y así de bien fueron transcurriendo los días entre el trabajo y su casa pero en ambos lugares ella estaba feliz , realizada y gustosa cuando estaba en el trabajo anhelaba estar en casa con su madre y su pequeño y cuando estaba en casa anhelaba estar en el trabajo porque todo giraba como reloj suizo , todo era exacto , perfecto y en todo le estaba yendo bien Rebeca agradecía a Dios por ese tiempo de paz y de sosiego que estaba teniendo después de algunos meses que digo meses años en los que había sufrido desde la enfermedad y muerte de su padre hasta el rechazo de Joel y la muerte del pequeño Nathan solo ahí cuando recordaba a su pequeño se quebraba un poco nadie lo sabía y nadie lo ha escuchado de repente solo Santi era testigo de las lágrimas silenciosas de su madre por su pequeño herma

