Le dije: «Creo que somos lo suficientemente maduras y sensibles como para tener cuidado con eso. Yo lo creo». Incluso al decirlo, supe que era una pequeña mentira piadosa. No estaba muy segura de mí misma. Pensaba que Elsa y Cindy tenían más experiencia en relaciones serias, así que quizá estarían más seguras de sí mismas y de cómo se sentirían después. Es más, habían fantaseado juntas con esas cosas.
Elsa enfatizó: "También puedes estar con otras mujeres. Si alguna de nosotras se siente culpable por esto, tenemos que compartirlo con todos y no ocultar nuestros sentimientos ni preocupaciones. Quiero verte con alguien que no sea mi hermana. Incluso quiero jugar con ellas".
Me reí: «Claro». La idea de que una tercera mujer se uniera a nosotros para tener sexo me excitó muchísimo. Al instan
