Finjamos ser felices

Lo que soy

Tily adora la comida caseta, regularmente tiene que comprarla ya hecho a porque no le da tiempo de hacer nada dentro de casa, trabaja para la compañía de noticias P&P. Sus jefes son magníficos, pero el chisme está por todo el país. Ella dirige un programa matutino dedicado a la vida de todas las celebridades, los ricos y famosos del país y en la tarde es productora de un programa de comedia y mujeres en el que a veces hace de invitada también.

La gente podía sentir desagrado pro su profesión; sin embargo, ella entretenía a millones y le gustaba. Su Ruptura con Ralph se debía a ello. A él, el honorable señor juez no quería estar ligado con alguien que no se tomaba en serio la vida, porque ser periodista es una cosa, pero ser presentadora de programas de chismes era otra.

Ralph era la única persona que le había amado y apoyado incondicionalmente, así que poner su mejor cara y dejarle ir fue lo más doloroso y ahora que todo parecía sanado y tranquilo estaba sentado en su comedor, tranquilo de la vida, hablando de compartir su vida como una transacción de negocios.

—Será tiempo limitado—comienza a decir.

—No quiero saber.

—Es importante para mí. Esto es fundamental para mi carrera.

—Es que hay que tener huevos, entonces, si se trata de tu carrera sí y cuando se trata de la mía no.

La joven cena con Ralph y le da las gracias porque todo está exquisito.

—Estás muy callada.

—Sí, no sé qué decir.

—No has dicho nada ni me has dejado decir.

—¿Sabes, Ralph? Eres el amor de mi vida, pero no puedes ser el amor para mi vida.

—No tengo oportunidad. Eres escritora.

Los dos se ríen, Tily porque él no ha entendido sus palabras y Ralph porque cree que ella está usando las palabras equivocadas para destruirle. La pareja se queda en silencio y él intenta tomar la mano de Tily, la joven le mira a los ojos mientras le explican:

—No puedo fingir con nadie, tener lo que tuve contigo—responde Ralph y la toma de la mano. —Necesito una esposa para lanzarme de magistrado y contigo, según el registro llevo seis años casado.

—Necesito que laves los platos —pide Tily y Ralph asiente.

—Tily no cambies de tema, sabes que los lavaré.

—Yo no nací para ser ama de casa, Ralph. ¿Recuerdas? Por eso terminamos, no puedo ni voy a vivir con tu familia preguntándome cuándo voy a tomar la vida en serio o cuándo voy a dedicarme a la familia porque no va a pasar. Te dejé ir porque no puedo ser lo que necesitas. No voy a hacerlo por un marido, tampoco por mis hijos. Yo soy un ser libre y lo único que todos recalcan sobre mí es lo trabajadora que soy, y a mí me encanta mi trabajo.

—Lo sé, y no te estoy pidiendo que lo dejes.

—Hoy no, pero en seis meses cuando tengas lo que quieres y necesites más de mí, entonces me lo pedirás.

—Tily, fui un cabrón e inmaduro…

—No hagamos esto. Si necesitas estar casado no solicitaré el divorcio, pero, no voy a fingir ser tu esposa por Mainvillage y dejar mi vida por ti.

Tily se puso en pie y le hizo una seña para que se fuera de su casa. Ralph le recordó los platos y ella le dijo que los quebraría de ser necesario o se los dejaría a la empleada. Él le indicó que esos platos eran Hermès.

—¿Y qué no se rompen? —pregunta Tily.

—Se rompen, lo que pasa es que cada plato vale mil dólares ¿aproximadamente?

—¿Tú me regalaste platos de mil dólares?

—Me gusta comer bien…

—Bueno, ya que tienes dinero para tirar puedes comprarme un auto, un día de estos —bromea y los dos ríen.

—Tily.

—Vete… —pide la joven y señala la puerta —y no vuelvas a asaltar mi casa.

—Necesitas invertir en seguridad Tily.

—Adiós, Randolph Westborn.

El joven se acercó a besar la mejilla de Tily y ella se acercó.

—Hablaremos a lo largo de la semana y llegaremos a un acuerdo —Ella se río y le acompañó a la salida de su casa.

