La música retumbaba en sus oídos con el movimiento de la masa de cuerpos moviéndose en la pista de baile. Zack miraba a la gente bailar desde su lugar en la barra de tragos. Hace media hora que había llegado y lo único que había hecho era calentar el asiento.
Patty se encontraba a su derecha y Henry a su izquierda. Mientras que Lewis se encontraba en la otra esquina en los sillones con Laurie. Lewis les había dicho que cuando llegue su turno de cuarto con Henry, el moreno podría acercarse a Laurie. Tanto sea como hablar o llamar su atención.
A pesar de que Laurie se encontraba esperando por Noah y este tenía como media hora de retraso, y eso no hacía más que molestar al castaño y hacer sonreír al moreno.
"Digo que vayas ya" decía Patty, gritando por sobre la música.
Zack ni si quiera pudo negar porque Henry ya lo estaba haciendo por el "No, en unos minutos más Lewis y yo nos iremos al cuarto y ahí es la oportunidad".
Patty rodó los ojos "¿Pero y si Noah llega antes de que ustedes se vayan al cuarto? Mejor ahora que...".
A partir de ahí Zack no quiso escuchar más, ya que Henry y Patty comenzaron a discutir. Miró hacia atrás, hacia donde estaba Laurie. O debía estar.
Abrió su boca sorprendido al ver a Lewis haciéndole señas desde los sillones y un Laurie acercándose a ellos, a la barra. Miró rápidamente hacia adelante, tomando a sus mejores amigos de sus brazos.
"¡Se callan!" grito, logrando que Patty y Henry cierren la boca, confundidos.
Pero no por mucho.
"Una cerveza Corona por favor" pidió Laurie, a espaldas de los tres.
El barman sólo asintió, acercándose a la heladera. Zack se incorporó, enderezando su postura. Se animo de mirar hacia atrás, sólo para encontrarse con la mirada del castaño sobre él.
"Me alegra ver que sigues mi consejo" comentó el castaño, mirando esta vez a los ojos al moreno, a pesar de la escasa luz.
Zack se sonrojo y abrió su boca para hablar pero nada salió de ella, a lo que Laurie río ante eso.
"¿Y ya tienes a tu Dom?" pregunto Laurie, mientras sacaba su billetera.
El moreno sintió el pellizco que Henry le dio en su pierna, así que rápidamente contestó "No, estoy solo".
El castaño pareció sorprendido ante esto, mientras le entregaba el billete al barman. Este se acercó a la caja a buscar el cambio, mientras Laurie cogía la cerveza. Su brazo rozó el de Zack cuando se acercó a tomarla. Y a Laurie no le paso desapercibido la manera en la que el cuerpo del moreno reaccionó al simple roce. Zack se sonrojo ante esto.
"¿Y tú? ¿Tienes un sumiso?" se animó a preguntar Zack, girando para poder mirar a Laurie directamente.
Esta vez Laurie no se guardó su sorpresa pero una sonrisa egocéntrica cruzó por sus labios para luego tomar un sorbo de su cerveza antes de responder "Supuestamente, pero los sumisos siempre son reemplazables. Ya sabes, por si te interesa".
¿Era lo que Zack creía? ¿Laurie le estaba dando una indirecta para compartir una noche?. Pero Zack sólo sintió como su corazón se rompía: los sumisos siempre son reemplazables. ¿Y Zack pretendía ser el sumiso fijo de Laurie?
El moreno solo apretó sus labios, aún pensando en una respuesta coherente. Sentía las miradas de sus amigos fijas en el, presionándolo. Laurie le dio otro sorbo a su cerveza, sin querer parecer impaciente.
Pero así no era como Zack quería que fueran las cosas.
"Otro día, quizás" respondió Zack, sonriendo de forma inocente, casi arrogante para Laurie.
Ni Patty ni Henry se molestaron en disimular su asombro, mientras Laurie parecía incrédulo. Porque ningún sumiso le había rechazado una oferta tan esperada para ellos. Pero al parecer Zack no quería lo mismo.
Laurie entrecerró sus ojos, antes de terminar de asentir "Bien".
"Bien" contestó Zack, encogiéndose de hombros desinteresado. Preguntándose así mismo de donde y desde cuando sabía actuar tan bien.
El castaño apretó su mandíbula, algún incrédulo. Miró por unos segundos al moreno, antes de tenderle su mano. "Laurie Parrish".
El moreno sonrió ante esto, como si fuese un niño. Estrecho su mano, tratando de tranquilizar su cuerpo "Zack Morell".
Sus manos se estrecharon y ninguno dejó de mirar al otro a los ojos, como si fuera un desafío de quien desviara los ojos primero o soltara la mano del otro, perdería.
"Laurie, lamentó llegar tarde pero tuve... Oh" se escucho la voz de alguien, justo detrás de Laurie.
Zack soltó la mano de Laurie rápidamente al notar de quien era esa voz. Noah Howls apareció al lado del castaño, mirándolo con una amabilidad falsa.
"Al fin llegas, bebé" sonrió Laurie, antes de acercarse al rubio y darle un rápido beso en forma del saludo.
Noah pareció sorprendido, ya que Laurie siempre se molestaba si llegaba tarde. Pero sólo sonrió "Si papi, perdón por la tardanza".
Zack gruño ante esto y agradeció que la pareja no lo escuchara. Los celos lo inundaron, pero los disimulo lo más que pudo dándole un sorbo a su trago.
Laurie paso su brazo por la cintura del rubio para traerlo más hacia él, antes de volver a hablar por sobre la música "Tengo asuntos con mi sumiso. Nos estamos viendo, Zack".
Zack peleó contra sí mismo para no desplomarse ante lo sensual que sonó su nombre en los labios de Laurie. Así que sólo le tomó un minuto sonreír, inocentemente otra vez "Claro, Laurie. Que tengan una linda noche".
Laurie lo miró con un semblante serio, antes de dar media vuelta e irse hacia los cuartos, tirando de la mano de Noah.
"Salió mejor de lo que imagine" grito Henry emocionado, ni bien vieron a Laurie entrar al cuarto y cerrar la puerta en un portazo silencioso.
Zack se permitió volver a respirar con normalidad, mientras Patty salto a abrazarlo para luego comentar con Henry sobre lo ocurrido de una manera más eufórica.
Y Zack solo supo, que esto se había convertido en un juego de dos.