Y de nuevo la vida me golpea…
No dejo de escuchar los chillidos espantosos de Vivi mientras va por su quinto helado del día. Verónica y sus amigas son buenas para poder consolarla, pero cuando ella se quedaba a solas conmigo no estaba segura como calmarla.
Es absolutamente fuerte tener que llevar este dolor encima y agregarle a eso la culpa de que tu prima por solidaridad femenina o filial haya decidido dejar a su novio.
Intento ser la fuerte por las dos. Evito lo más que pueda en pensar en Neil. Mantengo mi mente ocupadas en los videojuegos y en Vivi. He perdido dos semanas de clases en la universidad, cambie mi número de teléfono y he aceptado el vivir con las amigas de mi prima mientras busco otro lugar decente donde poder quedarme.
Los gatos de Verónica me odiaban y su casa olía
