Día 1

1617 Words
El móvil de Minho vibraba sin cesar en la mesilla de noche, indicándole que ya era hora de despertarse para ir a su encuentro con Jisung. Se liberó del agarre de su ahora novio y se incorporó en la cama. ― ¿A dónde vas cariño? ―preguntó adormilado Jaeyong. ―Con Jisung ―dijo Minho mientras se ponía sus jeans negros. Su novio hizo una mueca de desaprobación. ―Dijiste que lo habías dejado ―dijo frunciendo el ceño. ―Y lo hice, sólo voy a seguir saliendo con él por 20 días más ―explicó Minho. ― Cómo amigos y nada más, salidas amistosas. ―No había oído nunca de tal propuesta, cuando me lo contaste pensé que iba en broma ―dijo molesto Jaeyong. Ahora que por fin podía mantener una relación abierta y de verdad con Minho no le gustaba la idea de que siguiera saliendo con su ex. ―Cariño, es lo menos que puedo hacer por él. Se ha portado muy bien conmigo estos años y también contigo. En cuanto le mencioné que tenía pareja se lo tomó bastante bien y ten en cuenta que él ya lo sabía y aun así nunca dijo nada al respecto. Él respeto nuestra relación aun siendo pareja él y yo ―expresó Minho mientras terminaba de cambiarse. ―Ya lo sé pero... No me agrada la idea de que te sigas viendo con él, al fin y al cabo, Jisung te conoce más. Habéis pasado más tiempo juntos, y seguro que tratará de seducirte otra vez. ―Jae, estoy enamorado de ti y que me siga viendo con Jisung no cambiará lo que siento por ti. Él me prometió que no intentaría nada conmigo y yo le dejé claro que nada de contacto físico. ― ¿Seguro? ―preguntó con un deje de tristeza en su tono. ―Seguro Jae, confía en mí ―dijo Minho, depositando un leve beso en la frente de éste. ―Te quiero. ―Yo más ―añadió Jaeyong dándole un beso en los labios. Se despidieron mutuamente y Minho se encaminó hacia donde Jisung le había mandado la dirección. A la mitad del recorrido empezó a reconocer el camino. Ese era el que siempre cogía para ir a su universidad desde su antiguo departamento. Si no se equivocaba, la dirección que le mandó Jisung coincidía justo en donde estaba el parque donde se conocieron por primera vez. Dejó el móvil a un lado, ya que ya no lo necesitaba y recorrió lo que quedaba de él casi inconscientemente. Llegó delante del forjado de hierro de la entrada del parque. Se asomó levemente y observó como Jisung se encontraba sentado, en el mismo banco de hace 4 años y con la misma ropa. Había crecido pues hace 4 años recordaba cómo sus pies sólo rozaban el suelo cuando se sentaba en cambio ahora los recostaba perfectamente en él. Al ver esa imagen de Jisung, un sentimiento de nostalgia y un vago recuerdo de hace 4 años recorrió la mente de Minho. // 4 años atrás Hacía apenas una semana que Minho se había mudado a otro departamento que quedaba más cerca de su universidad. Justo hoy acababa de colocar todo en su sitio y su nuevo hogar ya estaba decente. Ahora era totalmente independiente ya que ni tenía compañero de piso. En casa no tenía nada más que hacer así que decidió ir a dar una vuelta por el nuevo barrio y familiarizarse un poco más con él. Cogió las llaves y su chaqueta y se encaminó hacia la salida. Una vez fuera sacó el mapa que traía de la ciudad, siempre le había gustado más usar papel antes que la tecnología. La universidad estaba marcada con una estrella roja, hecha por él mismo. Según el mapa quedaba unas calles más abajo, cerca de un museo de arte. Seguía cuidadosamente el mapa pero en algún momento Minho se desorientó y ya no sabía si seguía la vía correcta o no. Buscaba el nombre de la calle por todos los lados pero aun así no lo veía. Cansado de deambular por el mismo sitio una y otra vez decidió sentarse en algún banco del parque por el que pasaba ahora mismo. Al entrar en éste se encontró con un chico sentado. Llevaba una sudadera rosa con unos jeans azul oscuro y unas Converse blancas. No parecía estar haciendo nada en concreto así que Minho se le acercó para preguntarle si iba mal encaminado. ―Ho-hola... ―dijo tímido Minho. El chico levantó la cabeza y en ese momento Minho juró que acababa de ver a un ángel. Aquel chico era precioso, tenía unas hermosas y refinadas facciones. Unos mofletes adorables y unos ojos grandes, expectantes y llenos de alegría. El pelo castaño claro y su corte encajaban a la perfección con su imagen. ― ¡Hola! ―respondió enérgico el chico. ―Ehm... Por casualidad, ¿sabría decirme si voy bien por esta calle para llegar a la universidad Hanyang? ―preguntó dejando a un lado su timidez. ―Oh, sí, estás siguiendo el camino correcto ―dijo sonriente el chico. ― ¡Muchas gracias! ―exclamó Minho. Retrocedió para seguir su marcha pero un ruido lo hizo detenerse en seco. Sus tripas acababan de gruñir como nunca. Con las prisas y el entusiasmo de salir se había olvidado completamente del desayuno. El otro chico lo mira, intentando disimular su