La joven fue a su habitación, después se asegurará cada una de las puertas de la casa y se metió en la cama.

A la mañana siguiente Ralph salió temprano a correr y se encontró con su primo para desayunar al final de la carrera.

—Tronco—Se saludan.

—Troncazo, ¿cómo vas con Tily?—pregunta Leonel.

—Bueno… me he colado en su casa, le he cocinado y me ha echado a mitad de la cena.

—Ahh, no la tomaste como rehén y la llevaste para la iglesia central de Mainvillage.

—No, no sería tan atrevido.

—¿Qué más has hecho para recuperar a tu esposa?—pregunta el joven y los dos ríen mientras van a pedir un café.

Tily llega temprano y compra café por toda la sección de información y entretenimiento. Está conversando con la maquillista cuando este le informan que le han enviado un reglo y está en el garaje.

—¿Qué es? —la joven abre la caja que acompaña a su regalo y firma el recibido.

—Un Audi—Tily rió. —Sé que no sabes nada de autos y que probablemente preferías un Mercedes, pero estoy feliz haciéndote feliz. Por nosotros, llámame. Tu hombre sensual —La joven rio a carcajadas.

—¿De qué color es?

—Plateado, está impresionante.

—¿Es un automóvil?

—Es una camioneta, le responde el guarda de seguridad.

Tily escucha su celular, vibra y sabe de inmediato quién es.

—Mi amor, qué se te ofrece.

—Soy tu mamá Atlas—saluda la mujer.

—Perdón… no me fijé.

—Es obvio, no hubieses contestado. Conoceré a ese hombre.

—No, Dios guarde.—Responde Tily—Mami ya tengo llamado, puedes enviarme un texto, y al salir del aire, te escribo.

—Tily... —La joven cuelga y mira el celular horrorizados.

Ve un mensaje de su ex

Sensualongo

¿Te llegó mi regalo?

Intensísima

Claro.

¿En eso se va el dinero de los contribuyentes?

Sensualongo

No, bebé.

Tengo mi propio dinero.

Inversiones y negocios, así le llaman.

¿Te gustó o no?

Intensísima

Papacito, algunos trabajamos para comer y existir. Ahora que lo veo te cuento si te ganas una mamada o aplausos con cinismo.

Sensualongo

Tus mamadas son impresionantes, puede ser un buen pago.

Intensísima.

Ves... no sacas pelo sin sangre.

Sensualongo

Me ofenden tus acusaciones. Con todo lo que te he respetado.

Intensísima

Te conozco de toda la vida, sé lo que quieres.

Sensualongo

¿Se puede saber qué se te ocurrió?

Intensísimo

Quieres confundirme ¡y no!

Sensualongo

Hemos sido felices, intensamente felices. Si me caso con alguien más fingir ese tipo de felicidad será complicado, pero, si lo hago contigo, todos van a creerlo.

Intensísima

Voy a publicar esto en el periódico de mañana.

Sensualongo

Comamos juntos, almuerzo, plena luz del día, en el centro de la ciudad.

Intensísima

almuerzo a la 1, paso por ti al juzgado

Sensualongo

Un beso. Te amo.

Intensísima.

Ay, troncooo.

La joven ve un mensaje de su madre y el tono irradia su furia.

Mujer que me parió

¡¡¡Tily!!! Llevas todo este tiempo en línea, pudiste tomar mi llamada.

Tily

Mamá... ¿Qué se te ofrece?

Mujer que te parió

Quiero me hables, Atlas.

Tily

No te ofendas, pero si te hablo peleamos y por mensaje de texto no puedes decir: “no dije eso” Todo queda registrado.

Mamá

Daré una misa para tu hermana, me encantaría que este año si vayas. Entonces, quería coordinar con tu agenda.

Tily

Estaré fuera.

Mujer que me parió

No sabes la fecha.

Tily, no fuiste ni su funeral.

Tily

Pues ya deberías saber que no quiero ir, mamá. No quiero. ¿Entendido?

Siempre tienes que hacer todo más difícil para mí.

Su madre respondió algo y ella dejó el teléfono en la mesa y fue a reunirse con sus compañeros para iniciar el programa.

¡¡¡Uy, uy, uy!!! Esta Tily... Y el Ralph.