Lina
Había ido a la universidad poco después de la plática con mi hermana, me centré tanto en mis clases que el tiempo pareció pasar en una cuestión de minutos, no volví a ver a Lui, no compartíamos clases, eso debido a que él estaba estudiando dibujo artístico y la facultad de artes quedaba un poco lejos de mi facultad.
Tenía hambre demasiada si era sincera, solo quería llegara a casa y comer un poco de la deliciosa comida que sabía que habría preparado mamá, entre mis planes eran llegar a casa, comer y luego descansar antes de hacer mi tarea, tal vez tomar un momento para relajarme en la piscina y reflexionar en lo que se había convertido mi vida, pero mis planes fueron interrumpidos cuando mi móvil sonó.
Como iba conduciendo preferí poner el altavoz y evitar cualquier accidente.
-Fiore mía, ¿Has salido de clases? - pregunto papá y yo sonreí al escucharlo
-Si pai ya salí, de hecho, voy a la casa- mencione deteniendo el auto en un semáforo- ¿Necesitan que lleve algo a la casa? - pregunte y el suspiro
-No fiore bella, lo que pasa es que Esteban necesita ayuda sobre unos negocios, ¿Crees que puedas ir a la empresa y ayudarlo? - pregunto de vuelta y yo me quede en silencio, ¿porque últimamente es da por que lo vea en todos lados? - Piccola- me llamo de nuevo y yo tome aire
-Si no hay problema- mencione sin ánimos, si bien debía de sentirme emocionada por ir a verlo, por estar cercas de él, pero no me sentía así, no me gustaba lo que se sentía estar cercas de él y tener que ocultar todo lo que estaba sintiendo por él, no me gustaba, pero no tenía más opción que hacerlo.
Pero una vez llegue supe el motivo por el cual no me sentía feliz de venir, era como si una parte de mi me avisara lo que estaba a punto de ver y es que no me gustaba que ella le dijera que volverían a estar juntos esta noche, me molestaba, sentía envidia por ella, porque eso dejaba más que claro que Esteban era completamente un semental en la cama, porque lo que vi en la mañana eso reflejaba, la dureza en sus pantalones dejaba ver que él debía ser todo un seductor y no me gustaba que ella lo viviera, al menos no con él.
Yo no era virgen, había tenido mi primera vez con Lui, no fue malo, sin duda fue lindo, pero no era una máquina de sexo capaz de seguirme el ritmo, si yo llegaba a querer más tenía que esperar, porque él se quedaba dormido, no estaba mal y lo entendía, pero en cierta forma me sentía mal, porque había escuchado hablar a mis primas de las sensaciones que sienten y yo no he experimentado nada de eso.
- ¿Cuándo dejaras de disculparte? - pregunto y yo lo miré, sus ojos se posaron en los míos y sentí de nuevo esa sensación de vacío en mi estómago.
-Cuando deje de interrumpir tanto- una sonrisa salió de sus labios y señaló la silla frente a él para así que no dude en sentarme- ¿Qué es lo que necesitas? - pregunte y el suspiro
-Necesito importar unas piezas automotrices, tu padre menciono que conseguiría a alguien que me ayudara, pero nunca imagine que te enviaría a ti- fue sincero y yo lo mire ofendida
-¿No me crees capaz de poder ayudarte?- las palabras salieron sin que pudiera evitarlo y es que ya estaba un poco molesta con lo que habia visto hace unos momentos.
-Lina no es eso, es solo que no sabia que te mandaría a ti, no tienes mucha experiencia en esto- sonrei con sarcasmo y negué
-Esteban soy la mejor en mi clase, o mejor dicho de la facultad, no tendré la edad necesaria para saber todo lo que rodea al mundo, pero tengo la teoría, se como se hace cada cosa y no tengo miedo a experimentar algo nuevo- me puse de pie y tome aire- Deja de verme como si fuera aquella niña a la que viste crecer, soy una mujer Esteban, se lo que hago con mi carrera pero si no confías en mi para hacer esto, entonces busca a alguien más para que te ayude- quise caminar a la puerta pero su mano tomo la mia.
El cosquilleo que recorrió mi cuerpo fue inevitable, me gire para mirarlo, pero el solo veia su mano sobre la mia antes de mirar mis ojos
-Yo no quise decir eso- hablo acariciando mi mano haciendo que me estremeciera un poco - Se que ya no eres una niña, creciste y estas preciosa- mi corazón latió con fuerza- Tampoco quería subestimarte, tienes la inteligencia de tu padre y la astucia de tu madre, eres capaz de hacer todo lo que te propongas y mucho mas, si quieres arriesgaste en esto conmigo entonces confío en ti- sonrei ante sus palabras y tiro de mi cuerpo para que me sentará de nuevo.
Me paso unos documentos, era una lista de productos que pensaba comprar allá y otros era el capital con el que contaba para adquirirlos y luego suspiro.
-No es mucho lo que tengo, pero basta para traerlos ¿Verdad? - pregunto y yo hice una mueca, la cantidad que tenia era casi lo justo para adquirir la mercancía, no tenia en consideración los costos de importación y tampoco las restricciones no arancelarias que se podrían presentar
-Te voy a ser sincera, estas en un precio justo, cuando importamos mercancía siempre hay aranceles que pagar dependiendo el material que sea, algunos no pagan otros si, además hay otras restricciones, no son para pagar impuestos, me preocupan mas estas debido a que no sabemos que puedan pedirte y los tramites que tengas que hacer- suspiro
-¿Entonces dejó la idea a un lado? - no me miro solo miro su portátil- Creí que esa sería la mejor opción, los proveedores me estan cerrando las puertas, otros están subiendo los precios, era lo mejor para fabricar un diseño y tratar de solventar los gastos- se veia realmente mal por la situación que estaba pasando
No me gustaba verlo asi, pero sabía que si lo ayudabamos monetariamente le iria mal en el juicio, ya que no habia modo de declarar de donde provenía esos ingresos, el idiota que los demandó podría intentar reclamar de ese dinero también y solo lo afectariamos más en lugar de ayudarlo.
-Tal vez podamos llegar a un acuerdo, pedir flexibilidad, ofrecer un anticipo, pagamos esa cantidad y lo demás despues de que llegue la mercancía a Italia, el tiempo de entrega aquí puede variar dependiendo el transporte que utilicemos y incoterm que solicitemos, la mercancía viajara a tu nombre, pero yo me hare cargo de todo el proceso- el sonrió al verme teclear algo en mi ipad- Mete la orden de compra, yo me encargo de lo demás- el asintió y yo lo mire incomoda por la manera en que me miraba
-Eres brillante- sonreí al escucharlo y luego el tomo aire- Quiero saber mas- insistió, estaba por decir algo pero mi estómago me recordó mis planes iniciales haciendo que la vergüenza llegara en cuestión de segundos pero su risa lleno el lugar de una forma calida antes de tomar el móvil y llevarlo a su oído- Dora, ¿Puedes pedir un poco de pasta, carne y vino? También algo de pastel de chocolate y fresas- me miro pero yo solo centre mi atención a mi dispositivo móvil.
-No debiste molestarte es mejor que me vaya y hablamos después- mencione y el nego
-Yo también tengo hambre y no puedes dejarme comiendo solo- sonrió y yo asentí.
Comence a explicarle un poco sobre el proceso que todo conyevaba, también le ayude a levantar el pedido y lo mandamos directamente con el cliente, sabia que había personas que se encargaban de esto, pero si era algo importante lo mejor era hacerlo nosotros mismos.