Lina Saber que mis padres me apoyaban era sin duda una de las mejores cosas del mundo, mi mamá era increíble, la mejor del mundo, el apoyo que ella nos daba era maravilloso. Me encantaba la manera en que ella era nuestra cómplice, como todo lo hacía para ayudarnos a pasar tiempo juntos. Llegamos al departamento que anteriormente era de mi madre y tías, ellas vivieron aquí durante su juventud, desde que habían llegado de México, lo habían comprado entre Cristine y mi madre, pero la tía había dejado este departamento para que lo usaran mis hermanos. Ahora lo estaba usando yo, estaba en un lugar muy céntrico en la ciudad, era lindo, no muy grande pero su acogedor, nada que ver con el departamento de Esteban, este era más sencillo. -Nunca vine aquí- admitió y yo sonreí mientras miraba t

