Rebecca sin pensarlo dos veces empieza a aprovechar el instante que se le está presentando, ella empuja el cuerpo de Carlos hacia atrás hasta dejarlo acostado sobre el sillón, extiende su mano y sin sentir un poco de pena la coloca sobre la entrepierna de Carlos logrando subir mucho más la temperatura.
—No me vayas a negar que sueñas con vivir una pasión intensa conmigo, porque eso sería una gran mentira Carlos; olvidémonos de Rodrigo en verdad el no importa ni siquiera un poco, quiero enloquecerme de amor, quiero hacerlo sin pensar, creer que a tu lado conseguiré todo lo que en mi matrimonio jamás obtendré. —Rebecca aprieta su mano sintiendo cada vez más la entrepierna de Carlos, ella solo sonríe con malicia produciendo que en él toda la lealtad que siempre defiende se empiece a acabar.
