Esteban Las palabras que le decía a Lina eran ciertas, la veía a ella como la mujer de mi vida, quería pasar el resto de mi vida a su lado y sobre todo poder tener la dicha de ser el padre de sus hijos, quería atarme a su vida para siempre, que no pudiera alejarme de su lado si eso fuera posible. Sin contar que la noche anterior había soñado con una pequeña niña, una niña tan linda y tierna como ella, su cabello castaño casi rubio como el mío, sus mejillas sonrojadas y una sonrisa que te cautivaba, sus ojos tenían un tinte verde oscuro casi marrón, pero eran tan impresionantes que te hacían mirarla y adorarla en muchas maneras. No sabía a qué se debía mi sueño, tal vez era ese deseo de tenerla conmigo de querer que se quedara, pero me había hecho pensar en todo momento lo que sería tene

