Juliana Muñoz
Esta frente a mí, casi como un espejismo, quisiera tallarme los ojos y pensar que es real, pero si es real, es él. Después de todo este tiempo. Tragó saliva sin poder moverme. Estoy atónita. Lo miró estupefacta, ya no se con que otro adjetivo describir este momento. Mis ojos se cristalizan a punto del llanto. Lo observo, su rostro es gélido, esta aún más apuesto de lo que podía recordar, un pantalón de vestir color n***o y una camisa celeste arremangada hasta los codos, ahora usaba barba perfectamente recortada y unida por una línea con sus patillas, pero a pesar de eso jamás pude olvidar lo que me hacía sentir cuando estaba frente a mí, era la misma sensación electrizante que recorría por todo mi cuerpo. Mil emociones se acrecentaban dentro de mi pecho, desde querer abalan
