Cuando Sheila se levantó para traernos una copa de vino a cada uno, le escribí a Elsa: «Llego a casa sobre las diez con una Sheila muy cachonda. Me confesó que es bisexual, así que espero que le organices una fiesta de bienvenida apropiada esta noche. Los quiero a todos. M.»
La respuesta llegó rápidamente: «Acabamos de cenar, pero estamos listos para comernos un buen chocho. ¿Qué, cuatro contra uno? Parece una apuesta segura. Queremos satisfacerte, además, íbamos a empezar sin ti. Los queremos a ambos. E, C y M».
Mientras Sheila desenvolvía nuestras cenas preparadas en el avión, le pregunté: "¿Y qué hay de Andy? ¿Te has reunido con él desde la barbacoa?"
No. No hay tiempo, aunque reconocimos que nos gustaría. Margo le dijo que a ella también le gustaría estar allí, preferiblemente conti
