Doctor. Si, estuve ocupada y no pude venir a cuidar a Elek. - El doctor me sonrie por que sabe que es mentira lo que dije. -
— Bueno Señor Ball. Si sigue así podrá irse en cualquier momento. Sus últimos análisis salieron bien. Las incisiones van sanando muy bien. El reporte del terapeuta es positivo.
— ¿ Escuchastesh pampon ?
— Si escuche campeón. Tu sorpresa se acerca cada vez mas.
— Eso es bueno Elek. Te recuperaras antes de lo esperado.
— Eso espero Arisha.
Después de que el doctor se retira una enfermera ingresa para curar a Elek, así que nos despedimos de él. Volvemos a casa para almorzar.
Dejo a mi pequeño angelito en su escuela, beso su mejilla, veo como ingresa junto a sus compañeros. Subo al auto y me voy al canal a cubrir una noticia.
Recibo un llamado de la ONG así que vuelo a la fundación.
Al llegar me espera en la puerta la directora.
— Hola Arisha.
— Hola Anastasia. ¿ Que sucede ?
— Necesito que me ayudes. Una nueva mujer llego.
— Bien ¿ Pero hasta ahora has hecho un buen trabajo ? ¿ Por que me llamas ?
— Por esto.
Ingresamos a una habitación especial que construimos para que las mujeres que tienen episodios griten, pero no hay nada que puedan utilizar para atentar contra su vida ni contra de los demás. Veo desde la ventana a una mujer de unos 40 años camina de un lado al otro. No se ve nada bien la pobre mujer, su ropa esta rajada y percudida su cabello parece no haberse lavado en meses. Esta delgada y actúa raro.
— La mujer es adicta. Ingreso ayer, quiere ayuda pero hoy se levanto lastimo a una de las sirvientas en un estado de psicosis.
— Ok. En estos casos así lo primero que hacemos es llamar un psiquiatra las internamos para que los profesionales limpien su sistema, para que puedan estar en sus 5 sentidos. Luego de unos días cuando están aptas hablamos y les preguntamos si están seguras de la decisión.
— El teléfono del psiquiatra esta en mi escritorio. En la agenda que dejo Alaia.
— Perfecto. Lo llamaremos. Una vez que ellas nos confirme la ayuda que necesitan llamamos al centro de rehabilitación para adictos, la internaremos y asistiremos en todo momento.
— Gracias. No sabia como hacer.
— ¿ No habías atendido nunca un caso de estos. ?
— No. De adictas no, solo mujeres maltratadas.
— Ok. Nosotras si, del total de mujeres y niños que hay acá, 5 de ellos son ex adictos que lograron salir. Los casos mas difíciles son los niños. No es facil, pero con la ayuda de los profesionales lo logramos. Vamos así conozco a la mujer.
— Te advierto que cuando le agarra la psicosis es violenta.
— Ok.
La enfermera que cuida de la mujer nos saluda y se queda por si hay que inyectarle algún calmante.
— Hola Stefi.
— Hola Arisha.
— Te dio mucho trabajo.
— No. Solo esta delirando, pero se a mantenido calmada.
— Bueno, hablaremos con ella. - Me acerco despacio a la mujer ella me ve su mirada esta perdida. Me recuerda a Elek, antes de caer en coma, un día lo encontré en la casa su mirada estaba perdida, verlo en ese estado me partió el corazon. - Hola mi nombre es Arisha. ¿ Como te llamas ?
— Lo necesito.
— ¿ Que necesitas ?
— A él.
— ¿ Quien es él ? ¿ Me podes decir su nombre ?
— ¡¡ LO NECESITO !!
— Lo se. Pero no podre encontrarlo si no me decís su nombre.
— Marcos.
— Ok. Buscare a Marcos. Pero me podes decir tu nombre así le digo que lo estas buscando.
— Vi.
— ¿ Solo Vi ?
— Viviana Altamirano.
— Ok. Vivi. ¿ Te gustaría comer algo ? A Marcos no le gustaría ver que no comes. - Ella comienza a reír a carcajadas. No se que sucede. Pero veo que la enfermera prepara la jeringa con calmante. -
— Marcos solo me daba mi dosis diaria. A él no le importa si como o no.
— Perdón. Pensé que era alguien en tu vida. Pero ¿ Te gustaría que llamemos a alguien ?
— A nadie le importo.
— No digas eso. Seguro que si te a puesto lo que quieras.
— ¿ Lo que quiera ? - Su sonrisa es traviesa. Y es mi pase para jugar pero todo para su bien. -
— Lo que quieras Vivian. Y cumplo mis promesas.
— Bien. Quiero...quiero que llames a Esteban, el trabaja en el Banco Noción. Vamos a ver si podes con él. Si logras hablar de mi con él por 5 segundos acepto lo que quieras.
— Ok. Que apellido tiene Esteban.
— Trejo. Esteban Trejo es gerente.
— Bien. Mientras voy por él me gustaría que te des un baño y comas algo. Si en dos días no vengo con Esteban iré por Marcos.
— Bueno. Pero si no vienes en dos dias me voy.
— Lo prometo. - La llevamos para que se bañe. Después una de las sirvientas le prepara lo que ella pidió y comienza a comer. Varias de las chicas se acercan y la saludan. -
— ¿ Como hiciste para que acepte bañarse y comer ? Yo trate por todos los medios y solo logre alterarla por eso te llame.
— Cuando creces entre personas con necesidad de ayuda aprendes como lidiar. Lo lograras. Me tengo que ir a la empresa, la diseñadora necesita mi ayuda.
— Ok. Te llamo cualquier cosa.
Salgo de la ONG ya es tarde para ir al Banco por lo que voy a la empresa hablo con la diseñadora de la nueva colección, cuando me muestra los diseños no puedo evitar llorar. Esta colección es en honor a mi valiente amiga. Y para todas las mujeres que perdieron a alguien querido en sus vidas. Mamá sube del taller cuando se entera que estoy en la empresa. Me abraza al ver los bellos diseños que reflejan a Alaia.
Vuelvo a casa busco en el cajón la carta, hablar con Viviana y ver los diseños me dieron las fuerzas que necesitaba para llevarla e ingresarla junto a otra correspondencia que hay. Es la primer carta que le escribo a mi valiente amiga. Se que no la responderá, pero me da calma saber que quedara guardada.