Me levante de mi silla, tome mi mochila y salí a donde estaban los mocosos.
-ya es hora de irnos- dije a Austin, Adrien y Jason. A los mellizos los venía a buscar ese amigo que desconozco. Los tres se levantaron y fueron en busca de sus cosas.
El señor Cooper y los dos chiquillos estaban charlando. Saque mi celular y mire los mensajes de Noah, entre otras personas. Les clave el visto y guarde el celular en mi chaqueta.
-te ves muy bien hoy Dove- dijo Brandon dejando de lado la conversación con su hermana y padre. La vista de los tres se dirigió a mi y me analizaron.
Como odio que hagan eso.
-gracias- dije y camine hasta la sala. Cuando los tres monos pequeños bajaron nos encaminamos a mi auto.
Se subieron detrás y abrocharon sus respectivos cinturones. Encendí a mi bebé y tome rumbo a la primaria de Jason ya que quedaba más cerca.
Cuando llegamos baje junto a él le di un beso en la frente y se fue feliz con sus amigos. Lo único bueno que hice fue ahuyentar a los bravucones que lo molestaban.
Volví a subirme al auto para llevar a las copias a su secundaria.
Mi celular comenzó a sonar y decidí ignorarlo, pero no paraba de sonar, lo conteste y me lo puse en el oído.
-habla Dove Hale- dije mientras repasaba a un auto.
-por qué no contestas mis mensajes?- pregunto theo al otro lado de la linea.
-estoy manejando- conteste.
-se nota- dijo.- soy tu mejor amigo y ya ni sales conmigo.
-si supieras- dije mientras quiera llorar. - estoy muy ocupada últimamente como para salir.
-no puedes darme un sábado de amigos, mínimo?- pregunto.- realmente necesitamos hablar.
-si me vas a declarar tu amor eso ya lo sé- dije mientras pasaba una fila de autos rápido.
-no seas idiota- dijo.- nos vemos el sábado?
-si, en mi apartamento- dije.- tengo el presentimiento de que el sábado se me va a antojar comer helado de vainilla.
-que manera sutil de decirme que quieres que lleve helado- dijo y puedo jurar que giro los ojos.
-me amas- dije.
-lamentablemente, chau,maneja tranquila bestia- dijo y corto. Deje el celular en el asiento del copiloto.
Al llegar a la secundaria de las copias ambos se bajaron y me dijieron un chau Dove. Por lo menos me saludaban.
Maneje nuevamente a casa de los Cooper.
Mi celular comenzó a sonar nuevamente, tenia una llamada entrante.
Agarre el celular y me lo puse en la oreja.
-pero que molestos que están con las llamadas- dije y me olvide que había contestado.
-Dove, soy Simon cooper- escuche al otro lado y juro que quise chocar mi auto contra el de adelante.
-señor Cooper, lamento mi forma tan grosera de contestar- dije mientras me lamentaba mentalmente.
-no te preocupes- dijo y yo me estaba preocupando más- quería saber si podrías llevarme a mi trabajo, mi auto no arranca y en 25 minutos tengo una reunión.
-estoy allí en cinco- dije y corte.
Suspire mientras pisaba el acelerador, tome un pequeño atajo y llegue mucho más rápido de lo esperado.
Toque dos veces bocina hasta que salio el señor Cooper de la casa y se subió en el asiento del copiloto. Mis cosas fueron a parar a el asiento de atrás.
Estoy tan acostumbrada a los pequeños monos que tener a alguien sentado de copiloto es extraño y más si no es Noah.
-me diría donde queda su trabajo?- pregunté mirándolo.
-disculpa- dijo y me paso la dirección.
Encendí el auto y comencé la marcha hasta la oficina.
Venía manejando normal, pasando autos. Un tipo comenzó a tocarme bocinasos y yo no tenía lugar para hacerme a un lado.
Acelere mi marcha y el tipo venía pegado a mi. Simon iba mirando por el retrovisor y luego me miraba a mi.
Estaba aguantando las ganas de putear en mil colores al tipo de atrás. Me pare en un semáforo y el tipo se puso al lado.
-te crees muy viva!- comenzó a gritarme- casi me arrancas el espejo pedazo de trola, quién te dio el permiso de conducir.
-en ningún momento rozaste su auto- dijo Simon.- de qué está hablando?
- ahora me ignoras, qué sos sorda también?- grito el tipo.
Baje la ventanilla de mi lado- Qué queres cornudo?- le dije enojada.- por qué mierda no te fijas el modelo del auto que te rozó, pajero. - el tipo observó mi auto y le dio un manotazo al volante.- gracias por tu tiempo y agradables palabras- dije antes de volver a mi ruta ya con el semáforo en verde.
Simon a mi lado estaba riéndose, toda la semana que lo vi nunca sonrio de esa forma, despreocupada y real.
-es gracioso?- pregunté con una sonrisa. Debo admitir que su risa es muy contagiosa, parece un limpia vidrios cuando lo pasas que hace un ruido extraño.
-tú forma de contestar- dijo.- creí que tendría que decirle algo, pero tú bajaste la ventanilla y le gritaste sin problema.
-debería haber algún problema?- pregunté.
-eres mujer- dijo.
-y eso?- volví a preguntar. Me miró,le dedique una rápida mirada- te refieres a que una mujer no anda haciendo ese tipo de escenas en la calle?- vi como asentía.- te alegraría saber que no sé que tipo de sexo soy.- soltó otra carcajada.
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