Para ser honesta, si me hacía falta un helado, aún seguía triste por el anillo, pero no tanto como hace unas horas. Justin me invitó un helado en Mc’ Donalds, sabía muy bien como levantar mi ánimo, y no es para menos, teniendo en cuenta que ha sido mi mejor amigo desde hace cuatro años, me conocía tan bien como yo a él, a pesar que en la actualidad somos novios, no podía evitar sentirme igual que siempre que salía con él y Maddie, como nada más que amigos, no sé si es por la costumbre, o porque aún no asimilaba el hecho de que somos pareja, o porque sigo igual, incluso hasta más enamorada de Aaron. Joder. Ya no me sentía molesta con Justin, al fin era el mismo de siempre y no el patán de ayer, ya podía sentirme en confianza con su presencia, tanto así, que ya estaba buscando las palabr

