CAPITULO DOS

3247 Words
Maddison Blacke Estoy exhausta. Se podria decir que el viaje ha sido para nada, se suponia que debia acercarme mucho mas a mi padre pero fue exactamente lo contrario. Y su novia nueva, se deshacía en atenciones tratando de ser más que amable. Lo es, pero... ¿Acaso no se da cuenta que soy producto del matrimonio que desarmo con su puteria? — Entonces... cuéntame como la has pasado — dice mi madre cuando llegamos, sentándose al borde de la cama mientras acomodo mi ropa en el closet. — Normal, como las veces que visitó a papá —encojo los hombros y ella frunce el ceño en señal de disgusto. — Sí, maddie, ¿pero que hicieron? ¿Se divirtieron?— pregunta. Le veo las intenciones, ella quiere saber sobre Katherine Langdon. — Quieres saber cosas sobre la novia de papá, y no te dire nada al respecto — respondo. — ¿Novia? Ósea que ya es formal — exclama sorprendida. — Basta, Emma — recrimino. ¿Le gusta sentirse mal? Mi padre no vale la pena después de lo que le hizo. — ¡Soy tu madre, no me llames por mi nombre! —responde enojada. — No te comportes como una adolescente hormonada entonces — exclamó fulminando la con la mirada — ¿Qué es eso de traer a un desconocido hasta su casa?. Aunque debo admitir que era muy agradable y sus tatuajes eran mas que sexys. — Travis es un chico sensato y muy caballero, linda. Deberías pasar más tiempo con chicos así , no con idiotas como el pequeño Bradley, y por pequeño ya sabes que quiero decir...— responde haciendo una seña con los dedos de que mi ex tiene el m*****o pequeño. Le arrojó una camiseta. — ¡Asquerosa... tú no sabes eso! — exclamo sorprendida — En ese sentido he salido a ti, elijo mal a mi pareja y termino engañada — respondo. — Eres una malhumorada — dice mientras se retira de la habitación molesta. — En eso también salí a ti — grito. Se que le ha dolido lo que dije, pero no necesito que me recuerde al estupido Allen Bradley cada cinco minutos. El maldito Bradley fue mi novio por siete meses, éramos la pareja del momento en la universidad. El era amable, cariñoso, atento, siempre estaba pendiente de mi. Cuando al fin supe que era hora de tener sexo con él, decidí a ultimo momento ir a la fiesta de fin de año de su amigo Sídney, y adivinarán lo que sigue. Lo encontré desnudo y abotonado con Brittany Mamphey, una tonta que no tiene ni dos neuronas pero es popular por ser familiar de gente muy poderosa con vínculos en el gobierno. Cualquiera que la escuche hablar sentiría que le da Cancer de oídos, y no lo digo porque se haya follado a mi novio, lo digo solo porque él podría haberme engañado con algo mejor. — Idiota ... hijo de puta ... malnacido ... infeliz —maldigo en voz alta. — Dime que es a Allen a quien estás maldiciendo y te ayudo — exclama una voz conocida y pego un grito arrojando todo lo que tenia en la mano directo al suelo. — ¡Mel! — abrazo a mi mejor amiga como si mi vida dependiera de ello. — Madd, ¡te extrañe! este verano no fue lo mismo sin ti — hace un mohín y vuelvo a abrazarla. — Lo se, nena, soy irremplazable — sonrío —cuéntame que has hecho. — Conseguí empleo de pasante en Sky Corp. Mi jefa es genial y su marido está para comérselo entre dos panes — responde. Me causa gracia su comentario. — Zorra ... — exclamo —-¿Has tenido algún amor de verano?. — No, solo me he besado con Sunny —responde apenada tapándose la boca. — ¡Melody! ¿No hablaras de Sunny Blaze? — hace una mueca y yo me hecho a reír — ¿Cómo es qué pasó eso?. Sunny Blaze es sinónimo de problemas. Siempre esta de mal humor, le grita a todo el mundo, tiene feas contestaciones. Es el típico bad boy pero no de los sexys . O si, pero no soy de las que aceptan una relación tóxica solo porque el tipo está bueno. — Un día lo cruce en el bar, me miro y me pregunto "¿Qué pasa contigo?" — explica mi amiga — yo le dije "Nada pasa conmigo, ¿y contigo?", a lo que él respondió "nada pasa conmigo" — continúa— Cuando me di cuenta nos estábamos besando delante de los baños. — Qué hermosa historia de amor para contarle a tus hijos — exclamo. Mi amiga es un personaje. Solo ella besaría a un hombre en esa situación tan absurda. — Eres una estúpida, solo ha sido un beso — recrimina — Iremos a una fiesta hoy, así que prepárate mentalmente. — Bien, me pondré más bella, aunque creo que eso es imposible — respondo y ella sonríe. ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ Llegamos a la fiesta después de conducir casi por cuarenta minutos al medio de la nada misma. Es como una cabaña, se escucha la música muy alta, fuera de ella hay varias personas ebrias riendo y bailando. — ¡Qué fiesta para nada tenebrosa! — exclamo a mi amiga que me observa con odio. — Vamos, en los lugares que no generan nada de expectativa es donde la pasas espectacular — responde. Mientras no termine en una bañera con hielo y algún órgano faltante. O en el medio del bosque desmembrada por un psicopata. — Excelente, eso espero — exclamo entrando al lugar con emoción fingida. Hay muchos chicos guapos y chicas refregándose al bailar sobre sus cuerpos. Por algunos rincones hay personas besándose al punto de tener sexo con ropa, por otro lado hombres que alientan a mujeres a besarse y estas obedecen. ¿Pero que les pasa? Son las hormonas del verano parece. Mis hormonas están en pausa, o no lo sé, no se han manifestado aún. Camino hacia la barra improvisada y tomo una botella de cerveza. Prefiero el licor pero hoy no pretendo embriagarme, la gente de aquí es rara y lo que falta es que termine en la cama de algún idiota. Al menos he venido cómoda por si tengo que correr. Me puse un short de jean con una camisa anudada en el escote que deja ver mi abdomen, y unas botas de media caña con taco bajo. Mi maquillaje está sutil porque hoy no estoy de ligue. Doy vueltas con mi amiga hasta que esta me abandona por un musculoso moreno de labios carnosos y mirada penetrante. — ¡Hey, maddie! — gritan detrás mío. Adrien, mi compañero de la universidad está aquí. Mierda, está muy guapo. Su cabello oscuro peinado perfectamente y esos ojos verdes que me inspeccionan, mientras su camisa blanca se ciñe a su anatomía demostrando que está bastante ejercitado. — Adrien Beldfort, no imaginaba que venías a estas fiestas tan peculiares — respondo dándole otro trago a mi cerveza. — Tampoco lo imaginaba de ti, Blacke — sonríe. — Qué te puedo decir, ¡Soy impredecible! — digo mirando a un costado donde se encuentra una pareja haciendo intercambio salival bastante exagerado. — Le va a borrar el rostro si le sigue pasando la lengua de esa forma — dice una voz a mi lado y yo rio. Doy vuelta para ver quien es el chico gracioso y me encuentro con el amigo que mi madre se hizo hace unas horas . — ¡Hey, tú ...! — digo. No recuerdo el nombre. — Maddie, el es Travis Walker, un amigo que vino de chicago — Adrien me lo presenta y este me tiende la mano. Se la recibo reprimiendo una sonrisa. — Un gusto volver a verlo señor Walker, lastima que en este lugar tan ... especial. — Una fiesta es una fiesta — responde y sonríe. Es sexy, tiene unos impresionantes ojos celestes que resaltan su lindo rostro. Lleva una camiseta Nike negra ajustada que deja ver sus brazos tatuados y un jean celeste con roturas, junto a unas zapatillas blancas. No puedo negar que no es un lindo espécimen, pero tiene rostro de mujeriego y de esos paso. — Alcohol gratis es alcohol gratis — exclamo. Mi amiga llega y me quita la botella de cerveza para darle un trago. — ¿Ustedes se conocen?— pregunta Adrien. — Nos conocimos hoy en el aeropuerto — comenta Travis. Melody posa su mirada en él y se le tira prácticamente encima para presentarse. — Melody parker ... mejor amiga de maddie, un placer. Su voz ha cambiado, ha puesto ese tono que ella cree que es sexy pero en realidad suena como que ha tenido una gripe muy fuerte. El chico la observa divertido y se presenta con ella también. Adrien mira a mi amiga de arriba hacia abajo y lo entiendo, tiene un vestido n***o pegado a su silueta que resalta sus atributos de forma atrevida, unos tacones negros y la chaqueta de cuero que robó de mi placard la muy desgraciada. Me sorprendo al darme cuenta que Travis sigue observándome cual psicópata, cosa que me intimida bastante. Despídete de tus órganos, Maddison. — Debo ir al baño — exclamo con nerviosismo. — Aquí te espero — responde mi amiga, coqueteando con adrien de manera descarada. Doy vueltas y vueltas, no se donde se encuentra el baño y realmente estoy que me hago encima. Al subir la escalera hacia el piso de arriba, chocó con una figura y cuando voy a disculparme,me quedo de piedra. De todas las personas que tenía que encontrarme, el universo me maldice topadome con Allen. ¿Qué hace él aquí? — Maddison — me observa sorprendido — no sabía que vendrías. -- Hace rato deje de darte explicaciones, Bradley — respondo secamente. — Maddison, por favor... ¿Podemos hablar? — su aliento huele a alcohol estacionado. Desde hace rato debe estar bebiendo. ¡Arrójalo por las escaleras!. Aprovecha que está ebrio. — No quiero hablar contigo, ¡Me estoy orinando, no me estorbes!