Capítulo 8. Un viaje inesperado, un problema más. Brisa se vio obligada a sonreír con profesionalismo, no le estaba resultando su plan sobre cambiar la comunicación. -- Asi es señor Esquetini, solo fue una noche larga de celebración – -- ¿Y no hay… nada más que quiera contarme señorita Piaggio? Digo sobre esa noche larga de celebración. ¿te pasó algo interesante? – Brisa abrió los ojos sorprendida, luego bajo la vista. Sabía que estaba caminando sobre pedazos de carbón encendidos, y no estaba dispuesta a quemarse. Pero las preguntas volvían una y otra vez a su mente... ¿Qué tan claro lo tenía todo ella? ¿Ese hombre en realidad la había reconocido o simplemente trataba de descartar sus suposiciones? Y ahora al preguntarle aquello podría saber si era ella la mujer que pasó la noche co

