Esteban
Había estado tentado en besarla, quería hacerlo, sentir el sabor de sus labios, pero no me fue posible, porque cuando estaba a punto de hacerlo se alejó.
Ella me privó de su cercanía y decidió irse, así que a pesar de que no se fuera la acompañe hasta que bajo de su auto y se detuvo en el umbral de la casa para girar a verme.
No pude evitar sonreír al verla ahí y a mí en esta situación, porque si ella hubiera sido mi pareja desde hace años, la traería a casa todo el tiempo, la besaría en el auto en cada oportunidad que se tuviera y la esperaría hasta que entrará a su casa.
Pero eso solo existía en mis más oscuros secretos, porque nadie debía saber lo que sentía por ella, lo que había pasado en la oficina, era algo que no debía pasar de nuevo, no podía perder su confianza si la
