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1837 Words
Eliza Era tan dramática la situación, que se me Asia completamente estúpido que solo se fuera a emborrachar porque me iba a ir a vivir a otro lado, parecía que yo era otra cosa de él, estaba a punto de romperle la cara si di no es que me abrasa, ya estaría en el suelo sufriendo por mis golpes, nos aviamos quedado dormidos casi al instante, era las doce del día y apenas íbamos despertando, el avía faltado al trabajo y yo no me preocupaba por que me avían despedido y no tenía obligaciones más que ir a recursos humanos, el se lamentaba por su jaqueca y por faltar al trabajo. - estas echo un asco - dije saliendo de la cama sin importar que el se revolcara por sus achaques. - no quiero que me dejes - eructo y después hablo de nuevo sobando su cabeza - no puedes dejarme a mí solo en esa empresa que me usa de esclavo. - es necesario cole ya te conté mis razones- era tan dramático que no parecía un hombre – aparte te dije que podías ir a visitarme cuando quisieras. - eso no es suficiente, te necesito aquí conmigo. No quería levantarse de la cama así que le arrebate las sabanas del cuerpo. - no empieces con eso cole – dije peleando por quitarle la sabana ya que no quería y se volvía tapar así que solo le avente mi almohada. - ni siquiera sé a dónde te iras. – era verdad que no le dije, pero en estos últimos días aquí lo iba ha hacer hoy si no fue por que llego borracho ayer en la madrugada - solo te largaras y te olvidaras de mi - te lo iba a decir hoy – dije caminando a el baño a tomar una ducha y justo antes de cerrar la puerta le dije – y me ahorraste el camino a tu casa - entonces me irías a ver hoy - dijo haciendo una cara rara. - sabe que yo nunca miento y también sabes que mi padre le pidió a ese bastardo que me despidiera y por eso me voy - suspire recargándome en la puerta - si no me voy me ara la vida imposible aparte ya provocó que Prescott me despidiera, eso que nada más me vio unos cuantos minutos. - ese hombre es un insensible – dijo enojado - solo debería dejarte se feliz y ya - no lo conoces cole... el es una persona peligrosa cuando se lo propone y no me gustaría que te asiera la vida imposible a ti también. - y por qué no lo enfrentas y le dices lo que de verdad paso, al mejor si hablas el entienda. - es difícil hablas con papa cuando algo se le mete a la cabeza - dije negando con la cabeza – si no me escucho antes menos ahora lo va a hacer, así que mejor ya olvida el tema deja me doy una ducha y ya levanta el trasero ha ahí. Después de cuarenta minutos los dos estábamos listos y aseados, salimos desayunar y a aprovechar estos últimos momentos juntos, pasamos a muchos lugares entre esos a comprar maletas para mi ropa que era mucho, pasamos todo el día juntos asta en la noche, se fue pasando de madrugada y dijo que vendría en estos días para. Por fin me acosté mirando a la nada, pensando en todo lo que avía pasado en mi vida estos últimos años, cuanto avía cambiado yo i cuantas veces avía escapado de mi padre, él era tan rencoroso, que hoy en día no me dejaba tranquila, lo peor de todo es que nos encontrábamos por casualidad, por que la vida se empeñaba en querer que nosotros nos reencontráramos. Días después... Por fin era hora de irme a mi nuevo lugar en el que esperaba quedarme más tiempo sin que nadie me molestara, pensaba que era un lugar que me proporcionaría tranquilidad, mi amigo me llevo a el aeropuerto despidiéndonos con lágrimas en los ojos, esperara que esa tranquilidad que llevaba tiempo buscando la encontrara en ese lugar, porque al parecer nunca encontraría aquí, cuando busque en internet fue como amor a primera vista era un lugar que con solo verlo te enamorabas. Mi familia nunca me quiso traer a este lugar, siempre decidían dejarme en casa, los eventos de aquí eran para la familia, pero nadie sabia que yo era parte de ella, papa decía que era para que tuviera una adolescencia tranquila, los periodistas sabían que avía una pesuña en la familia, pero no la conocían ya que padre nunca dio indicios de querer presentar a su última heredera, pero eso ahora quedaba olvidado, lo único que agradezco es que nunca me enseñara al publico como su hija. Estaba agotada cuando baje del avión, llegue de noche, el café estaba abierto con personas en las pequeñas mesas de la acera disfrutando de café u otras cosas calientes, sonreí porque se veía que era un lugar muy transitado y como no si la torre Eiffel estaba a solo unos pasos de él y se veía hermosa como siempre cuando, me acerque una que me atendió amablemente, me regalo una sonrisa amable. le pedí a la chica que, si le podía hablar al dueño del restaurante, tan pronto se lo pedí pensó que era para una queja, pero le aclare que solo era para unas cosas que teníamos en común, como la renta de uno de los departamentos que estaban en este edificio