En menos de una hora, Anna se volvió mi confidente, como mi mejor amiga, le había contado absolutamente todo, de principio a fin, incluyendo la declaración de amor de Justin, me sentí tan aliviada de sacar todo lo que llevaba por dentro y más aun con el abrazo maternal que recibí después de desahogarme, por parte de Anna. Me vi en la obligación de volver a la piscina, mis padres ya estaban dándose un chapuzón con tanta confianza, como si el lugar fuera de ellos, el señor y la señora Petterson ya estaban en el lugar preparando todo junto con Giussepe, por un momento me sentí avergonzada, ellos recién llegaron de viaje y en vez de estar descansado, se dedicaban a atendernos, todo es mi culpa, si no me hubiese quedado dormida, si no me hubiera escapado, si no hubiese aceptado la invitación

