Pensando rápido, lo cual dadas las circunstancias cuenta como un milagro minero, sacudí la cabeza, soltándome el pelo. Como parte de mi plan maestro, me enderecé, con las manos aún entrelazadas con las suyas. ¡Estaba demasiado caliente! Nuestras miradas se cruzaron, y pude ver que Ashley sabía lo que venía, incluso antes de que empujara mi polla hacia adelante, empujándola contra sus labios. Nervioso, pero demasiado excitado para dar marcha atrás, ¡me lancé! Con un movimiento de cadera, la metí hasta el fondo de su boca y le pregunté: "Entonces, Ashley... ¿alguna vez te ha chupado una polla dura... o sea... ya sabes... mientras te follaban el culo?" Capítulo cinco: Ashley en la cima ¡Qué lástima! ¡Uy, espera, mi hermano Dave ya lo estaba haciendo! Cuando Wayne me agarró del pelo y me met