que era de ella y solo faltaba la entrega de las llaves del lugar para poder entrar a dormir hasta el día de mañana. - disculpe yo soy el gerente de este restaurante - su voz era gruesa – y el hijo de la señora marchand, que desea con mi madre. Se notaba su desconfianza, era razonable asta a mí se me hubiera hecho raro que una extranjera preguntara por mi madre. - yo soy la nueva inquilina de su madre - de loca le decía mi nombre, no quería que nadie supiera de mi – quiero hablar con ella - eres la nueva del último piso - dijo analizándome de pies a cabeza- espera un momento... - dio una ultima mirada para después entran a la cocina - veré si esta mi madre - bien... esperare aquí – murmure bajo casi rodando los ojos - bien – dijo perdiéndose en el local, me senté en una de las mesas de adentro y miré la carta del café. - podrías tráeme un café y un unos macarons - si señorita en un momento esta su pedido- se fue perdiéndose de mi vista y yo perdiéndome en la hermosa vista que tenía, pasaron minutos y regreso la chica amable. - aquí esta su orden – me puso una taza y un plato con macarons frente a mi, comencé a comerlos con lentitud esperando a que el chico regresara con su madre y me dieran las llaves de mi apartamento, paso tiempo y yo ya estaba por acabar mi café y mis galletas, estaba tan distraída que solo brinque del susto por el toque, una mano un poco maltratada se posó en mi hombro con delicadeza y apretando levemente , mire atrás mirando a la señora que me dedico una sonrisa cansina. - buenas noches señorita Eliza - dijo regalándome una sonrisa tan encantadora – disculpe la tardanza estaba arreglando unos asuntos en la cocina – dijo tomando su mandil entre sus manos - cariño podrías dejarme a solas con la señorita. El chico que me atendió parecía no querer irse y dejar a su madre sola conmigo como si de verdad yo fuera a hacerle algo a esta señora tan linda que estaba frente ami - esta bien madre- dijo resignado después de la mirada que le echo su madre, se levantó y le beso la frente – llámame si algo pasa mama cuando se retiro su madre dio un suspiro que parecía que contenía mucho alivio, llegue a pensar que tal vez su hijo era un cobrón y que por eso le avía pedido que se retirara, pero la verdad es que me importaba una mierda si se quedaba o se largaba, hablamos de los reglamentos de el edificio y los horarios del restaurante por si necesitaba algo y por ultimo un manojo de diferentes llaves, al parecer cada puerta tenía llave eso se Devia a la antigüedad del edificio, me dijo que tenía algunas remodelaciones pero que estaba lindo y tranquilo el lugar. - solo firme aquí señorita - dijo la señora señalando las líneas de firma en los papeles - y el apartamento será tuyo - claro solo llámeme Eliza, no me gustan las formalidades - le sonreí mientras leía con cuidado de no pasarme ningún renglón para después firmar, estaba agradecida de lo amable que era la señora, esperaba y esto fuera para bien. - señorita... la propuesta que le di sigue en pie - yo sentí muy amable - sé que no está en sus planes, pero sé que estaría en buenas manos si se lo ofrezco a usted. - lo pensare - dije con una media sonrisa - solo déjeme pensarlo un poco y si cambio de opinión se lo are saber de inmediato La señora me avía ofrecido su restaurante, me lo dejaba por que dijo que le parecía buena persona y que sabría qué hacer con él, ella ya estaba un poco grande y su hijo no quería por que prefería su empresa al parecer su hijo tenía una empresa reconocida en parís y gracias a eso es que era reconocido el restaurante, debía admitirlo este tenía buenas ventas y estaba en un buen lugar donde mucha gente pasaba. - bueno ... Eliza estaré esperando cuando usted decida, no tenga presión entenderé si no acepta -dijo con una sonrisa tranquilizadora. Realmente estaba cansada de el viaje así que después de unos minuto ablando le dijo al chico su hijo que me acompañara a mi departamento con las pocas maletas que traía conmigo, cuando miré este departamento en internet me enamoré de el fue como amor a primera vista. Por fin llegamos a el departamento y cuando metió mis maleta y se despidió con una mirada sin nada en la misma, no perdí tiempo así que me dispuse a conocer poco de lugar, era hermoso incluso más que en la fotos que presentaban en el anuncio después de unos minutos por fin encontré el baño, hurgue entre mis maletas buscando una pijama, me di una ducha para después tirarme a la cama, mañana a primera hora saldría a conocer el lugar, trataría de despejar mi mente y encontrar mi camino a la tranquilidad en este lugar, era cuestión de olvidar y empezar otra vez, me aseguré de que mi celular estuviera cargando y cerré los ojos cayendo en los brazos de Morfeo. A VECES LA ÚNICA FORMA DE RECUPERAR LA ESTABILIDAD ES PERDER EL EQUILIBRIO. EOS
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