— digo empujándolo a un costado y entrando al baño más rápido que corriendo. Cuando salgo del baño me toma del brazo y me lleva a uno de las habitaciones, impidiéndome salir de allí. — ¿Pero tú te has vuelto loco o qué mierda?— exclamo vuelta un demonio. Bloquea la salida y golpeó su torso para intentar salir de aquí, pero el maldito esta muy entrenado y no se mueve ni un solo milímetro. — Necesito que me escuches...— suplica. — No tengo que escuchar nada de ti — reclamo — ¡Déjame en paz, Allen! — reclamo. — Maddison... yo te amo — sus ojos se cristalizan — Me ha sido difícil este tiempo sin ti. Su expresión es triste, me provoca abrazarlo. ¡Idiota, te ha puesto el cuerno!. — Pregúntame si me importa... — me hago la pensativa — ¡No, no me importa! ¡Ahora déjame salir!. — Lo de brittany fue un error ... escúchame, debes perdonarme — suplica. — No es un error tener tu m*****o metido en su v****a, cariño, ¡es infidelidad! — respondo. Siento un nudo en la garganta al recordar el episodio pero no puedo dejar que él se de cuenta que me afecta. — Lo siento, cariño.— se acerca tomándome de la cintura para atraerme hacia el — ¡Por favor ! Maddison, nena. Aprovecho que trata de besarme para abrir la puerta y escapar lo más lejos posible de él. No puedo negar que siento cosas aún por ese idiota, cuando lo tengo cerca es doloroso pero mi dignidad y mi orgullo no me permiten ser de esas mujeres que se rebajan ante un hombre que hace lo que quiere con ella. No puedo permitirme ser así. Bajo las escaleras y para mi desgracia me encuentro a la Barbie plástica que se acostó con mi novio. Quiero pasar de ella pero me toma del brazo. — ¿Has visto a Allen?— pregunta con aires de superioridad. — Arriba, en la habitación... hasta hace unos momentos llorando y suplicando por volver conmigo. Deberías cuidar más a tu novio.— digo para molestarla y su rostro se torna bordo de furia. — No te creo — responde secamente. — ¡No me creas! — exclamo e intento seguir mi camino pero me detiene. — Si fuera así no hubiese pasado todo el verano conmigo — exclama con actitud socarrona. Mierda, eso realmente me dolió. Carajo. Ella se echa a reír. Voy a responder pero escucho que alguien habla detrás. — Permíteme entender ¿Te ríes de que su novio la engaño contigo? — exclama una chica detrás de Brittany. — No pasará mucho tiempo para que te haga lo mismo a ti. Es bajita, morena, tiene el cabello corto rapado en los costados y está vestida como si fuera a podar su jardín. — ¿Tú que te metes donde no te llaman, fenómeno?— grita la Barbie mientras la chica solo la observa con rostro impasible. — Solo me rió de gente como tú. Te crees demasiado, pero... ¿Tienes una idea de cómo terminarás en unos años?. — Claro, seré una brillante diseñadora de modas en los mejores desfiles del mundo, casada con el excelente abogado Allen Bradley — responde orgullosa. Siento náuseas. — Te adivino el futuro.— replica la morena — Obesa, con varios niños de alguno que en su momento fue el chico popular pero terminó de gerente en una tienda de algún barrio local — continúa— engañándote con la que podría ser o su empleada o alguna clienta desesperada. — ¡Eso es ilógico! — No podrás hacer nada y no te quedará más que resignarte a esa vida mediocre que estás viviendo, anhelando estos momentos en los que eres la chica popular que todos aman.— exclama con seguridad — Y eso es lo que tú crees, porque en realidad nadie te soporta. — ¡Yo no tendré esa vida!— lloriquea la odiosa frente a mi. Reprimo una risa. Esta chica me gusta, tiene unas enormes agallas. — Oh, si... la tendrás. Soy un oráculo y esa es mi predicción para ti — hace un movimiento con la mano para golpear su frente. Brittany la observa unos segundos para luego salir disparada en direccion a la escalera. - ¿Tienes algúna predicción para mi ? - pregunto . Ella sonríe . — Soy Zurai, ¿Tú? — pregunta. Es amable para ser tan extraña. — Maddison, mucho gusto...