risa. ― ¿Tienes hambre? ―preguntó el chico tendiéndole un bocadillo. ― Tengo uno de sobras, ya sabes, las abuelas. ― dijo riendo levemente. Minho lo aceptó, avergonzado, y musitó un leve "gracias" apenas audible. Tomó el primer bocado y enseguida el sabor lo impresionó. Era uno de los bocadillos de pollo más delicioso que probaba. ―Dale la enhorabuena a tu abuela, este bocadillo está delicioso ―dijo, seguido de varios "mhmm". ―Me alegro de que te guste ―dijo sonriendo Jisung. Minho juró que esa era la sonrisa más hermosa que había visto jamás. ― Me llamo Jisung, Han Jisung. ―Lee Minho ―respondió él aún ocupado con su bocadillo. ― ¿Y qué estudias Minho? ―preguntó Jisung. ―Literatura contemporánea. ―Oh... Debes tener muy buenas notas para asistir a Hanyang ―dijo Jisung. ―S-si ―respondió nervioso Minho. ― Gané una beca para su programa de letras. ―Ooh... Mi hermano también asiste a la misma universidad, Bang Chan, a lo mejor lo conoces, aunque él estudia producción y márquetin de música. ―Este es mi primer año en la universidad ―explicó Minho. ― ¿Tan viejo me veo? ―repuso gracioso. ― ¡Aah...! Perdón... ―dijo entre risas Jisung. ― ¿Y tú? ¿Cuándo irás a la universidad? ―Uf... Dentro de 2 años todavía. ― ¿Tú y tu hermano usáis apellidos distintos? ―preguntó curioso Minho, el chico se había presentado como Han pero al mencionar a su hermano lo hizo como Bang así que Minho no pudo resistirse a la pregunta. ―Oh, bueno, no somos hermanos de sangre. Mi madre conoció a su padre y aunque mamá si se cambió el apellido yo he querido conservar el de mi padre. Pasaron un buen rato hablando hasta que se le hizo tarde a Jisung. Antes de irse se intercambiaron los números telefónicos y se agregaron mutuamente. Desde ese día, Minho supo que Jisung era la persona por la que su corazón llevaba esperando. // Actualidad ― ¡Minho opp...! ―empezó Jisung, pero enseguida se corrigió. ― ¡Hyung! ―Hola Sunggie ―dijo éste sentándose junto a él. ― ¿Tienes hambre? ―preguntó entregándole un bocadillo. Minho lo cogió sin pensárselo, no había desayunado, como aquella vez. El bocadillo tenía el mismo sabor que ese día. ―La receta de tu abuela no cambió ―dijo mordiendo el bocadillo. ― ¿Te acuerdas de este sitio? ―preguntó melancólico Jisung. ― ¡Cómo olvidarlo! ―exclamó Minho. ― Nuestro primer encuentro, y por si fuera poco estamos en las mismas. ―Sigues estando igual de hambriento que aquella vez ―dijo riendo Jisung. ―Y tú sigues estando igual de hermoso con esta sudadera que aquella vez ―añadió Minho casi inconscientemente. Un momento, ¿acababa de coquetearle a su ex-novio? Minho se sonrojó y Jisung también, tornándose el ambiente un tanto tenso. ―Yo... Lo siento... ―dijo Minho, sin saber que más decir la verdad. ―No pasa nada... Tranquilo ―respondió nervioso Jisung. Se quedaron unos instantes en silencio. Ninguno de los dos decía nada y sólo se limitaban a comer. ―Supongo que esto se tornó tenso... ―dijo Jisung, rompiendo el hielo. ― ¿Cómo está tu hermano? ―preguntó de repente Minho para desviar el tema. ― ¿Eh? Él está bien, recientemente empezó a salir con ese chico tan adorable que trabaja en el museo de arte ―explicó Jisung. ―Es muy bueno conmigo y mi hermano. ― ¿Sale con Woojin? ―preguntó sorprendido Minho. ― ¡Sí! ¿Lo conoces? ―Un poco, de vez en cuando intercambiamos unas meras palabras. Me alegro por él. ―Sí... Woojin es una bellísima persona. Al mencionar a su hermano, Minho cayó en que mañana, lunes, lo vería en la universidad y en lo incómodo que sería la situación. Él y Chan se llevaban bastante bien y eran muy colegas en la universidad, ¿cómo sería todo después de la ruptura con su hermano? El silencio incómodo desapareció y siguieron hablando de temas triviales a medida que pasaba el tiempo y, sin darse cuenta, habían transcurrido 2 horas desde su encuentro. Una llamada inminente de Jaeyong recordándole a Minho que a las 2:30 habían quedado para comer interrumpió su velada. Minho se disculpó con Jisung y le dijo que tenía que marcharse. Jisung sonrío apenado, ahora él ya no era la prioridad de Minho. ―Nos vemos mañana ¿sí? ―dijo Minho yéndose hacia la salida. ― ¡Hasta mañana hyung! ―dijo sonriente Jisung. Minho dejó el parque con una mezcla de sentimientos. Volver a estar así con Jisung, como si nunca hubieran roto era extraño pero eso le hizo ver cuánto extrañaba estar simplemente al lado de Jisung sin importar dónde. Su corazón volvía a latir con la misma fuerza de hace años pero su mente le decía que debía concentrarse en su creciente relación con Jaeyong. Toda esa confusión de sentimientos se debía al shock de ver a Jisung como la primera vez en que lo vio. Se decía Minho, intentado auto convencerse de que los sentimientos hacía Jisung de ese tipo ya no existían y sólo estaba Jaeyong en su corazón y mente.    
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