En otra parte Norteamérica, Caleb miraba ansiosamente la pantalla de su teléfono mientras sus dedos tecleaban un mensaje: ―Hermosa Sally, ¿estás ahí? Bajo el seudónimo de "TheKing_55", Caleb se había convertido en un admirador más de Saleema en las redes s0ciales. La había seguido en cada plataforma, desde que la conoció estudiando cada detalle que ella compartía. Cuando escuchó su comentario sobre estar en "bancarrota" durante la transmisión, su corazón dio un vuelco. No lo pensó dos veces antes de comenzar a enviarle dinero, esperando captar su atención, ganar su confianza. ―Qué pasa, ¿por qué no responde?―murmuró para sí mismo, con sus ojos fijos en la pantalla que mostraba que su último mensaje había sido entregado, pero no leído. El sonido de pasos interrumpió su concentración. Un

