-¡Bienvenida a mi humilde hogar Esmeralda! Aquí es donde vivirás mientras te recuperas de tus lesiones o hasta que puedas valerte por ti misma, solo tengo 2 condiciones para ti y espero que puedas cumplirlas al pie de la letra, la primera es, que quiero que te la lleves bien con mi nana, ella es una señora mayor y es como una segunda madre para mí, así que te exijo que la trates con respeto y consideración, la segunda condición es, que nunca entres a mi despacho sin mi consentimiento.
-Mi guapo y sexi ángel, seré una niña tan obediente que tú mami y tu nana querrán adoptarme, y tú desearás convertirme en la madre de tus hijos, para que de esa manera nunca me aleje de ti, eso te lo puedo asegurar. -Esto se lo decía Esmeralda a Daniel, mientras le guiñaba un ojo y le lanzaba un beso al aire… A pesar de que no era la primera vez que ella se comporta de una manera tan descarada con él, este joven rubio aún no se acostumbra a su manera de ser, es por eso que cada vez que ella lo trata de esa manera, sus mejillas siempre terminaban sonrojadas.
-Ah, olvidaba decirte que esa será la tercera condición que te impondré.
-Mi príncipe bello, pide por esa boquita hermosa todo lo que quieras, que yo con mucho gusto te complaceré, menos en no ser cariñosa contigo, en eso sí que será en lo único que te desobedeceré.
-Precisamente esa es la tercera condición que te pediré, no quiero que tengas ese tipo de comportamiento en frente de ella o de cualquier persona que se encuentre conmigo.
-Eso quiere decir que cuando estemos a solas como lo estamos ahora ¿Si puedo ser súper cariñosa contigo? -Esto lo dice Esmeralda mientras sube y baja las cejas, y mientras muestra una gran sonrisa de oreja a oreja.
-Por lo cual Daniel, mientras comienza a empujar la silla de ruedas donde ella estaba, un poco molesto le dice ¡No! Tampoco puedes hacerlo, de ahora en adelante tienes que tratarme con mucho más respeto.
-Entonces te complaceré al pie de la letra en las primeras 2 condiciones, pero en la última no lo haré, así que por ahora cerremos ese tema y por favor preséntame a tu nana, que ya me urge conocer a mi madre adoptiva.
-Ya habían llegado al final del pasillo y mientras abre la puerta de una habitación este le dice; Hoy es su día libre, así que mañana cuando ella regrese a la casa te la presentaré, por ahora solo te puedo presentar a tu nueva habitación, espero que te guste.
-Esmeralda al enterarse de que estaban completamente solos, con mucho coqueteo pregunta ¿Eso quiere decir que esta noche serás todo mío y que puedo hacer contigo todo lo que yo quiera?
-Daniel la levanta de la silla de ruedas y mientras la coloca con mucho cuidado en la cama le dice; Ja, bájate de esa nube, que aunque quisieras, estando de esta manera no podrás hacer nada de nada.
-Esmeralda se aprovecha de ese mágico momento, para entrelazar fuertemente sus brazos por el cuello de Daniel, luego comienza a oler el aroma de su perfume y muy cerca de su oído en un suave susurro le dice; Mmmm, pero que rico huele mi hombre, tú aroma es tan embriagador que fácilmente, podría dormir toda la noche abrazada a tú musculoso cuerpo, solo para seguir deleitando mi olfato con tu rica fragancia. -Después de decir eso, comienza a esparcir cortos besos alrededor de su cuello, hasta llegar a la comisura de sus labios, una vez que sus rostros quedan de frente, lo mira fijamente a los ojos por unos cuantos segundos, luego dirige su mirada hacía los labios de él y le pregunta -¿Y si mi cuerpo estuviera completamente sano?, ¿Y si este yeso no fuera un impedimento?, ¿Me dejarías besarte y tocarte de todas las maneras que yo quisiera?
-Daniel sin darse cuenta cerro sus ojos y mientras sentía el suave rose de los labios de Esmeralda, se deja llevar por las dulces palabras que ella le decía, en su pecho sentía como su corazón palpitaba sin cesar, su respiración comenzaba a agitarse cada vez más y cuando fue a abrir la boca para contestar la pregunta que ella le había hecho, está lo sorprende estampando sus labios contra los de él y comienza a besarlo apasionadamente, Daniel poco a poco se dejó llevar por ese deseo inesperado, que alguna vez pensó nunca más sentir por ninguna otra mujer, que no fuera aquella que una vez destrozo su corazón, pero cuando sintió que la mano de ella, estaba un poco más abajo de su abdomen y a punto de tocar aquella parte sensible de su cuerpo, inmediatamente reaccionó y se separó de ella antes de cometer una locura, que lo pudiera perjudicar más adelante, con voz ronca y un poco agitado le dice; Espero que esto nunca más se vuelva a repetir, descansa y trata de no molestar mucho.
-Me gustas mucho mi guapo y sexi Ángel, y no me arrepiento, ni tampoco me voy a disculpar por lo que acabo de hacer, ya que un día no muy lejano, en está cama o en la tuya te haré mucho más que eso.
-Después de oír las últimas palabras de Esmeralda, Daniel sale con pasos veloces de esa habitación e inmediatamente va para su despacho, una vez estando allí se sirve un trago y mientras se sienta en la silla de su escritorio dice -¡Dios mío! ¿Pero qué es lo que estuve a punto de hacer? Siempre me he caracterizado por saber dominar mis emociones, pero cuando estoy al lado de esta chica, todo mi auto control se desaparece y no sé por qué, si sigo al lado de ella quizás terminaré haciendo alguna locura, así que para evitar males mayores, desde mañana en adelante trataré de estar el mayor tiempo posible en el hospital o en cualquier otro lugar que no sea aquí, esto lo haré hasta que ella se recupere por completo y se vaya de la casa, no puedo arriesgar mi carrera por una calentura del momento y mucho menos por una perfecta desconocida.