Termino de girar mi cuerpo para encararlo, su cuerpo reacciona al unísono con el mío, acercándose a mí. En solo unos pasos él toma mi rostro con su mano y posa otra de sus manos en mi cadera para pegarme a su vientre. Mi cuerpo golpea con su pronta erección. Abro mis ojos al igual que mis labios se separan ante la eminente sorpresa de su excitación.
─¿Quieres volverme loco? ─ Cuestiona mirando mis labios ─Olvida lo dicho, estoy loco por ti y tu desquiciada manera de envolverme en el encanto de tus caderas bamboleantes…tan insinuante y dispuesta─ añade, mandando a mis sentidos al infierno ardiente del poder que tiene Kilian en mí.
─Es muy problema tuyo, si caes en mis encantos… no me hago responsable─ digo con jocosidad.
Él chasquea su lengua, saboreando también sus labios. La escena