— sonrío — ¡Gracias por eso! Me la has quitado de encima. — No hay problema, odio a las niñas mimadas. — ¿Has venido Sola?— pregunto. — Mi primo es quien organizo esta fiesta... pero si, estoy sola, no es mi estilo venir a estos lugares. — Tampoco el mío, ven ... — la tomo del brazo — te presentaré a mi amiga Melody. Me dirijo hasta donde está charlando animadamente con Adrien y les presento a mi nueva amiga. ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ Después de varios shots de tequila por una competencia a la que me han retado, debo decir que me encuentro bastante ebria. Las palabras se me arrastran, siento mi cuerpo como una pluma, no logro enfocar bien la mirada y me rio de todo lo qué pasa a mi alrededor. Un chico se acerca para sacarme a bailar y se me pega, pasando sus manos por mi cuerpo. Mis sentidos están adormecidos por lo que no evito que siga con su maniobra. Apoyo mi rostro en su cuello en un intento de permanecer con el equilibrio intacto, pero alguien me separa de él. Quedó colgando de una gran espalda musculosa, lo que me provoca que todo el líquido que estaba contenido en mi estómago se libere y me salga por la boca, ensuciando por completo a la persona que me lleva cargada. — ¡Mierda... ¿Acaso no tienes cultura con el alcohol?— escucho la voz de Travis Walker. — ¡No le digasssss a mi madreeeeeee! — grito intentando articular — ¡porfiiiiiii!. Una risa sale de mi boca, seguida por mucho más vomito. ¿De donde salió tanto? — Carajo, estás para una nueva película del exorcista ... — exclama furioso, pasando la mano por su frente — ¡No se te ocurra vomitar en mi auto nuevo o te asesino!. Me apoya en el asiento del copiloto, enganchando el cinturón de seguridad y cierra la puerta, para luego ir hacia su lugar e intentar arrancar el vehículo. Huele a cuero mezclado con perfume masculino. — ¿Tú crees que puedo ser actriz?— pregunto — ¡Eso es, Seré actriz! — exclamo abriendo la puerta del auto nuevamente con la poca fuerza que me queda. El cinturón me impide salir y no logro desengancharlo. Travis se quita la camiseta vomitada con cara de asco y queda con el torso totalmente desnudo. ¿Estoy babeando de lo sexy que es o es que sigo vomitando? — Serás actriz mañana... ¡Cierra eso! — reclama pasando por encima mío y cerrando la puerta. Conduce un largo rato mientras lo observo. Sus brazos tatuados y musculosos tomando el manubrio del auto se ven muy bien, tiene abdominales perfectamente marcados. La expresión sería en su rostro le da un toque de misterio. Cuando llega hasta el estacionamiento de un edificio se detiene. — ¿Dónde estamos? Aquí no es mi casa — digo observando la desolación del lugar. Despídete de tus órganos, Maddison. — No, es la mía. — responde y palidezco.— Has dicho que no querías que tú madre se entere así que te traje aquí hasta que se te pase la borrachera — exclama estacionando el auto. Se baja de él y camina hasta donde estoy yo para ayudarme. Su expresión es seria, y si fuera el yo estaría enojada de que los tallarines de la cena de una chica terminen encima de mi camiseta. Entramos al departamento y me sorprende ver que está todo ordenado perfectamente. Siempre creí que todos los hombres eran desordenados, y aún más cuando viven solos. Aunque la única referencia que tengo es Allen. — ¡Hijo de puta! — se me escapa en un murmullo. — ¿Acabas de insultarme?— pregunta sorprendido. Se acerca a mi de forma intimidante, y el hecho que no lleve camiseta me intimida el doble. — ¡No! Lo siento.— exclamó sorprendida — Yo pensaba en mi ex novio. Su expresión se relaja. — El baño está allí, la habitación aquí.— señala entrando conmigo — Dormiré en el sillón. — Gracias. — Aquí tienes una camiseta para que puedas dormir cómoda y una toalla. Buenas noches — dice y me cierra la puerta sin decir más nada. Aún mareada me quito la ropa y después de darme un baño rápido para quitarme todo el vomito que me ha salpicado, me coloco su camiseta. Huele a su perfume mezclado con jabón para ropa. Enjuago mi boca con pasta dental ya que no llevo cepillo y me recuesto en la cama pensando todo lo que me podría haber pasado por tomar de más. No lo volveré a hacer. Sin darme cuenta mis ojos se cierran y caigo rendida en un sueño profundo. ❀ ❀ ❀ ❀
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